El Silencio censura que Zoido reduzca la Semana Santa a los ingresos de los bares
Alberto Ybarra exige mayores medidas de seguridad ante los graves hechos de la Madrugada.
"Parece que el Ayuntamiento pone en prevalencia los beneficios económicos y los ingresos en los bares al discurrir tranquilo de la Semana Santa". Quien realiza estas declaraciones es Alberto Ybarra, hermano mayor del Silencio, la cofradía que más sufrió las estampidas que se produjeron la reciente Madrugada en el entorno de la carrera oficial. Cruces rotas, clavícula fracturada de un nazareno, penitentes arrollados con ataques de ansiedad y niños refugiados bajo el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno es el balance de una estación de penitencia de difícil olvido en esta hermandad. La primera de una jornada que se desarrolla cada vez más dentro de un ambiente bastante degradado.
La Hermandad del Silencio enumeró las incidencias en el cabildo de disciplina celebrado el lunes. "La estación de penitencia iba bien. La Macarena no había dejado ningún retraso en el cruce con Trajano. Todo se fue al traste con las estampidas en Cuna, Orfila, el Duque y Aponte", refiere Ybarra, que pone en entredicho la "calidad" de gran parte del público de esa noche: "Cuando salimos de la Catedral el ambiente por el que transitaba la cofradía era muy malo, pues la mayoría de los jóvenes vienen a pasar la noche al centro con la única intención de beber y formar bronca, no es un público al que le interesen las cofradías".
El hermano mayor del Silencio es tajante a la hora de pedir responsabilidades. "El Ayuntamiento debe tomar cartas en el asunto. No se pueden consentir concentraciones de gente bebiendo en las setas, la Plaza del Pan, la de la Pescadería o en Argote de Molina, convertida en un botellódromo cuando la cofradía transitaba por allí", refiere Ybarra. "Podía haber sido una tragedia, pero gracias al trabajo de los diputados de canastilla se calmó a los nazarenos, la cofradía se recompuso y siguió adelante", recuerda el hermano mayor del Silencio, corporación que entregará este miércoles al alcalde, Juan Ignacio Zoido, durante un encuentro que mantendrán en el Ayuntamiento, un escrito en el que exigirán que se tomen "todas las medidas de seguridad necesarias para que esta situación no se vuelva a repetir".
En esta misma línea se expresa el hermano mayor del Gran Poder, Félix Ríos, quien considera que "se había bajado bastante la guardia" respecto a los sucesos de la Madrugada de 2000, que tantas medidas de seguridad obligaron a establecer en años posteriores. "La gente tiene que salir esa noche tranquila a la calle", expresa Ríos, para el que el "ambiente" de la Madrugada es "reflejo de la sociedad actual", por lo que sugiere, como ya se ha hecho en el fúbol o en cualquier otro acto que concite gran cantidad de público, que "se tomen medidas antes de que ocurra alguna desgracia".
La Hermandad de la Macarena sufrió otra de las grandes incidencias de la pasada Madrugada. Un escape de gas en la calle Feria obligó a tomar un recorrido distinto. El vídeo en el que se contempla a los nazarenos del paso de la Virgen solapados unos con otros en la calle Cuna ha corrido como la pólvora en las redes sociales, lo que deja en entredicho aún más la seguridad de esta jornada. El hermano mayor macareno, Manuel García, detalló a Diario de Sevilla que esta situación se produjo por un fallo en el sistema de comunicación telefónica de los diputados de tramo. "Las interferencias con la Policía anularon la señal de los walkie talkies, por lo que resultó imposible comunicar a los diputados de los últimos tramos de la Virgen que se detuviera el palio. Éste lo hizo cuando ya era imposible andar", explica García, quien a esta situación añade los 15 minutos que la Policía tuvo que emplear en "disolver el tapón de público" en la esquina de Javier Lasso de la Vega con Amor de Dios después de que pasara los Gitanos. Lo que queda claro para García es que el modelo actual de la Madrugada "no se sostiene", por lo que "algo hay que hacer". "Cuando hace dos años propuse en este periódico lo de una segunda Madrugada, muchos me tomaron por loco, pero sería una solución".
Aunque la Hermandad del Calvario no se vio afectada por estas incidencias, para su hermano mayor, Alejandro Alvarado, resulta "inconcebible" que haya "botellonas en la calle la noche más importante". "Las cofradías de esta jornada hemos estado un año organizando horarios e itinerarios que no han servido para nada y hemos olvidado el gran problema que atañe a la Madrugada desde el 2000, que es el de la seguridad", explica Alvarado.
"Es el momento de estar vigilantes y tomar medidas". Quien así se expresa es el hermano mayor de la Esperanza de Triana, Alfonso de Julios, quien opina que "el ambiente de la Madrugada se había mejorado y da la impresión de que se ha producido una tendencia regresiva". Esta corporació sufrió en 2009 un amago de carreritas cuando la cofradía transitaba por Reyes Católicos. Este año una trifulca en el Bar Capote, bajo el puente de Triana, acabó con dos personas arrojadas al río.
La última cofradía de la Madrugada, los Gitanos, también se vio afectada por varias estampidas. Ambas provocadas por peleas. La primera, en la calle Gallos, obligó a detener el paso del Señor de la Salud. La segunda, en las setas, provocó una gran estampida que afectó a los componentes de la banda infantil. "Esto ha dejado un recuerdo muy negativo y difícil de superar en los más jóvenes de la hermandad", señala José Moreno Vega, hermano mayor de los Gitanos, que reconoce que "quizá la presión policial no ha sido la más acertada. Sería bueno que después de esto se tomaran las medidas oportunas para el próximo año".
(Vídeo: Luis Duarte)
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