Tensión en Torreblanca: varias familias abandonan sus casas tras el tiroteo

Los clanes que imponen su ley en el barrio están saqueando las viviendas y apropiándose de los coches

Exhiben su fuerza a base de amenazas, con disparos intimidatorios como los efectuados la pasada noche

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La Policía y el 061 en Torreblanca, justo después del tiroteo.
La Policía y el 061 en Torreblanca, justo después del tiroteo. / M. G.

El tiroteo en el que resultó herido de extrema gravedad un hombre de 39 años en Torreblanca ha venido sucedido por una escalada de tensión e incidentes en el barrio. En los últimos días han sido varias las familias que se han visto obligadas a abandonar sus casas, y en algunos casos hasta sus coches, por las amenazas y el miedo a las represalias. Anoche mismo hubo numerosos disparos, la mayoría efectuados al aire para amedrentar.

Algunos de los residentes en el barrio explicaron que se están sucediendo los incidentes en una parte de Torreblanca, donde los distintos clanes familiares vinculados a la delincuencia y al tráfico de drogas imponen su ley. Estos clanes exhiben armas de fuego y amenazan al resto de vecinos, aunque no hayan tenido nada que ver con el tiroteo del 19 de noviembre.

La mañana de aquel sábado, un hombre de 39 años recibió al menos siete disparos de escopeta cuando circulaba al volante de su coche por la calle Torrelaguna. El tiroteo se produjo a la altura de la confluencia de la calle Torremejía, en una de las principales avenidas del barrio con bastante gente en la calle en ese momento. El herido, un delincuente con numerosos antecedentes conocido como el Tapón, permanece en estado crítico en la UCI del Hospital Virgen del Rocío. Todo apunta a que este intento de homicidio se produjo por unas desavenencias entre dos familias del barrio.

Horas después de los disparos, unos desconocidos prendieron fuego a dos casas de la calle Torremanzana, en venganza por lo ocurrido. Los autores de estos incendios arrojaron cócteles molotov contra ambas viviendas, vinculadas supuestamente a los autores de los disparos, que en ese momento no se encontraban en ellas.

Tras una tensa calma de aproximadamente una semana, los incidentes se han seguido sucediendo en los últimos días. Un comunicante anónimo se puso en contacto este martes con este periódico para alertar de los "abusos e injusticias" que se estaban cometiendo presuntamente en el barrio a raíz del tiroteo. Varias familias habían tenido que dejar sus casas por miedo y amenazas, si bien este testigo admitió que nadie había acudido a denunciar los hechos a la Policía, precisamente por temor a venganzas.

El comunicante insistía en que muchas de las personas obligadas a marcharse no tienen relación alguna con los presuntos autores del tiroteo y sus familias, y son completamente ajenos a este suceso. A pesar de ello, se encuentran con que los están echando de sus viviendas, que los agresores destrozan y saquean.

La pasada noche la tensión aumentó con una exhibición de fuerza por parte de los autores de estos saqueos y más destrozos en viviendas y establecimientos del barrio. Dispararon numerosos tiros, la mayoría de ellos al aire, pues no hay constancia de que ninguna persona resultara herida. Fueron muchos los vecinos que se tiraron al suelo dentro de sus casas por temor a ser alcanzados por alguna bala perdida.

"Da miedo salir ahora en este barrio", confesó otro vecino, también de forma anónima. "No se puede abusar tanto. Todo el mundo está quitado del medio", se lamentó este residente.

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