Simulacro de incendio en el Alcázar de Sevilla

Medio centenar de personas han participado este jueves en el simulacro de incendio desarrollado en el Real Alcázar de Sevilla, que se ha realizado por primera vez con el palacio abierto al público y ante la curiosa mirada de los visitantes. Antes de la entrada, se les informaba a todos de que se iba a realizar un simulacro durante aproximadamente una hora y que posiblemente tendrían que alterar el orden de la visita mientras duraba el trabajo de los servicios de emergencias.

En el dispositivo han estado unos 15 bomberos, diez policías locales, diez miembros del servicio de Protección Civil y el personal de seguridad del Alcázar. La prueba ha consistido en un supuesto incendio en la primera planta y el rescate y la asistencia de los heridos en un hospital de campaña colocado en el patio de la Montería. Los vehículos más pequeños de los Bomberos han accedido al recinto por el Patio de Banderas, mientras que los camiones con las escalas han apoyado desde el exterior.

El siniestro propuesto ha consistido en un fuego provocado por los operarios del proceso de restauración de los forjados de madera de la estancia 330 del edificio del Almirante, que dejaron productos químicos que sufrieron un calentamiento durante la madrugada. El fallo en la transmisión de la señal contra incendios impidió la detección del fuego.

El operador del centro de control sufrió un corte de luz, por lo que bajó al cuarto eléctrico. Al pasar por el patio Castellano, observó salida de humos por la puerta de la estancia 330. Al abrir la puerta, una llamarada le obligó a retroceder de forma brusca. El incendio se extendió por todo el patio. El vigilante volvió al centro de control para activar el protocolo de ayuda externa a través del 112.

Una serie de fallos estructurales en varias estancias provocaron un colapso parcial con caída de parte de la cubierta, con cuatro personas atrapadas y varias pidiendo socorro en la azotea del palacio Mudéjar. Los cuatro atrapados sufrían distintas lesiones y, sobre todo, problemas respiratorios.

El simulacro se ha desarrollado ante turistas y guías, sevillanos y también algunos escolares que visitaban el monumento. Algunos han optado por tomar fotos y vídeos con sus teléfonos móviles, lo que ha provocado alguna sonrisa entre los actores que hacían de heridos.

El evento ha estado presidido por el delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, y la delegada de Presidencia y Hacienda, Sonia Gaya. "Es fundamental este tipo de simulacros para la coordinación de todos los efectivos de emergencias del Ayuntamiento y poner en valor el plan de protección del monumento, de cara a reforzar la seguridad de los trabajadores y de los miles de visitantes que recibimos", expuso Cabrera, que recordó que ya se hizo uno parecido en la Catedral.

Gaya agradeció a la dirección del Alcázar y a todos los servicios de emergencias su colaboración para este simulacro, "imprescindible para comprobar que no se pone en riesgo en ningún momento la vida de las personas y el propio patrimonio de la ciudad".