Sevilla supera el examen de la Unesco

Torre Cajasol

La obra del rascacielos de Pelli podrá culminarse sin riesgos para la ciudad y bajo el compromiso de evitar otros proyectos similares .

Foto: Antonio Pizarro
Foto: Antonio Pizarro
María José Guzmán

27 de junio 2012 - 05:03

El debate fue largo, tenso y muy duro. Así lo admitió este miércoles el propio alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, tras defender la postura de la ciudad ante el Comité Mundial de la Unesco que pretendía incluir a la capital en la lista del patrimonio de la humanidad en peligro. El argumento era que el impacto de la Torre Cajasol hacía a Sevilla desmerecedora de este título y que, por tanto, o se le quitaba esta distinción o se tumbaba el rascacielos. Pero al final ha sido esta propuesta crítica la que se ha venido abajo: la torre diseñada por César Pelli podrá seguir creciendo hasta alcanzar los 178 metros de altura, mientras que Sevilla no sólo ha zanjado el debate, sino que ha salido victoriosa de él tras una estudiada y tenaz estrategia política.

El mérito, al menos una gran parte, es del alcalde. Zoido se ha implicado personalmente en el proyecto para solventar un problema legado por el anterior gobierno pero que tiene, según su punto de vista, una importante repercusión para el desarrollo económico de la ciudad. Él mismo intervino este miércoles en la asamblea celebrada en San Petersburgo para defender su postura. Hasta en tres ocasiones tomó la palabra ante los representantes de los 21 países que forman parte del comité mundial. Zoido -que estuvo acompañado por el delegado Maximiliano Vílchez- contó con el apoyo del Gobierno central, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Jesús Prieto de Pedro, que intervino una vez en defensa de Sevilla.

La oposición más férrea la ejerció Alemania, que apuntó la incorporación de una propuesta transaccional para que la ciudad se comprometa a impedir la construcción de más rascacielos que pongan en riesgo su imagen monumental. Al final, aunque no hubo votos en contra, los alemanes, junto con los estonios y los suizos, fueron los únicos que se abstuvieron a la hora de respaldar el documento final que evita la entrada de Sevilla en la lista negra del patrimonio mundial.

Había buenas vibraciones después de que el comité incluyera en la lista negra a Liverpool el día anterior, lo que algunos consideraron ya como un castigo ejemplar que ayudaría a pasar la mano con España. No obstante, los ánimos de la delegación española no comenzaron a cambiar hasta pasado el mediodía, tras varias horas de debate. La reacción de Alemania fue un jarro de agua fría, pero luego llegaron los apoyos de Francia (importante por su peso en la Unesco), México, India, Senegal... Ocho votos a favor hubieran sido suficientes, pero se arrancaron hasta 18, lo que superó las propias expectativas del alcalde. En torno a las dos de la tarde la Unesco comunicó vía Twitter que el conjunto monumental de Sevilla, compuesto por el Alcázar, el Archivo de Indias y la Catedral, no entrarán "este año" en la lista negra. "Y ha quedado terminantemente claro", apuntó el alcalde, que insistió en que tampoco se ha ordenado la paralización de las obras de la torre ni su demolición.

Vídeo: Antonio Pizarro

En cualquier caso, el comité ha acompañado su decisión con una serie de recomendaciones y compromisos para ampliar la protección del conjunto monumental que van dirigidos al Ayuntamiento de Sevilla, como gestor de los bienes. Así, la Unesco instó este miércoles al gobierno local a iniciar estudios en colaboración con el órgano consultivo Icomos para evitar construcciones similares en el futuro a través de la modificación de los planes de ordenamiento urbanístico. El alcalde no sólo aceptó el consejo, sino que apuntó que organizará este mismo año un encuentro internacional de expertos para profundizar en el concepto de paisaje histórico urbano y arquitectura moderna. "Tenemos el compromiso de redactar los planes especiales necesarios para que esto no vuelva a pasar. En ese entorno no va a haber más construcciones de altura de esa magnitud", concretó Zoido.

En este sentido, el Gobierno central apuntó que Sevilla ha eludido "la espada de Damocles" pero advirtió que la Unesco hará un seguimiento a Sevilla para comprobar el cumplimiento de los compromisos adquiridos. "El acuerdo es muy proactivo e intenta conducir el futuro de las políticas de patrimonio histórico de la ciudad", apuntó el director general de Bellas Artes. "Podemos estar tranquilos, pero la Unesco exigirá informes a principios de 2013", recordó.

La delegación española que defendió el proyecto este miércoles en San Petersburgo apuntó que era difícil que la Unesco diera marcha atrás después de la propuesta elaborada por el Centro de Patrimonio Mundial. Tanto Zoido como Prieto defendieron ante los delegados que la declaración de patrimonio de la humanidad y la torre que promueve Cajasol son plenamente compatibles. El hecho de comparar en la asamblea a Sevilla con la ciudad alemana de Dresde -que ya fue expulsada de la lista- facilitó la defensa de la propuesta sevillana pues los casos son distintos: la declaración de patrimonio de la humanidad otorgada en 1987 a Sevilla no alude al paisaje, sino al valor intrínseco que tienen la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias como monumentos.

Zoido, este miércoles más que nunca, se mostró "orgulloso" del patrimonio histórico de la ciudad. Su defensa le brindó, además, la oportunidad de dar la vuelta a la tortilla. La polémica se ha tornado en una oportunidad más para mostrar a Sevilla como referente mundial.

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