Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Sevilla sufre más de 1.300 ataques informáticos al día. Esto coloca a la provincia sevillana entre las diez demarcaciones territoriales con mayor incidencia de ciberataques de toda España. Así consta en la información facilitada a este periódico por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), que detectó el pasado miércoles este volumen de ataques informáticos.
La mayoría de estas incidencias correspondieron a equipos comprometidos, es decir, equipos controlados de forma remota por un delincuente. Éste utiliza el dispositivo para cualquier actividad maliciosa, desde ver el historial de navegación hasta consultar toda la información manjeada por el ordenador, las páginas web visitadas e incluso las contraseñas del usuario.
Incluso puede utilizar ese mismo equipo para realizar ataques a otros, y así potenciar el anonimato, según apuntaron fuentes del Incibe. Además de estos equipos comprometidos, conocidos popularmente en el argot informático como zombis, también hay páginas webs maliciosas o hackeadas.
Como es lógico por volumen de población, la gran mayoría de los ciberataques se registran en la capital. El porcentaje fue del 70% del total. En concreto, en 24 horas el Incibe registró en la ciudad 952 incidencias. Esto sitúa también a Sevilla capital como uno de los diez municipios de España con más actividad delictiva en la red.
Un 5% de estos asaltos ocurrieron en Dos Hermanas, donde se detectaron 97 casos. Otros municipios con una población importante se quedaron en porcentajes cercanos al 3% del total. Es el caso de Alcalá de Guadaíra y Écija, con 30 episodios cada una. Le siguen Lebrija, con 28, y Brenes, con 24. El resto de ataques se reparten entre los distintos municipios de la provincia.
Incluso algunos pueblos pequeños y alejados de la capital, como Pedrera, por ejemplo, han registrado ciberataques. En el caso de Pedrera fueron nueve las incidencias detectadas. Los pueblos en los que menos casos se dieron -en los municipios más pequeños no hubo actividad delictiva- fueron Lora del Río y Cantillana, con dos ataques cada uno.
Para las Fuerzas de Seguridad resulta difícil seguir la pista a los ciberdelincuentes, que buscan siempre el anonimato. Por este motivo utilizan equipos ajenos a ellos. Otros recurren a lo que se conoce como paraísos de ataques, es decir, países con los que España no tiene acuerdos de colaboración o carecen de una política firme para luchar contra este tipo de delincuencia. Los expertos aseguran que detrás de estos ataques hay generalmente una motivación económica y tarde o temprano acaban haciendo una transacción.
A veces las motivaciones de los delincuentes cibernéticos son acceder a datos que luego puedan vender a redes que los utilizan para mandar correos basura, amenazas externas, ciberespionaje, robos de imágenes o vídeos personales para chantajear después a los usuarios, toma de control de infraestructuras o sustracción de información confidencial. España es el séptimo país europeo y el decimoquinto a nivel mundial en generar ciberataques.
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