Sevilla eliminará la recogida de basura mediante cubos individuales
Este sistema nunca ha acabado de convencer a los vecinos que han mostrado gran resistencia
El soterramiento de los contenedores prácticamente se descarta por su coste y problemas
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El Ayuntamiento de Sevilla está imbuido en el complejo proceso de reformar el sistema de depósito de basuras en el Casco Antiguo. La implantación desde hace más de una década de los cubos individuales para cada casa o comunidad no ha dado el resultado esperado, al menos para los vecinos, que desde el primer momento plantearon importantes reticencias. Por ello, el alcalde, José Luis Sanz, parte con una premisa clara: la recogida mediante los cubos individuales será eliminada. Para reemplazarla, el regidor ha encargado a su equipo una serie de informes para analizar cómo se recoge la basura en otras ciudades tanto españolas como europeas para sí tomar la mejor decisión sobre el nuevo sistema a implantar. Parece que también se descarta el soterramiento generalizado de los cubos. Primero por su coste. Y después por lo problemas derivados que se han podido comprobar en algunas zonas de la ciudad en la que ya funciona este método.
La mejora de la limpieza en la ciudad, muy descuidada en los últimos años, es una de las obsesiones del alcalde, que ya está redactando una nueva ordenanza. Dentro del adecentamiento general, la recogida de los residuos también necesita de una repensada, sobre todo en el Casco Antiguo. En esta zona se extendió desde los años finales de la primera década de este siglo la recogida mediante cubos individuales. Este método implica que las comunidades deben pedir un recipiente a Lipasam, guardarlo en el interior del edificio y sacarlo a la calle a partir de las ocho de la tarde. En barrios como San Lorenzo, el Ayuntamiento encontró una oposición frontal porque la mayoría de los edificios no cuentan con espacio en sus entradas para los cubos o por la avanzada edad de los residentes, a los que se le hace dificultoso sacar el contenedor.
Los cubos individuales también han planteado en estos años problemas de suciedad, ya que muchas personas dejan las bolsas en sus alrededores; de pérdida, hay veces en las que los recipientes aparecen muy lejos de las comunidades a las que pertenecen; o de permanencia en las calles, ya que generalmente ni se sacan ni se recogen a la hora estipulada, por lo que pasan demasiadas horas a la vista.
La eclosión de los apartamentos y vivienda con fines turísticos ha generado nuevos problemas. La recogida de la basura en estos espacios es bastante caótica. Por ello, los turistas acaban abandonando las bolsas de basura a su suerte en cualquier esquina, con todo lo que ellos supone.
En estudio los casos de otras ciudades
En vista de todo ello, Sanz optará por la eliminación del sistema de recogida mediante cubos individuales, al menos para los domicilios. El Ayuntamiento se encuentra analizando el nuevo método que se implantará en un futuro. Hay alguno que gusta, como el de Oviedo, en el que no hay contenedores en las calles durante el día. Los operarios los instalan cada jornada a última hora de la tarde para que los vecinos depositen los residuos y después se vuelven a recoger, por lo que están muy pocas horas operativos y no generan problemas estéticos o de suciedad acumulada. Este sistema implica una necesaria concienciación ciudadana para sacar las bolsas a unas horas muy determinadas. En Sevilla, en el barrio de San Lorenzo, funciona este sistema. Lipasam coloca a diario los cubos en tres ubicaciones para que los vecinos saquen las basuras. El índice de satisfacción es elevado.
Otra ciudad de España en la que no hay contenedores en su casco es Toledo. Allí, las bolsas de basura se depositan directamente en un punto concreto de la calle o plaza a partir de las ocho de la tarde. La recogida se realiza cada noche mediante unos camiones adaptados a las angostas dimensiones de las calles. En Toledo también se cumple a rajatabla el horario y no se ven bolsas esparcidas a deshoras, pese a tratarse también de una ciudad muy turística. En este caso, el volumen de residentes sí es sensiblemente inferior al que se puede encontrar en Sevilla. Como lo son las dimensiones de su casco.
En lo que respecta al soterramiento de los contenedores, modelo que existe en puntos como Santa María la Blanca o la Alameda de Hércules, el Ayuntamiento prácticamente descarta su generalización por el coste, porque los vecinos acaban dejando las bolsas fuera, por las reducidas dimensiones de las bocas de lo buzones o por las sorpresas que puede generar tener que hacer un agujero, como se vio hace unos años en la campana, donde aparecieron unas estructuras de origen romano vinculadas al cauce antiguo del río Guadalquivir.
José Luis Sanz esperará a tener toda la información y los informes que ha pedido a sus colaboradores antes de tomar una decisión definitiva sobre el sistema, o una combinación de ellos, que se implantarán en el centro de Sevilla.
Los vecinos apuestan por el soterramiento
Por su parte, los vecinos consultados por este periódico aplauden la firme decisión de eliminar la recogido en contenedores individuales. Así lo expresa Ana Sosbilla, responsable de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo. “Los cubos individuales desde mi asociación no los podemos aceptar. En San Lorenzo hay casa particulares, pero también bloques con un máximo de 6-8 vecinos que no están preparadas, ya que tienen una entrada muy sucinta y la mayoría no cuenta ni con ascensor. Por eso nos hemos negado siempre”. Sosbilla añade que los cubos se pierden por el barrio tras ser recogidos: “Muchas veces hay que dar una vuelta para ver dónde lo han dejado”.
Como ya se ha comentado, en San Lorenzo funciona con éxito un sistema de recogida selectiva que se encuentra en tres puntos: la calle Santa Clara y las plazas de San Antonio y la Gavidia: “Va bastante bien y no queremos que cambie. Traen los contenedores por la tarde y luego se los llevan”. La representante de los vecinos de San Lorenzo lamenta que hayan querido eliminar el punto de recogida de Santa Clara por la beligerencia de un vecino tuitero anónimo. Pero recogieron firmas entre los residentes y parece que por el momento lo han conseguido salvar. “Para nosotros lo ideal sería tener los contenedores soterrados, pero siempre nos dicen que no es posible. Lo que pedimos es que lo que se haga finalmente sea teniendo en cuenta a los vecinos”.
En otra zona muy sensible del casco histórico, como es La Alfalfa, los vecinos también anhelan el soterramiento de los contenedores. Silvia de Carrión, representante vecinal, ya ha trasladado las inquietudes de la zona al equipo de Lipasam y la responsable del distrito, Amidea Navarro. “Hay un importante incremento de basura abandonada por los pisos turísticos. Es necesario que se explique y señalice dónde hay que dejar las bolsas y cuándo. Aquí tenemos los cubos individuales pero se usan mal. No hay mucha educación y al estar en la calle parece que legitiman a ensuciar más. Eso hay que quitarlo”.
La misma opinión comparte Lola Dávila, presidenta de la Asociación de Vecinos Estación de Córdoba. Desde su participación en la comisión de limpieza del distrito siempre ha trasladado a los responsables municipales los problemas que los recipientes individuales han generado desde su implantación: “Ha sido una batalla. Han sido una solución porque los grandes contenedores ya no están en la calle, pero suponen una gran molestia porque los bloques no reúnen las condiciones necesarias y porque hay muchos vecinos mayores”. Dávila insta a trabajar para ampliar el soterramiento, “aunque siempre han puesto muchas pegas” . En cualquier caso, también advierte del incivismo existente entre la población autóctona, por lo que anima a hacer campañas de concienciación sobre cómo utilizar la basura.
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