Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
En la sede de la Smart Tourism Office en Fibes, en pleno "cerebro de la innovación turística", tal y como lo ha definido Antonio Jiménez, director gerente de Sevilla City Office, se ha presentado el Informe de Sostenibilidad Turística de Sevilla. Un informe que ha analizado los datos recogidos por tres empresas consultoras (VP Government Engagement Mastercard, Mabrian y Ético) y que ha dado un importante paso en el estudio del comportamiento del turista y de la estrategia a seguir en este campo. Así, por ejemplo, se ha desvelado que los turistas gastan más en restauración que en compras al comercio local, que aprueba con nota alta en sostenibilidad turística y que urge descentralizar el turismo del casco histórico y crear otros flujos turísticos hacia zonas como la Macarena, Triana o la Cartuja. En este encuentro, formalizado en el contexto de la cumbre TIS-Tourism Innovation Summit, Jiménez también ha admitido que Sevilla no tiene capacidad para absorber macroeventos superiores a 9.000 personas sin que estos causen problemas de movilidad, aunque sí ve en el aumento de la planta hotelera una baza para poder progresivamente avanzar en este sentido.
Hace dos años arrancó este laboratorio para implementar nuevas políticas enfocadas al desarrollo del turismo en el destino Sevilla, con el fin de "desarrollar un modelo de gobernanza más eficaz y crear un modelo de ciudad compartida, donde el equilibrio entre el residente y el visitante ha de ser la prioridad, en consonancia con las políticas de sostenibilidad y transformación digital que hoy son tan importantes para todo el desarrollo de una ciudad turística como es Sevilla".
En el marco del TIS del pasado año, ya se presentaron las primeras líneas para crear este informe de sostenibilidad. A través del análisis de datos, obtenidos a lo largo de 2021, ya se han ofrecido los primeros resultados, comparándolos a nivel nacional pero también con otras capitales internacionales.
Álex Villeyra, CEO de Mabrian, ha introducido la sesión detallando cómo se han medido estos indicadores, que hace diez días se presentaron en Dubái o se han enseñando en Costa Rica teniendo como referencia a Sevilla. Estos medidores se han trasladado a algunos destinos europeos y, a nivel nacional, también se trabajan en Menorca o Lanzarote. "Una propuesta basada en datos pero con un trasfondo metodológico de las consultoras especializadas en sostenibilidad turística, que han trabajado y que añaden la incorporación de indicadores propios en el destino, por ejemplo, a nivel ocupación o servicios. Así, en este informe se han podido aplicar indicadores globales y otros específicos del destino, en este caso, Sevilla".
Laura Garrido, fundadora de Ético, ha contado como la herramienta es moldeable, donde se puede añadir "como el destino no solo influye en las personas sino también en el medio ambiente. Una herramienta indispensable, que permite medir y avanzar en la planificación turística".
Daniel Nieto, de VP Government Engagement Mastercard, ha descrito cómo han trabajado los datos desde el punto de vista de los gastos de los turistas. "Nosotros entendemos la sostenibilidad en tres dimensiones: ambiental, económica y social. Las tres deberían ir de la mano. Esta medición nos permite decir dónde y hacia dónde vamos". Este estudio ha permitido descubrir y discernir entre lo que era el turismo antes (basado en las visitas más patrimoniales), pasando por la transición al turismo de experiencias hasta llegar al turismo con voluntad de hacer un cambio positivo en el destino, de generar beneficios para los ciudadanos, el medioambiente de la ciudad. Un turismo regenerador que contribuirá a que las comunidades locales sean mejores".
Desde el punto de vista mediambiental, económica y social, los datos recogidos por el informe han venido de diversas fuentes fundamentales: redes sociales (menciones de redes sociales, percepciones de los turistas sobre el destino), datos de Mastercard en cuanto al impacto económico (no sólo cuánto gasta el turista sino cómo lo gasta) e indicadores de huella de carbono (fundamentalmente en la conectividad aérea).
Los datos de Sevilla en este informe han sido comparados con París, Viena y Berlín, destinos de tamaños y perfiles diferentes.
La huella de CO2 por visitante al destino ha sido uno de los parámetros medidos. París, en este caso, sobresale por sus conexiones numerosas y sus dos aeropuertos, "pero lo importante es el impacto en Sevilla. En datos de 2021, tiene el presupuesto más bajo de estos destinos", ha detallado Álex Villeyra (Mabrian). Así, la ciudad se posiciona con un 96,7 gracias a que los visitantes tienen otras opciones de conectividad, como el tren de alta velocidad.
El gasto promedio del visitante en Sevilla también ha sido medido a través del pago con Mastercard. En este caso, la ciudad sí se sitúa en última posición, quedándose en un 10% del gasto total del viajero en tiendas locales o de proximidad.
La percepción de los turistas en las redes sociales sirve para entender si un destino está haciendo una política activa de posicionar sus iniciativas de sostenibilidad. "Así, medimos los temas más mencionados. En Sevilla, los más comunes son la preservación cultural (la oferta cultural-patrimonial es el elemento más significativo), también términos de igualdad social y comercio local", ha reseñado Villeyra, que ha añadido que de todas las menciones turísticas relacionadas con sostenibilidad, Sevilla tiene el mayor porcentaje con menciones en positivo, con un 71% frente al 49% de París, el 45% de Viena o el 39% de Berlín.
Otros indicadores mostrados han dependido de los orígenes del turismo y de la estacionalidad, "claves para un turismo sano". Así, en 2021, aún teniendo en cuenta que no fue un año normalizado para el sector, el impacto entre largo, medio y corto radio sobre Sevilla fue en su mayoría de visitantes de corto radio, "aunque, poco a poco, la tendencia del sector está recuperando el turismo de medio y largo plazo".
En términos de concentración turística, es el Casco Antiguo el que absorbe el mayor flujo de turistas con diferencia. Una tarea pendiente para Sevilla, que debe derivar sus flujos turísticos hacia otras zonas de la ciudad. Igualmente, la estacionalidad en Sevilla es menor que en otros destinos.
Antonio Jiménez, en un balance de los resultados, ha asumido que es fundamental la desconcentración del centro de la ciudad, que ya ha empezado a trabajar con políticas del Plan Turístico de Grandes Ciudades, junto a la Junta de Andalucía, y otras medidas como la extensión de los flujos hacia la Macarena, la zona Sur, la Cartuja o Triana con los planes de sostenibilidad, "pero sí es cierto que es un trabajo que no es a corto plazo".
La singularidad del destino, "poner en valor cómo entendemos la vida, qué artesanía tenemos, en búsqueda de un turismo premium, es importante a través de estos indicadores".
Los datos respecto al comercio local, sí muestran un margen de mejora importante. "Una mejor distribución del gasto en ese comercio es lo ideal, por ejemplo, de turistas que vienen con paquetes completos, como el anglosajón, que tiende más a ese gasto en el comercio local. Hay margen para la mejora y estos datos ayudan a crear políticas para ello", ha añadido Daniel Nieto, de Mastercard.
Jiménez también ha reflexionado respecto al trabajo que desde Sevilla City Office se realiza en el terreno de la absorción de visitantes en macroeventos. Así, la movilidad de los flujos de personas es uno de los retos de los destinos con organización de grandes eventos y, para evitar la saturación, desde Sevilla City Office, trabajan en la carga máxima de la ciudad para evitar las afectaciones negativas en los servicios. En este sentido, ha apuntado que "esta ciudad no puede absorber eventos por encima de 9.000 personas. No es nuestro target, y el target tiene que ser el de congresos de 6.000-7.000 personas, pero es cierto que estamos trabajando en la carga máxima para resolver las afecciones negativas que pueda provocar en la ciudad, como la movilidad. No está definido aún, pero sí tenemos trabajo previo hecho que iremos lanzando".
No obstante, ha señalado que la planta hotelera de Sevilla tiene capacidad para crecer al ritmo de unas 800 plazas anuales durante los próximos tres años, ya que los niveles de ocupación actualmente no se han visto afectados por la guerra en Ucrania y, además, hay mercados como el asiático, que supone un 20% en la ocupación de la ciudad, o el americano que todavía no están abiertos.
Así, Jiménez aprueba con un 8 en sostenibilidad a la ciudad y ha resaltado "la importancia de gestionar la congestión del centro y poner al residente en el centro de las políticas. Uno de los pilares fundamentales es facilitar el flujo turístico a otras zonas y eso muestra nuestra preocupación por la convivencia".
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