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Una pérgola de 740 m2 en el Paseo de Marqués de Contadero

Urbanismo

La condición de Patrimonio es que el tejido de las velas de quita y pon sea de colores claros o crudos para que no afecte a la Torre del Oro

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Recreación del proyecto, aprobado por Patrimonio, con la calle Betis al fondo. / M. G.

Más de cuatro años ha tardado en recibir el visto bueno la colocación de una pérgola de 740 metros cuadrados con velas de quita y pon en el Paseo Marqués de Contadero. La solución adoptada por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo para acabar con la plaza dura que quedó tras la reurbanización realizada para construir el Centro Integral de Atención al Visitante ha sido aprobada por unanimidad por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

En el informe se detalla que la pérgola de grandes dimensiones no afecta negativamente a los valores propios de un Bien de Interés Cultural (BIC) como es la Torre del Oro. Patrimonio impone la condición de que el color del tejido microperforado que en la documentación presentada aparece como a elegir, “esté en consonancia con los colores claros o crudos que tradicionalmente se instalan en la ciudad, a los efectos de que sea compatible con el entorno donde se ubica y produzca la menor afección posible”.

Desde Urbanismo apuntan que “el espacio será más amable, refrescante, e incluso atractivo. Era una demanda ciudadana”. El proyecto contempla la instalación de tres pérgolas longitudinales que servirán de apoyo para las velas. Cada tramo de la estructura metálica contará con unas dimensiones de 56 metros de largo, 4,4 metros de ancho, y tres metros y medio de altura en sus bandejas superiores, que son las que servirán para dotar de sombra a esta zona junto al río Guadalquivir. La instalación de las pérgolas cuentan con una partida estimada de 110.000 euros. El Paseo de Marqués de Contadero seguirá sin sombra hasta el verano de 2023.

Hace menos de un año que la comisión de Patrimonio tumbó el anterior proyecto del gobierno municipal para colocar esas pérgolas con velas de quita y pon que doten de sombra Marqués de Contadero, que es una gran losa de hormigón desde su inauguración. Los técnicos rechazaron su colocación argumentando que supondría un importante impacto visual desde la calle Betis. Como consecuencia del resultado de las consultas, la Gerencia decidió detener el expediente y fijar como prioridad la Avenida de la Constitución, que se considera más importante y estratégica.

El Paseo de Marqués de Contadero aún sin sombra. / Juan Carlos Muñoz

Con lo que ya cuenta el paseo son unas jardineras de dos tamaños diferentes. 48 unidades que tienen un tamaño de dos metros por 60 centímetros, y 12 de dos por un metro. El suministro e instalación de estos elementos tuvo un coste para las arcas municipales de 26.800 euros. Además de la instalación de las jardineras, Urbanismo ha realizado nuevas plantaciones de vegetación decorativa y ornamental para completar la mejora generalizada de la imagen de este espacio lúdico junto al río.

Las principales arterias de los barrios, los patios de los colegios, los nodos de la red de transporte público como las paradas de taxis, y los itinerarios comerciales y turísticos son otras de las prioridades que se ha fijado la Gerencia para extender las zonas de sombra más allá del entoldado de algunas calles del casco antiguo durante el verano o los puentes de San Telmo y Los Remedios a partir de 2023. Para ello, el Ayuntamiento trabaja de la mano con la Escuela de Arquitectura para definir una nueva estrategia de intervención sobre los espacios públicos de la ciudad para adaptarlos a las temperaturas extremas y al cambio climático.

Los investigadores de la Universidad de Sevilla desarrollarán durante un periodo de tres años un primer proyecto denominado Sombras: estrategias para el manejo del confort térmico en la ciudad de Sevilla. Esta colaboración se articula a través de la creación de la Cátedra de Urbanismo Ecológico de Sevilla que aglutina distintos grupos de investigación y trabajo multidisciplinar de arquitectura, ingeniería agronómica, ingeniería, sociología, antropología o nuevas tecnologías. El objetivo es buscar soluciones para mejorar el confort térmico de la ciudad.

La instalación de la sombra acabará con la plaza dura que quedó tras la reurbanización

La programación dividida en tres hitos incluye trabajos de diagnóstico, investigación, elaboración de propuestas, implementación de medidas, monitorización y evaluación de los objetivos cumplidos para cada uno de los ejercicios. El resultado será un manual de buenas prácticas que usarán los técnicos de Urbanismo para los proyectos que salgan a licitación.

La iniciativa arranca con un análisis de los investigadores sobre las zonas que el gobierno socialista considera prioritarias. En el caso de los nodos de transporte público, se estudiarán las paradas de taxi en los hospitales Macarena y Virgen del Rocío, las paradas de autobús en itinerarios de alta ocupación, y el entorno de Santa Justa en el que irá el intercambiador de transportes tras la ampliación del tranvía desde San Bernardo a la estación. Otras de las preferencias de Urbanismo para extender la sombra son los itinerarios turísticos y comerciales del barrio de Santa Cruz, la zona histórica de Triana, o los ejes del Duque-Campana-Encarnación-Ponce de León y Contandero-Arenal-Atarazanas-Catedral.

Entre las distintas arterias de los barrios de la ciudad, el estudio ha comenzado con la segunda fase de la calle Asunción, Reina Mercedes, Pagés del Corro, Carretera de Su Eminencia y Ronda de Padre Pío. De los espacios públicos singulares destacan el Bulevar del Tamarguillo, el entorno de la Torre de la Plata, la Plaza Rafael Salgado, el eje del bus eléctrico entre José Laguillo y Santa Justa, y los accesos al estadio de la Cartuja. Por último, el análisis contempla las infraestructuras ciclistas, los colegios públicos y las distintas áreas de juegos de niños repartidos por los distritos de Sevilla. En cada una de esas zonas se trabajará en actuaciones y medidas concretas que podrán ser aplicadas posteriormente. Una vez hecho el diagnóstico de esos espacios, los investigadores monitorizarán los datos recabados con el fin de señalar cuáles son los indicadores a tener en cuenta a la hora de plantear una intervención urbanística.

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