Sevilla tiene medio centenar de zonas saturadas de guarderías
Educación
La oferta no podrá ampliarse el próximo curso en el Casco Antiguo de la capital al quedar más del 20% de los puestos sin cubrir
'Save The Children' alerta de las dificultades de acceso a la Educación Infantil
La situación de las guarderías ha vuelto a ponerse de relieve esta semana a raíz del informe publicado por Save the Children, en el que muestra las carencias que sigue teniendo el primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años) en Andalucía. Un estudio, no obstante, que ha sido cuestionado por varias patronales y plataformas que operan en el sector, que en la última década ha sufrido varios cambios, especialmente a partir de que sus competencias recayeron en la Consejería de Educación.
Uno de los aspectos en el que más incide el informe es en la extraña paradoja que se produce en toda la comunidad autónoma: hay zonas donde la oferta de esta etapa (no gratuita y de escolarización voluntaria) resulta deficitaria ante la demanda que recibe y otras en lo que ocurre lo contrario, sobran plazas. Por tal motivo, la ONG (centrada en las carencias de la infancia) pone el dedo en la llaga en uno de los problemas en los que habían incidido empresarios y administraciones hace años, como es la necesidad de elaborar un mapa riguroso que oriente la nueva apertura de centros donde haya población desatendida con esa edad.
Cádiz, según los datos del informe, es la que sale peor parada, ya que hay más de mil niños que se quedan sin plaza en las escuelas infantiles, una cifra que en Sevilla se reduce a 680. Por contra, las plazas vacantes en la provincia gaditana llegan a 3.000, un dato que no se precisa en el caso de la sevillana. En toda Andalucía, los menores de 0 a 3 años que no logran entrar en una guardería son 3.510 y los puestos sin cubrir, 44.500. Un desajuste bastante importante, pero del que debe precisarse que los datos corresponden al curso 2019/20, antes de que estallara la pandemia del Covid.
Para evitar esta situación, en el otoño de 2018 la Consejería de Educación, entonces dirigida por la socialista Sonia Gaya (actual teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense), estableció un límite de aperturas de nuevos centros de convenio en aquellas zonas donde hubiera excedente de plazas de Infantil. Es lo que se conoce como zonas saturadas, que aún está en vigor y que sirve de criterio a la administración autonómica a la hora de planificar la oferta de cada curso. Una calificación que también rige el programa de adhesión de la Junta, es decir, el de los centros de titularidad pública o privada que se suman a la oferta del Gobierno andaluz para dicha edad.
Hace escasos días el departamento que dirige Javier Imbroda publicó las zonas saturadas con vistas a la oferta que ha de formularse para el curso 2022/23. En la provincia de Sevilla son 48. Tal calificación se otorga a los distritos educativos donde el número de plazas sin ocupar en los centros adheridos al programa de ayudas de la Junta (esto es, los públicos y de convenio) sea superior al 20% de la oferta durante los dos últimos cursos escolares.
Las zonas saturadas de la provincia y que, por tanto, no podrán aumentar la oferta pública y de convenio el próximo curso se encuentran en 45 municipios, casi la mitad de las localidades sevillanas. Entre ellos, llama la atención el caso de Guillena, donde hay tres distritos que presentan esta situación, mientras que en La Rinconada son dos. En la capital, a tal denominación se llega en el distrito educativo formado por el Casco Antiguo, donde el excedente de plazas supera el 20% de la oferta de las guarderías públicas y de convenio. El dato resulta bastante relevante, pues indica que la población infantil en el centro de la ciudad se reduce cada año hasta el punto de que son muchas las aulas que se quedan vacías en esta zona, donde abundan hoteles y pisos turísticos en detrimento los habitantes autóctonos.
Además del Casco Antiguo, hay otras dos zonas en la capital que están cerca de alcanzar la calificación de saturadas, ya que en el pasado curso más del 20% de la oferta en Infantil quedó libre. Tal circunstancia se produce, además, en distritos educativos densamente poblados, como es el formado por Puerta Osario, Carretera de Carmona, Las Naciones, San Diego y Pino Montano; y el que abarca Sevilla Este, el Parque Alcosa y el Polígono Aeropuerto. El hecho de que este conjunto de barrios comience a presentar un excedente de plazas en guarderías constituye un signo inequívoco en la drástica bajada de nacimientos que se ha producido en Sevilla y en toda España desde la crisis financiera de 2008, agravada con la del Covid. Las zonas próximas a la saturación en toda la provincia llegan a las 25 y afectan a 24 municipios.
La merma demográfica se evidencia cada curso en los datos que proporciona Educación. Así, al comienzo del presente ejercicio académico en toda Andalucía quedaban 30.000 plazas de escuelas públicas y de convenio sin cubrir, casi una cuarta parte de la oferta total. Esta cifra en la provincia de Sevilla llegaba a las 10.000 vacantes. No obstante, el número de menores matriculados en esta etapa había aumentado en más de 4.400 respecto a septiembre de 2020 y ello se debe, entre otros factores, a que también ha crecido la oferta. En toda la comunidad lo ha hecho a través de 50 centros que se han sumado al programa de la Junta. Debe tenerse en cuenta que la escolarización en las guarderías se encuentra abierta todo el curso, al contrario de lo que ocurre en colegios e institutos, donde sólo se contempla tal posibilidad para circunstancias sobrevenidas.
Uno de los aspectos en los que incide el informe de Save The Children es en la distribución de esta oferta según el tipo de escuela infantil. La plataforma sostiene que las privadas de convenio se concentran en barrios con una economía media-alta, mientras que las públicas lo hacen en zonas necesitadas de mayor tranformación social. Sin embargo, las patronales y coordinadoras que operan en el sector niegan tal extremo, pues son muchos los empresarios que los últimos años han abierto guarderías de convenio en polígono y barrios para atender a esa población infantil.
Los acuerdos con los centros infantiles de titularidad privada han permitido extender el sistema público en esta etapa, que hasta hace poco más de una década no llegaba al mínimo de cobertura que exigía la UE, que era del 33%, un porcentaje que actualmente se supera en la provincia sevillana. El objetivo del actual Gobierno andaluz es que las escuelas infantiles sean totalmente gratuitas y, de esta manera, aumentar la escolarización en una etapa clave para la conciliación y el desarrollo cognitivo.
Parámetros "más bajos" para ajustar la oferta
El informe de Save The Children sobre la Educación Infantil en Andalucía ha recibido más críticas que halagos por parte de colectivos que integran este sector. Lo único en lo que sí coinciden en destacar como positivo del estudio es que pone de relieve la necesidad de que los menores se escolaricen en esta etapa educativa, que es de carácter voluntario, pero “imprescindible” para el desarrollo cognitivo de los niños.
Un factor muy importante y que los padres han de tener en cuenta, pues aún está muy consolidada la idea de que las escuelas y centros infantiles cumplen principalmente una función de conciliación familiar.
En la Coordinadora de Escuelas Infantiles admiten que es necesario “mejorar” la planificación de esta etapa. Para ello, piden a la Consejería de Educación y Deportes que el porcentaje que se toma de referencia para declarar una zona saturada de guarderías no sea el 20% de las plazas que se quedan libres en la oferta de un distrito, sino que dicha cifra se reduzca al 5% o 10%, ya que así “se ajustaría más a la realidad” y no repercutiría en los dueños de los centros.
“La culpa de este desajuste no es del empresario, que es un emprendedor, sino de la Administración que debe controlar la planificación”, refiere esta plataforma, que propone que para que no se registre ese excedente de vacantes puedan también en las aulas mezclarse niños de distintas edades, como de 1 y 2 años.
Por su parte, la patronal CECE Andalucía califica de “erróneo” el análisis que realiza Save The Children sobre el primer ciclo de Infantil en Andalucía. Rechaza que los centros privados y públicos estén repartidos según el nivel económico de los barrios. Todo lo contrario. “Si hay una etapa educativa en la que no existen barreras sociales es la Educación Infantil, pues hay escuelas de convenio en centros de trabajo y polígonos industriales. Es un informe que no se sostiene”, defiende el presidente de CECE Andalucía, Rafael Caamaño.
“El estudio responde más a criterios ideológicos que a reales, pues existen numerosos centros de Infantil en barrios con alta tasa de población inmigrante, algo que se cuestiona en ese informe”, advierte Caamaño.
Para CECE, una vez que se ha logrado aumentar el precio de la plaza pública de guardería tras más de una década congelado, el principal objetivo para esta etapa es la de consolidar un modelo que en Andalucía “ha funcionado muy bien”, con tasas de escolarización “por encima de la media española”.
Entre las medidas que plantea la patronal para mejorar el sistema de la Educación Infantil se encuentra la de que la financiación de la Junta no dependa del número de alumnos matriculados, sino que se base en las aulas que oferta, como ocurre con los conciertos en los colegios.
También promueve el avance hacia la gratuidad total, como tiene previsto el actual Gobierno andaluz y como, según recuerda CECE, ya ha logrado Galicia. El hecho de no tener que pagar nada por este servicio facilitaría una mayor escolarización y, por tanto, adelantaría el comienzo académico de los menores. En este punto, la Coordinadora de Escuelas Infantiles recalca la importancia del acceso temprano a la escuela para detectar las posibles necesidades de un niño. “El trabajo de los equipos de las guarderías resulta fundamental para atender desde pronto cualquier trastorno”, apostillan.
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