TDAH: qué es y cómo tratarlo

Hay niños que desde que nacen son muy inquietos, impulsivos y les cuesta centrarse en cualquier actividad o quehacer de la vida cotidiana. Por lo general, con el crecimiento este comportamiento va cambiando y nunca les llega a suponer un hándicap en su desarrollo personal.

Sin embargo, hay otros en los que estos comportamientos persisten y empiezan a tener “problemas” fuera y dentro del entorno familiar. En estos casos, la mejor forma de saber si se está ante un caso de TDAH es acudir a un psicólogo para niños, como la clínica Avannzapsicologos, que pueda evaluar al pequeño, hacer un diagnóstico temprano y preciso y, de ser necesario, pautar el tratamiento que mejor se adapte a él.

¿Cómo se diagnostica y trata el TDAH?

El TDAH en niños puede diagnosticarse a edades muy tempranas, pero es con el comienzo del colegio, guardería o escuela infantil, cuando los síntomas se hacen más evidentes y ya su comportamiento no se puede achacar a la rebeldía o desobediencia típica de la niñez.

Es en este momento cuando el psicólogo debe intervenir y, con toda la información posible sobre la evolución del niño, realizarle las pruebas que determinen si padece un trastorno por déficit de atención e hiperactividad o si los síntomas enmascaran algún otro problema como ansiedad o depresión.

Uno de los problemas más frecuentes que se presenta con el TDAH es el tortuoso avance en los estudios. Debido a su incapacidad para mantener la atención en clase y, por tanto, de retener lo enseñado, no suelen aprender al mismo ritmo que sus compañeros; además, su continuo estado hiperactivo, tanto físico como mental, les hace adolecer de capacidad organizativa y de acatar instrucciones o normas.

Este conjunto de factores no solo les afecta en el entorno académico, sino que también lo hace en el social. Para solucionar estos impedimentos de conducta que no obedecen a falta de inteligencia, es necesario que el especialista le enseñe a reconducir esta mediante técnicas de estudio y autocontrol apropiadas a su edad y grado de madurez.

Estas terapias que abarcan el campo de los estudios no solamente están indicadas para niños o adolescentes con este trastorno, hay otros muchos que sin tenerlo pueden beneficiarse de ellas cuando por sí solos no son capaces de mantener el ritmo de aprendizaje normal. Esto puede provocarles una importante falta de autoestima, creando un círculo vicioso del cual les resulta difícil salir y que repercute para mal en su futuro inmediato.

En el caso en que se diagnostique TDAH hay que comenzar con el tratamiento lo antes posible, de acuerdo con el grado que presente y con la involucración absoluta de sus responsables y cuidadores, ya sea en casa o en el colegio, durante todo el proceso.

Los psicólogos para niños son quienes deben indicar cómo ayudar al niño para que pueda controlar con éxito esas partes de su comportamiento que les impiden avanzar, ya que para él presentan una dificultad añadida al normal proceso de crecimiento que ya de por sí es complejo en todos los sentidos.