Súplicas por Santa Catalina
Unas 200 personas se concentraron ayer ante el templo para pedir a la Iglesia y las administraciones su restauración urgente · Empapelaron la fachada con sus peticiones
Alrededor de 200 personas se congregaron ayer en la calle Alhóndiga para exigir la restauración de Santa Catalina. Es la segunda vez que los sevillanos se citan a través de las redes sociales para pedir, de una vez por todas, que las administraciones y la Iglesia de Sevilla actúen de manera urgente para salvar una de las joyas arquitectónicas e históricas de la ciudad, declarada Monumento Nacional en 1912.
Fue una concentración pacífica. De lazos amarillos. De súplicas en las paredes del templo que se convirtieron, por unas horas, en un muro de las lamentaciones al sevillano modo. Eran personas anónimas, vecinos del barrio o de otras zonas de la ciudad, como una señora que llegó en el 32 desde Marqués de Pickman: "Tenemos que aportar entre todos nuestro granito de arena para que de una vez por todas se haga algo. A los políticos se les debería caer la cara de vergüenza cuando pasen por aquí". Ayer ninguno acudió a la cita.
La concentración estaba convocada para las ocho de la tarde, pero desde antes muchos activistas por la causa se fueron dando cita ante la puerta ojival de la iglesia. La mayoría ya había acudido a la anterior cita. José Javier Comas, gran impulsor de la plataforma de ciudadanos preocupada por Santa Catalina, procuraba que todo estuviera perfecto, como los grandes paneles de cartón sobre los muros para que las personas fuera pegando sus reivindicaciones. Justo delante de la puerta, unas señoras reparten un manifiesto y recogen firmas para la restauración, mientras otras venden las tan demandadas pulseras con el lema Restauración de Santa Catalina ¡Ya! A un euro.
Las paredes poco a poco se van cubriendo con peticiones: "Asenjo mueve ficha que me caigo". "Santa Catalina debería ser un orgullo para Sevilla y no una vergüenza". "Vamos a salvar nuestras obras de arte". "Se traspasa, vende o alquila". "Qué mis sueños no se derrumben con ella". "No hay que viajar para ver monumentos, los tenemos aquí". "Menos operación talento y más restauraciones culturales". La actriz María Galiana también se acercó a colocar sus mensajes y se mostró indignada por la situación de Santa Catalina: "Tenemos un Monumento Nacional que se cae a 100 metros de un monumento al despilfarro. Con un solo piso que no se hiciera de la Torre Cajasol se podría restaurar la iglesia".
El próximo 3 de junio se cumplirán ocho años del cierre. En este tiempo sólo se han reparado las cubiertas, trabajos terminados en diciembre de 2010. Desde entonces, se han detectado unos hundimientos en los pilares de entre 6 y 8 centímetros, con el consiguiente riesgo de desplome. Es hora de que la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y el Arzobispado se pongan de acuerdo. Sin más demora. Santa Catalina no puede esperar más.
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