Travesía a pedales por el río Guadalquivir
Pedalquivir es la única empresa sevillana dedicada al alquiler de hidropedales, que sobre todo son utilizados por los turistas
El fuerte calor parece que no asusta a los turistas extranjeros, que verano tras verano siguen acudiendo a la capital andaluza para tostar -o más bien achicharrar- sus pálidas pieles bajo el incesante sol. La Catedral, la Giralda, la Torre del Oro, el Alcázar, la Real Maestranza, el Barrio de Santa Cruz o el Parque de María Luisa son paradas obligadas en el itinerario de cualquier visitante. Pero los momentos de relax y descanso también son indispensables para disfrutar de unas buenas vacaciones, y qué mejor opción que un paseo por el río Guadalquivir para refugiarse del sofocante calor.
Con esa función nació hace casi un cuarto de siglo Pedalquivir, una empresa dedicada al alquiler de hidropedales -barcas propulsadas con pedales- por la que cada año pasan miles de turistas. "Esto lleva desde hace más de 20 años, pero con el tiempo se ha ido agrandando. Al principio estabamos situados en otra parte del río -ahora se encuentra en el Muelle de la Sal- y sólo teníamos una plataforma con cuatro o cinco barcas. Luego se amplió, se cambió de sitio y se montó también un bar para que los turistas puedan tomar algo además de utilizar las barcas", cuenta Felipe Aragón, empleado de la empresa Pedalquivir.
Entre las 12:00 y las 21:30, quien lo desee puede disfrutar de estas embarcaciones. "Pero el bar está abierto hasta la una de la madrugada", puntualiza Felipe. El precio para una o dos personas es de 10 euros la hora, y para tres, cuatro o incluso cinco personas, 15 euros por hora de uso.
"No me parece caro. Es muy agradable pedalear por el río y refrescarse en las horas de calor", explica Nathalie Chassier, de origen francés. "Es la primera vez que estamos en Sevilla, pero ya habíamos montado en hidropedales en otras ciudades", apunta Pierre Touzé. "Efectivamente, los hidropedales están más orientados al turismo que a la gente de aquí, aunque tenemos clientes locales fijos, como la gente del club de piragüismo. Entre los turistas hay tanto extranjeros como turistas nacionales, sobre todo gente del Norte", cuenta el empleado.
La edad del usuario también es variada. "Hay familias que vienen con los niños, gente joven que aprovecha para darse un baño en el río o personas mayores que, simplemente, buscan dar un paseo en barca", explica. Desde la Feria de Abril hasta principios de verano es la época del año en la que más clientes se suben a las embarcaciones de pedal, ya que "es cuando la temperatura anima más, cuando se está mejor en el río. En verano hace mucho calor y en invierno hace bastante frío. De hecho, en primavera la gente viene durante todo el día. Ahora, en época de calor, sólo vienen al final de la tarde", cuenta Felipe. "Es una forma de combatir el calor, pero además es bonito recorrer el río en barca. Sevilla es una ciudad espléndida y el río una de las zonas más hermosas", comenta el madrileño Rodrigo Páez.
Al tratarse de la única empresa dedicada al alquiler de hidropedales en toda Sevilla, Pedalquivir no ha notado excesivamente el azote de la crisis económica. "El número de clientes de los hidropedales está más o menos igual que otros años. Lo que ha bajado un poco es el sistema hostelero. Viene menos gente al bar, y los que vienen consumen menos, pero los guiris siguen alquilando las barcas", concluye Felipe.
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