Sólo uno de los 98 coches de caballos tiene permitido circular
La inmensa mayoría de los carruajes sevillanos no superaron la revisión anual por falta de freno · Entre ellos está el enganche que atropelló a una niña el domingo
El coche de caballos que atropelló y causó heridas leves a una niña de cinco años el pasado domingo en el Parque de María Luisa no tenía permiso para estar circulando después de que no pasara la revisión anual a la que el Ayuntamiento de Sevilla somete a este tipo de vehículos. Según explicaron ayer a este periódico fuentes municipales, el carruaje no pasó la inspección porque carecía de frenos y de alumbrado en la parte delantera y por tanto tenía que encontrarse inmovilizado en el momento del accidente.
Sólo uno de los 98 coches de caballo que tienen licencia municipal en Sevilla pasó este año la inspección anual que realiza el Grupo Giralda de la Policía Local. La inmensa mayoría de los más de 70 que se presentaron fueron rechazados por la falta de frenos mecánicos que garanticen que el vehículo se detenga totalmente en caso de desboque del animal que tira de él. Generalmente se trata de un freno que se activa con el pie y que consta de unos discos similares a los de las motocicletas colocados en las ruedas. El coche con licencia número 37, implicado en el atropello del pasado domingo, estaba entre los que se presentaron a la inspección y no la pasaron.
La ordenanza municipal que regula el transporte de viajeros en coches de caballos recoge en su artículo 9 que cada vehículo debe ser objeto de inspección por parte de la Policía Local y en el artículo 12 detalla las características mínimas que tiene que presentar cada carruaje. "Deberán estar provistos de caja cerrada en todo su perímetro con puertas de fácil manejo, dotada del adecuado juego de peldaños, de tal modo que las maniobras de apertura, cierre, subida y bajada de los pasajeros se efectúen con comodidad. Igualmente deberán estar provistos de freno eficiente para la detención del carruaje en caso de emergencia". El texto considera una falta muy grave el hecho de que el carruaje no esté en buenas condiciones de funcionamiento por el peligro que implica para las personas y sanciona esta infracción con la suspensión del permiso municipal del conductor de uno a tres años.
En este caso, el Consistorio dio una moratoria de dos meses a los cocheros para que instalaran frenos y luces. Al propietario de la licencia 37 se le notificó esta moratoria el 11 de marzo, por lo que el plazo expiró en mayo. Fuentes de la asociación de cocheros explicaron ayer que la instalación de frenos en los coches es imposible porque un frenazo causaría daños irreparables en los carruajes.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por St. Mary’s School Sevilla
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía