Trámites para convertir en un centro de investigación y formación la discoteca Bandalai
El inmueble, de propiedad municipal, lleva dos años y medio abandonado a la espera de un nuevo uso
Los saqueos, incendios y deterioro de pabellón de la Expo del 29 dañan un enclave histórico
La imagen daña el paisaje del entorno del Lope de Vega y el Casino de la Exposición. El edificio legado de la Expo del 29 que ha albergado varias discotecas -Montpensier, Luna Park, Apandau, Bandalai...- cada día que pasa agrava un poco más su aspecto fantasmagórico. Dos años y medio después de que se extinguiera la concesión y el inmueble pasara de nuevo a manos del Ayuntamiento de Sevilla hay, por fin, un proyecto sobre la mesa. Los técnicos municipales están analizando ya la propuesta que parte de la iniciativa privada y que pretende convertir la antigua discoteca en un centro de investigación y formación. Una idea que casa bien con los planes del gobierno municipal para este enclave histórico que tiene pendiente reordenar y rehabilitar como un espacio vinculado a las artes y las ciencias.
El inmueble abandonado convive con el Casino de la Exposición, los pabellones de Chile, Perú y Uruguay, la Biblioteca Pública Infanta Elena, el Pabellón de Estados Unidos o el Costurero de la Reina en una zona que uurge una reordenación, pues se ha convertido en un aparcamiento indiscriminado y foco de botellonas los fines de semana.
El edificio se ubica en un espacio calificado como suelo de interés público y social (SIPS), por lo que el centro proyectado tiene encaje, y está integrado en los Jardines de San Telmo, que se encuentran dentro de la delimitación del Parque de María Luisa como jardín histórico.
El declive de este patrimonio tiene que ver con una historia de impagos que obliga ahora a revisar bien la futura concesión. En 1992 fue modificado el contrato de arrendamiento, un cambio en el que el arrendatario renunciaba expresamente a la prórroga forzosa. Se fijó entonces una concesión por 25 años y el plazo expiró en 2017. En todo ese tiempo, sólo se había acreditado el pago de la participación en el traspaso del local en 2012 y se fueron acumulando deudas.
Hace ahora un año Hacienda reclamó una deuda de 506.680 euros generada por la entidad Always Ready Corporation S. L. como consecuencia del impago de las rentas del inmueble que había venido explotando entre 2012 y 2017.
En marzo de 2018 el inmueble fue expoliado y el deterioro de su imagen fue ya alarmante. Los ladrones sustrajeron vigas y planchas de cobre que cubrían una parte del techo del edificio, así como las planchas que cubrían las barras del bar, dejando al descubierto su estructura, tuberías y diferentes elementos del cuadro eléctrico, como los contadores de la luz y el cableado.
Ayer, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, ha denunciado un nuevo incidente en el inmueble, un incendio que agrava su deterioro y cuestiona la seguridad de este edificio, saqueado y ocupado.
En el último pleno municipal, los populares llevaron una moción en la que se denunciaba el estado de abandono de estas patrimonio y se instaba al gobierno a adoptar varias medidas: un estudio de posibles patologías estructurales del edificio y el inicio de los trámites administrativos necesarios para que, una vez haya sido rehabilitado, se abra un procedimiento de licitación que consiga destinar este inmueble al mejor uso posible para los intereses municipales.
De momento, el centro privado de invetigación y desarrollo se observa como una buena opción, todavía a la espera de ver si reúne los requitos exigibles.
El palacio de cristal del 29
El edificio fue concebido para la Expo del 29 como Pabellón al arte de la Platería, patrocinado por la Casa Espuñes. Y se estableció entonces su ubicación en el camino que conducía desde San Telmo hasta la porción de sus jardines que ya se habían convertido en el Parque de María Luisa. Así surgió este pabellón singular, lleno de encanto modernista de principios del siglo XX, que evoca palacetes caracterizados por combinar hierro y cristal, como el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid o incluso el desaparecido Crystal Palace de la Exposición de Londres de 1851. Tras el 29, el pabellón se convirtió en local para la hostelería, atravesando muchas vicisitudes.
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