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Sevilla necesitará más de 57.000 pisos para 2030

Un estudio del Banco de España cifra en 4.100 las viviendas que se crearán al año, en función del crecimiento demográfico, los próximos 14 ejercicios.

Bloque de pisos en construcción en Sevilla.
Diego J. Geniz

01 de marzo 2016 - 06:43

De aquel cielo tachonado de grúas a un horizonte expedito de ellas. Hay que remontarse casi una década para recordar aquella imagen de innumerables promociones en la ciudad, en el área metropolitana o incluso en el ámbito rural. Llegó la crisis y con ella el estallido de la burbuja inmobiliaria, el principal sostén de la economía nacional y, particularmente, la andaluza. En este auge -casi sin precedentes en la historia más reciente - se incluían las primeras y segundas viviendas. Las facilidades otorgadas por los bancos permitieron a los ciudadanos hipotecarse para adquirir el hogar cotidiano y aquel del que se disfrutaba en el tiempo libre.

Este mercado se desplomó al término de 2007 y, salvo leves repuntes, ha estado estancado hasta hace poco, cuando se ha vislumbrado cierta luz al final del túnel. Los economistas reconocen que difícilmente se llegará a las cifras previas a la debacle económica, una realidad que no impide que el parque de viviendas empiece a crecer ante las necesidades de la población. Así lo avala un reciente informe del Banco de España que lleva por título Creación de hogares y necesidades de vivienda nueva principal a medio plazo. El estudio consiste en una predicción sobre el comportamiento que experimentará el sector inmobiliario en función de las tendencias demográficas de cada provincia.

En el caso de Sevilla -como en el resto de España- el informe baraja dos escenarios posibles. El más cauto fija en 4.097 el volumen de viviendas que se creará anualmente en el periodo comprendido entre 2015 y 2029. Esta cantidad se calcula a partir de la proyección de hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La provincia sevillana necesitará, por tanto, 57.358 viviendas para atender la demanda poblacional en 14 años.

La cifra puede aumentar considerablemente si se toma el escenario más favorable, que reúne todos los condicionantes positivos: aumento importante de la población, mayor tasa de emancipación y una mejor situación económica. Si confluyen todos estos requisitos, el volumen de hogares que se necesitarían en la provincia ascendería a más del doble: 8.802 al año. En tales circunstancias, cuando haya transcurrido casi década y media se requerirían 123.228 inmuebles residenciales. Se trataría, en todo caso, del extremo que alcanzaría el parque de viviendas para 2030.

Esta predicción no equivale a que en Sevilla se vayan a construir entre 57.000 y 120.000 viviendas (en números redondos) los próximos 14 años, ya que para que tal afirmación sea válida hay que tener en cuenta el stock de pisos que sufre la provincia desde el estallido de la crisis. Datos del Ministerio de Vivienda fijaban en el último trimestre de 2015 en 16.250 los inmuebles que se encontraban sin vender en Sevilla. En 2011 esta cifra alcanzaba los 18.000 pisos. Se trata de la segunda cifra más importante de Andalucía, sólo superada por Almería, con 21.728.

El stock, por tanto, condiciona la construcción de nuevas promociones. El informe del Banco de España baraja dos hipótesis. Por un lado, que la actividad inmobiliaria repunte cuando se le dé salida a todas las viviendas sin vender, y por otro -la más probable- que el crecimiento se produzca antes de que esto suceda, debido a que los pisos que se encuentran construidos no respondan a las necesidades de los demandantes. En la provincia, el stock supone un 1,8% del parque de vivienda, un porcentaje que se mantiene por debajo de la media nacional, cifrado en el 2,1%. Las provincias que presentan un stockaje más alto son Castellón (6,5%), Almería (5,5%) y Madrid (5,4%).

El proceso de disminución de las viviendas pendientes de venta está siendo bastante generalizado en toda España. Los porcentajes de stock superiores a la media nacional se registran en provincias con una gran afluencia turística y con mayor peso de la segunda residencia. En este apartado también se incluyen zonas de interior donde no se han materializado las perspectivas de desarrollo urbanístico que, debido a su proximidad con las grandes ciudades, se proyectaron antes de la crisis y se quedaron estancadas con la debacle económica.

Recientemente, el presidente del Instituto de Prácticas Empresariales (IPE), José Antonio Pérez, anunció que las viviendas en stock de la provincia constituyen el segmento que mejor comportamiento ha registrado frente a la compraventa de inmuebles nuevos. "Se ha tardado en darle salida a los pisos que llevaban años sin venderse, pero una vez que se han vuelto a poner en el mercado se están adquiriendo a más velocidad que en otros puntos del país", precisó este experto.

Sevilla se sitúa en la segunda posición andaluza en la necesidad de vivienda hasta 2030. Sólo la supera Málaga, que en un escenario cauto requiere de 6.059 residencias por año. A la provincia sevillana le sigue la de Granada, con 3.104. Jaén es la única de la comunidad que registra un crecimiento negativo, ya que en los próximos ejercicios unas 525 viviendas se quedarían vacías al perder población. En todo el territorio nacional, si se baraja una coyuntura moderada, la necesidad de hogares es de 62.777 al año.

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