Sevilla mantiene el pulso vital: dos décadas con menos muertes que nacimientos
Movimiento natural de población
El primer trimestre de 2019 rompe ligeramente la tendencia con un repunte de los fallecimientos, 600 más que alumbramientos
El año arrancó en Sevilla con más muertes que nacimientos. Una estadística que prácticamente se repite año tras año por la elevada tasa de mortalidad que siempre rodea a los primeros meses del año cuando factores como al frío, el zarpazo de la gripe y otros virus, la caída del ánimo tras el fin de la Navidad o la entrada en la famosa cuesta con dificultades económicas hacen que el número de defunciones se dispare entre enero y febrero sobre todo. Un dato que no quiere decir que en Sevilla se muera más gente que nace, si no que, lejos de esto, la tendencia es, según las estadísticas, que la suma de los doce meses del año arroje una cifra de nacimientos siempre superior a la de fallecimientos.
Es por ello que, aunque en el primer trimestre de 2019 en la provincia de Sevilla se han registrado 600 defunciones más que nacimientos, echando la vista atrás, lo normal aquí históricamente es que el número de niños que nacen y el de personas que fallecen caminen prácticamente de la mano, pero siempre con una tasa de natalidad por encima a la de mortalidad. Circunstancia ésta que no quita importancia a lo que es ya un problema histórico en la demografía sevillana en el que la natalidad se encuentra en mínimos históricos.
Según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, entre enero y marzo nacieron 3.983 personas en Sevilla frente a las 4.583 que perdieron la vida. Del total de nacimientos en el primer trimestre, 2.000 fueron niños y 1.964 niñas. Además, hubo 94 partos dobles y dos triples.
El primer trimestre de 2019 es de los últimos cinco años el más bajo en nacimientos. En 2018, en este mismo periodo nacieron 4.166 bebés; en 2017 fueron 4.347; en 2016, 4.658; en 2015, 4.866; y, en 2014, 4.855. Estos datos evidencian aún más una situación que es ya histórica en la provincia de Sevilla, donde la caída de la natalidad no tiene freno y en 2018 volvió a descender hasta los 16.958 nacimientos, la cifra más baja desde que existen registros. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el año pasado nacieron en la provincia de Sevilla 926 niños menos que en 2017; 2.555 menos que hace 18 años; y, casi 13.500 menos que en 1975, último año del que se tienen registros.
En cuanto a la edad de las madres, destaca que la mayoría de nacimientos fueron en madres con una edad comprendida entre los 30 y los 34 años (1.291), seguido de madres de entre 35 y 39 (1.273). Además se produjeron 27 nacimientos de madres con edades de más de 45 y 88 con madres jóvenes con edades entre los 15 y los 19 años.
Del total de nacimientos registrados en Sevilla entre enero y marzo, 214 fueron de madres extranjeras. Esto se traduce en un 6,7% del total de nacidos en la provincia en este periodo de tiempo. Una cifra, que pese a que es la más alta de Andalucía -con un total de 658- no sitúa a la provincia a la cabeza de nacimientos de padres extranjeros. En esta parámetro destacan en la región los datos de Almería y Málaga, con un 40% y un 37,7% respectivamente, provincias por ende donde vive el mayor volumen de población extranjera. según los últimos datos del INE.
Pese a estos datos, que en Sevilla por lo general nazcan más niños que personas se mueren no quita importancia a lo que es ya mal crónico. La caída progresiva de la natalidad ha llevado a que, en 40 años, las madres sevillanas hayan reducido los nacimientos a la mitad: de los 30.447 de 1975 a los 16.958, de 2018. En todos estos años sólo se aprecia un cierto repunte entre 2007 y 2008, cuando se llegó a 25.193 nacimientos, pero a partir de 2009 empieza una caída en picado con más de 7.000 nuevas vidas menos en los últimos diez años. A nivel andaluz, pese a que Sevilla tiene la segunda tasa bruta de natalidad más alta -sólo por detrás de Almería-, el histórico demuestra cómo la natalidad se derrumba en la provincia. En 1975, la tasa bruta era 21,70 nacimientos por cada 1000 habitantes y en 2018 apenas llega a los 8,71.
En el lado opuesto de este pulso vital se encuentran las defunciones. Con respecto al número de muertes, las 4.583 personas que fallecieron en la provincia entre enero y marzo supone un descenso del 5% respecto a los fallecimientos del mismo periodo de 2018. Echando la vista atrás hasta el año 2000, los datos del INE nos muestran como en Sevilla el dato de fallecidos no ofrece grandes diferencias en los últimos casi 20 años. En 2018 se murieron en la provincia 15.764 personas, esto supone apenas 463 personas menos que en 2017. Sí son más preocupantes las comparaciones si nos remontamos 40 años cuando el número de muertes fue inferior al del año pasado en 5.169 personas. En concreto, en 1975 murieron 5.610 hombres y 4.985 mujeres. Unos números que nos muestran cómo con el paso de los años el número de muertes en la provincia va en continuo aumento.
Por meses, el peor de 2018 no fue el primer mes del año, cuando tiene lugar la famosa cuesta de enero que se cobra cobra cada año la vida de muchas personas, sobre todo mayores. De hecho este mes del año pasado, con 1.884 defunciones, redujo esta cifra respecto a 2017, cuando fueron 1960. Según los datos del INE, en 2018 fue febrero el mes que registró un mayor número de defunciones, 1.386 en total y 35 más que el mismo mes del año anterior.
No obstante, hay que recordar que la provincia de Sevilla, aunque también tiende al envejecimiento, está por debajo en este aspecto de otras zonas de España, en las que el porcentaje de personas mayores sobre el total supera de largo al que se da en Sevilla.
Por edad, el mayor número de defunciones en los tres primeros meses de 2019 se produjo en personas con edad comprendida entre los 85 y 89 años (972), mientras que un total de 864 se produjo en personas con 90 años o más, dándose la circunstancia de que 28 de ellas fueron personas con 100 años o más.
Del total de 4.583 personas fallecidas entre enero y marzo en la provincia, sólo 37 eran personas extranjeras. Por estado civil, destaca que 1.863 de los fallecidos eran viudos, es decir, habían perdido con anterioridad a su pareja.
El crecimiento vegetativo de Sevilla (el número de nacimientos menos el de fallecimientos) ha sido negativo en el primer trimestre del año: murieron 600 personas más de las que nacieron en la provincia.
En Andalucía y España muere más gente que nace
Andalucía registró durante el primer trimestre de este año 2019 un total de 20.172 defunciones, frente a los 16.912 nacimientos contabilizados en el mismo periodo de tiempo en la comunidad autónoma, donde, de este modo, se produjeron 3.260 muertes más que alumbramientos. Estas cifras suponen descensos del 10,3% en defunciones y del 1,9% en nacimientos, que confirma que el crecimiento natural en Andalucía -la diferencia entre los nacimientos y las defunciones- ha sido negativo, de 3.260 personas.
Más deprimentes son los datos a nivel nacional. Según las cifras provisionales del INE, España se está muriendo y el 2018 es ya el año que ha registrado la peor diferencia entre nacimientos y muertes desde 1941. El año pasado el número de nacimientos fue de 369.302, el nivel más bajo en 20 años. Hace apenas diez años, justo en el inicio de la crisis económica, se sobrepasaba el medio millón, pero desde entonces (con la excepción de 2014, cuando aumentaron los nacimientos) este dato no ha dejado de caer. Así, en los últimos diez años ha descendido un 29%.
Además, en 2018 murieron 426.053 personas, el número más alto desde 1941. Con estas cifras, el saldo negativo de la población fue de 56.262 personas, que también es la mayor desde hace casi 80 años. El año pasado fue de 30.772 personas.
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