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The Seville Waterworks: Los orígenes de Emasesa

Empresas municipales | novedad editorial

El escritor e investigador Pedro José Sánchez Gómez ha recopilado en un cuidado libro el nacimiento de la empresa de manos de una compañía inglesa

Trabaja en dos volúmenes más

Las tuberías para la nueva red de abastecimiento descargadas en el puerto de Sevilla tras llegar de Middlesbrough.

Un libro imprescindible y necesario que encierra parte de la historia moderna de Sevilla y la creación de su empresa de abastecimiento de aguas. La historia de Emasesa se remonta al último tercio del siglo XIX, cuando el Ayuntamiento se propone incorporar a la ciudad el moderno sistema de agua a presión. Por aquellos años, en la década de 1870, el agua llegaba a la ciudad procedente del manantial Santa Lucía de Alcalá de Guadaíra a través de los Caños de Carmona. En una urbe en la que, aproximadamente, había 12.000 casas, por este sistema quedaban abastecidas tan sólo 1.500. Tras la implantación del nuevo sistema, impulsado por las compañías inglesas The Seville Warterworks y la Easton and Anderson, la mitad de las viviendas de la ciudad contaban con agua a presión. El investigador y escritor Pedro José Sánchez Gómez, empleado de Emasesa desde 1974, ha ordenado y desenmarañado toda esta apasionante historia en un libro con todo lujo de detalles y alguna pincelada futbolística, ya que esos ingleses que vinieron a Sevilla a modernizar su sistema de abastecimiento, fundaron en 1890 el Sevilla Fútbol Club.

El autor del libro con el primer volumen.

"En 1871 el Ayuntamiento abre un expediente para el abastecimiento de agua mediante tuberías a presión. Hasta el año 1882 se reciben diferentes propuestas, por ejemplo desde Francia o Bélgica. El 4 de marzo de ese año se realiza la concesión por 99 años a un ingeniero inglés llamado George Higgin para abastecer a la ciudad por dos sistemas: uno de agua potable procedente de Alcalá de Guadaíra y el otro para riego mediante una toma directa al Guadalquivir", explica Sánchez Gómez. Este investigador, que a lo largo de los años ha ido recopilando información sobre Emasesa y sus orígenes, fue tirando de la madeja hasta desenmarañar los primeros años de la empresa. "Resulta que Higgin le cede el proyecto a James Easton, uno de los responsables de la empresa Easton and Anderson, especializada en obras de abastecimiento, que a su vez llega a un acuerdo con una empresa, que por entonces no se había constituido, para conceder la explotación: The Seville Waterworks Company (SWW)". Las obras para dotar a la ciudad de la red comenzaron en 1883, pero no lo hicieron sin problemas, por lo que el traspaso efectivo a la SWW no se hizo prácticamente hasta el año 1900. La Sevilla Waterworks, empresa constituida en Londres, tenía como director en Sevilla a Edward Johnston, quien en 1890 fue el primer presidente del Sevilla Fútbol Club.

Las obras las inauguró la reina Isabel II, quedando constancia de aquello por el palaustre de plata que se realizó y que se conserva en la sala del consejo de administración de Emasesa, y no estuvieron exentas de polémica. "Se llegaron incluso a suspender por la campaña que se hizo en la prensa en contra. Los obreros incluso se marcharon, pero aquello era tan importante para la ciudad que sus fuerzas vivas se reunieron por iniciativa de Johnston en la sede de la naviera Mc Andrew". El proyecto se desbloqueó, y en 1884 el abastecimiento de agua a presión ya era una realidad en parte de la ciudad. Las tuberías se comenzaron a instalar por las calles Génova y Gran Capitán, hoy Avenida de la Constitución.

La pasadera de agua que daba suministro al barrio de Triana y que se disponía entre Plaza de Armas y Chapina.

La moderna infraestructura era capaz de trasladar 100 litros de agua diarios por habitante desde los manantiales de la Fuensanta y la Judía. Tras llegar a Sevilla, desde el Cerro del Águila, el agua bajaba hasta el Prado, donde estaba la caseta para controlar la presión, por Ramón y Cajal y Carlos V. Desde San Fernando, una conducción se dirigía a la Puerta de Jerez, la Avenida, Tetuán, hasta llegar a la Alameda; mientras que otro ramal iba desde Menéndez Pelayo a Santa María la Blanca y continuaba hasta San Luis. "La implantación de este sistema supuso un cambio espectacular, sobre todo para las clases más bajas. Hay que tener en cuenta que por aquellos años la ciudad estaba muy polarizada socialmente, con grandes diferencias en el nivel de vida entre las clases alta y baja. Un tercio vivía en los corrales de vecinos".

Las obras realizadas en aquellos años para introducir las tuberías, que levantaron buena parte de la ciudad, no estuvieron exentas de los mismos problemas de hoy: "Hubo mucha polémica porque decían que la pavimentación quedaba mal puesta. Entonces había en la ciudad mucho adoquinado, empedrado y losas de Tarifa. Por ello se creó un servicio de control por parte del Ayuntamiento".

El material para la construcción de la conducciones almacenado delante de la iglesia del Hospital de la Caridad.

Sevilla contaba en estos años con un triple abastecimiento de agua. El tradicional, proveniente de la época musulmana, de los Caños de Carmona, y los dos puestos en marcha por los ingleses: el de agua potable a presión y el de riego a través del Guadalquivir. Ya desde diciembre de 1883 se establece la facturación trimestral que hoy se mantiene. El suministro se realizaba por varias modalidades: por contador, a caño libre, para barcos y para incendios. Además, la SWW daba presión a los que se proveían mediante el agua de los Caños de Carmona para que llegara a los pisos superiores. "Por obligación del Ayuntamiento, la empresa también tenía que tener un servicio contra incendios".

Mientras el agua a presión abastecía a Sevilla desde 1883, en Triana tuvieron que esperar a que sucediera una tragedia para disfrutar también del agua potable: "Ellos tenían que seguir bebiendo del río y del manantial que llegaba de Tomares. En 1885 hubo una epidemia muy fuerte en Sevilla y se prohíbe coger agua del río. Se autoriza a llevar una tubería de agua potable de manera provisional por el puente". En 1898 se construye la pasadera de agua desde Plaza de Armas a Chapina y que estuvo en uso hasta los años 50 del siglo XX.

El palaustre de plata.

Para realizar este libro que explica cómo fueron los primeros compases de la empresa de abastecimiento de aguas de Sevilla, entre 1882 y 1900, Pedro José Sánchez estuvo trabajando cinco años, aunque ya contaba con material anterior. El primer volumen (habrá otros dos), se presentó el 14 de octubre de 2016 en el Salón Colón del Ayuntamiento. "Creo que este tema es apasionante y muy importante para la ciudad y no estaba lo suficientemente estudiado. Se trata de una infraestructura vital que y había que poner su historia en pie". Sánchez Gómez aparcó en su momento la biografía que estaba preparando sobre Manuel Castillo para preparar este volumen, y trabaja ya en el segundo que contará la historia de la compañía y su crecimiento desde 1900 hasta 1957, cuando el Ayuntamiento rescata la concesión de manera anticipada. El tercer y último capítulo contará la historia más reciente: desde 1957 hasta 1974, cuando entró a formar parte de Emasesa.

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