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El alcalde de Sevilla obtiene el respaldo del sector para la tasa turística

Turismo

El pago se aplicará a cruceros y excursiones y no sólo a las pernoctaciones

El sistema de recaudación no tendrían que afrontarlo exclusivamente los hoteleros

Se hará una excepción para quienes acudan a la ciudad por motivos laborales o sanitarios

Los hoteles de Sevilla exigen conocer a qué se va a dedicar la tasa turística

En marcha la maquinaria para implantar la tasa turística en Sevilla

Turistas en el entorno del Alcázar. / José Ángel García

El Ayuntamiento de Sevilla ha logrado ya un primer acuerdo para comenzar a tramitar la implantación de la tasa turística. La aplicación de este gravamen se antoja aún lejana en el tiempo, pero el gobierno local que dirige Antonio Muñoz necesitaba de la aprobación de todos los agentes implicados en esta actividad económica para dar un primer paso. Y la ha tenido. Al menos, eso es lo que se ha comunicado oficialmente este miércoles en las instalaciones del Paseo del Marqués de Contadero, sede del Centro de Atención Integral al Turista.

El regidor hispalense se ha mostrado satisfecho tras la reunión en la que cada una de las partes ha expuesto sus dudas sobre el nuevo gravamen. También ha habido aportaciones, varias de ellas dadas a conocer los últimos días. En su intervención, Muñoz se ha hecho eco de algunas de estas propuestas. Dos de ellas proceden de las reclamaciones de la patronal hotelera, el colectivo más reacio a dicha tasa, aunque esta postura parece haberse suavizado en el encuentro de este miércoles.

En este sentido, los hoteleros se habían quejado de que sus establecimientos se convirtieran en centros de recaudación, pues la tasa la pagarían los turistas una vez los abandonen y abonen todos los gastos. Con la intención de que este trámite no recaiga exclusivamente en este segmento y de que no sólo se cobre a los visitantes que pernoctan, el gobierno local baraja la posibilidad que este tributo también lo paguen los excursionistas, es decir, quienes disfrutan de la oferta de la ciudad sin dormir en ella, ya sea porque lo hacen sólo por un día al tener su alojamiento en una provincia cercana o porque acuden varias jornadas al dormir en un municipio cercano. Aquí podrían entrar también los cruceristas.

De salir adelante esta propuesta, los ingresos aumentarían (en principio se prevén obtener siete millones de euros anuales con la tasa) al ampliarse los puntos de recaudación, lo que también haría más complejo dicho sistema. Se evitaría, eso sí, que algunas agencias o visitantes a título individual dejaran de reservar habitaciones en hoteles de la capital para no abonar la tasa y lo hicieran en los del área metropolitana.

Las excepciones

Quedarían excluidos de este pago quienes se encuentren ocasionalmente en Sevilla por obligaciones laborales o los que lo hacen por motivos de salud. Es decir, como ha resumido el alcalde, las personas que viajan a la capital andaluza por "circunstancias no deseadas". Se trata de otra de las reclamaciones lanzadas por la patronal hotelera estos días, ya que los viajes de trabajo suponen un importante segmento de clientes para el sector. Habría que debatir y definir aquí dicho concepto, ya que muchos congresos que se celebran en la ciudad (ahí está el ejemplo de Fibes) podrían entrar en dicha denominación y sus asistentes quedar exentos de la tasa.

Se trata, en todo caso, de detalles pormenorizados que habrá que ir estudiando en los grupos de trabajo que, una vez logrado el consenso, se constituirán para analizar el cómo, cuándo y a quién se le cobra esa tasa. Además, también se encargará un estudio técnico comparativo con otras ciudades que ya aplican el tributo. En todo el mundo, según ha señalado Muñoz, hay 160 ciudades que lo tienen. En la reunión de este miércoles se han puesto sobre la mesa los modelos suizo, italiano y británico. Pero existen numerosas variantes. El acalde sólo refirió algunas posibilidades: desde una tarifa plana a otra que vaya acorde con la categoría del hotel, que sólo se grave a los que se alojan en zonas turísticas o que haya bonificaciones para familias o en función de la temporada.

La necesaria "transparencia"

Lo que sí han dejado claro todas las partes que han acudido a la reunión es la necesidad de que tanto la obtención de los ingresos que genere la tasa como su aplicación estén marcadas por "la transparencia" y la continua información, motivo por el cual algunos de los agentes exigen la constitución de una mesa técnica que supervise continuamente estos trámites. Muñoz ha corroborado este principio y también abre la puerta a que la finalidad de los fondos conseguidos varíe cada año. "Algunos ejercicios se podrán destinar a la promoción turística y otros a mejorar los elementos patrimoniales", ha precisado.

Pero antes de dar cualquier paso se requiere de un marco legislativo que permita implantar este gravamen, ya sea por parte del Gobierno de España o de la Junta de Andalucía. El alcalde ya ha iniciado ciertos contactos, aún no oficiales. Con la Administración central lo ha hecho a través de un encuentro informal con la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, a quien le ha traslado esta intención. Con el Ejecutivo regional, este objetivo también se le ha hecho saber al que ha sido hasta ahora consejero de Turismo, Juan Marín. Muñoz esperará a que se configure el nuevo Gobierno andaluz para iniciar los trámites oportunos.

Liderar el debate

El alcalde de Sevilla desea que Sevilla sea la que lidere el debate sobre la nueva fiscalidad turística y que la posibilidad de aplicar una tasa a los visitantes no se convierta en obligación, sino que cada municipio la apruebe en función de sus características y necesidades. Pero que sea una opción a la que pueda recurrir porque las leyes se lo permiten.

El encuentro también ha servido para intentar despejar cualquier duda sobre los efectos que este tributo pueda tener en la demanda. Desde el Ayuntamiento se insiste en que, según los estudios iniciales recabados por la Oficina Municipal de Turismo, en las más de 160 ciudades que tienen implantado ya un modelo de fiscalidad turística no ha habido pérdida de competitividad o un descenso de los visitantes. De hecho, entre las capitales que ya cuentan con estas figuras están los principales destinos de toda Europa, América y parte de África.

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