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Sevilla responde a una posible educación obligatoria hasta los 18 años: "Enmascara otros problemas sociales"

Educación

La Junta desconfía de la propuesta y defiende que el abandono escolar se reduce con más recursos y apoyos al alumnado

La comunidad educativa cree que la medida debe acompañarse de más itinerarios formativos

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La educación obligatoria hasta la mayoría de edad. / Dani Rosell

Ha sido una de las propuestas con las que se ha inaugurado este 2024. Al Consejo Escolar del Estado ha llegado esta semana la iniciativa -impulsada por el Gobierno- de ampliar la educación obligatoria hasta los 18 años para reducir la tasa de abandono escolar temprano. La comunidad educativa ha cuestionado tal medida, al considerar que carece de sentido si no viene acompañada de otros recursos. En Sevilla, directores de centros, profesores y expertos en enseñanza han opinado también sobre un planteamiento que, hasta la presente, aporta más sombras que luces.

La enseñanza obligatoria en España se establece actualmente desde los 6 a los 16 años. Así lo recuerda la Junta de Andalucía, cuya Consejería de Desarrollo Educativo y FP, en declaraciones a Diario de Sevilla, se ha manifestado sobre la última propuesta llevado al Consejo Escolar del Estado. Desde el departamento que dirige Patricia del Pozo se considera "más conveniente" fortalecer y extender primero "las raíces del sistema". Para ello, se apuesta por "universalizar" la gratuidad del primer ciclo de Educación Infantil, un empeño en el que el Ejecutivo autonómico lleva años trabajando. "Está demostrado que la escolarización temprana tiene unos efectos muy positivos para el camino académico posterior del alumnado y, por tanto, para el éxito escolar", señalan fuentes de la consejería.

"Cuando se sienten esas bases de universalidad en el ciclo de 0 a 3 años, se podría analizar el siguiente paso con detenimiento, rigor y la financiación correspondiente", aspecto "imprescindible" para poner en marcha cualquier política educativa. La Junta incide en la necesidad de mantener "un debate serio y riguroso con todas las comunidades autónomas, siempre con la asistencia de los agentes educativos".

Más recursos y apoyos

El Gobierno de Juanma Moreno, no obstante, muestra bastante cautela sobre los beneficios de estirar la educación obligatoria hasta la mayoría de edad. "El abandono escolar se reduce aumentando los recursos y los apoyos al alumnado", refieren desde la consejería competente, donde se recuerda que ésta es la línea seguida desde que la Junta de Andalucía cambió de signo político a finales de 2018. "Hemos reducido esta tasa en 6,6 puntos en cinco años y ya estamos casi en convergencia con la media nacional", añaden. Actualmente, según los datos aportados, la tasa de abandono que presenta Andalucía es del 15,3% y la española, del 13,9%. A nivel estatal, en 2022 (último año contabilizado) esta cifra subió 0,6 puntos, mientras en Andalucía descendió 2,4. Datos que respaldan la postura del Ejecutivo del PP.

Estudiantes entrando a un instituto público de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El debate se ha trasladado a las aulas. Directores, profesores y patronales del sector han abordado el asunto. Rafael García Porras es secretario general de Escuelas Católicas de Andalucía (ECA). Recuerda que la enseñanza en España es obligatoria en el tramo de edad antes mencionado, pero adquiere el calificativo de "universal" entre los 3 y 16 años. En este punto coincide con lo manifestado por la Junta. "La extensión de la universalidad desde los 0 a los 18 años sería positiva con la obligatoriedad actual". "La gratuidad educativa es lo que debe ampliarse desde que el niño nace hasta que llega a la universidad o a otro tipo de enseñanza superior. La elección de escolarizar a los menores de seis años y a los mayores de 16 debe seguir dependiendo de las familias", defiende este experto. El logro de esta "universalidad" pasa por una "generalización" de los conciertos educativos en FP y Bachillerato, así como la "financiación total" del primer ciclo de Infantil (las guarderías).

Mucho más crítica con la propuesta llevada al Consejo Escolar se muestra Cristina Gómez, directora del centro concertado Los Padres Blancos, en Los Remedios. Para Gómez, lejos de reducirse las tasas de abandono escolar, "produciría un efecto contrario o mantendría las cifras actuales". "Me parece una medida que infantiliza a los alumnos y que enmascara otros problemas sociales que padecemos", añade. Esta opinión coincide con la expresada por la Concapa, la federación católica de padres de alumnos, que alerta de que con esta iniciativa el Gobierno central pretende "camuflar" las altas tasas de paro juvenil, ya que la población de entre 16 y 18 años no estaría incluida en el cómputo. Desde el Consejo Escolar -órgano consultivo del Ministerio de Educación- se responde a esta crítica recordando que la ampliación ya se ha puesto en marcha en países como Portugal, Francia, Bélgica o Alemania, donde algunos territorios la extienden hasta los 19 años.

Los itinerarios alternativos

Lo que queda claro es que llevar la obligación de permanecer en el aula hasta la mayoría de edad no puede aplicarse sin más. El cambio debe venir acompañado de otras medidas. Pedro Arias, director del IES Albert Einstein, en Sevilla capital, considera que para reducir el abandono prematuro habría que dotar al sistema educativo de "una mayor flexibilidad, una mejor orientación escolar, profesional y vocacional, reforzar las medidas de atención a la diversidad en edades tempranas y, sobre todo, prestigiar la educación y la formación socialmente".

Daniel Jiménez es director del Colegio La Salle Felipe Benito, también en la ciudad hispalense. Incide en que cualquier modificación en este aspecto ha de incluir "nuevos itinerarios que respondan a las necesidades de los adolescentes que no encuentran motivación en los actuales". Su contacto diario con la realidad de la enseñanza le lleva a afirmar que "existe un porcentaje de alumnos que en segundo o tercero de Secundaria ya saben que van a tener muy complicado obtener el título de ESO y que tampoco encuentran cabida en la oferta actual de la FP Básica, de ahí que resulte fundamental esa propuesta de itinerarios alternativos".

Alumnos de Secundaria durante la celebración de un examen. / Redacción Sevilla

Aquí entra en juego otro aspecto que no puede pasarse por alto a la hora de atender al estudiantado, su "diversidad" y las distintas necesidades educativas que presenta. El objetivo para esa ampliación pasaría, según Rafael García (secretario de ECA), por que "todas las personas encuentren su oportunidad en la formación". "No podemos unir a jóvenes que desean un aprendizaje de contenidos profundos, como ocurre en el Bachillerato, con el que necesita una formación para un determinado oficio", abunda Jiménez, que incide en que "no requieren las mismas competencias educativas un soldador que un médico o ingeniero, aunque todos deben encontrar en el sistema de enseñanza las mismas oportunidades". "La sociedad nos demanda diferentes profesionales con competencias personales y educativas distintas", detalla.

La utilidad de la FP Básica

Una visión muy particular de este asunto la aporta una profesora del instituto público del Palmar de Troya, que desea no desvelar su nombre. Este centro se encuentra en un municipio del Bajo Guadalquivir, que todos los años aparece en los listados del INE como el pueblo de España con menor renta anual por persona. Para esta docente, la Formación Profesional Básica se ha convertido en la mejor herramienta para luchar contra el abandono escolar temprano. "En un instituto de un pueblo pequeño, con una actividad económica centrada en los trabajos agrícolas y los servicios temporales que se prestan en las ferias, la implicación de las familias en el proceso educativo de sus hijos no siempre es suficiente, ya que carecen de recursos y estrategias", explica esta profesional de la enseñanza, quien explica que "hay alumnos que quieren incorporarse al mercado laboral lo más rápido posible". "Retener a esos estudiantes resulta bastante complicado si no se le ofrece una alternativa a la ESO".

"Este alumnado con intención de abandonar suele tener preferencia por un trabajo eminentemente práctico, por lo que combinar la enseñanza de las asignaturas troncales con materias enfocadas en la FP, de distinto ámbito, puede convertirse en una opción para evitar que los jóvenes dejen los estudios por completo", refiere esta profesora del Palmar de Troya, que recuerda que actualmente se puede acceder a la FP Básica a los 15 años.

Clase de FP relacionada con la Informática. / José Ángel García

El desinterés por la educación

La ampliación de la educación obligatoria hasta los 18 años, sin más itinerarios alternativos, entraña otro riesgo: los menores que no tienen interés alguno por continuar y dificultan el aprendizaje de los compañeros de clase. "Además de encontrarse fuera de lugar, crean un ambiente poco favorable, no sólo para la educación sino para las relaciones sociales", advierte esta profesora con varios años de trabajo en un instituto público.

Esta situación la viven muchos docentes en su día a día. Daniel Jiménez se basa en la experiencia en su centro educativo. "En Secundaria, un alto porcentaje de los conflictos que debemos gestionar en las aulas son generados por alumnos que se encuentran desmotivados en los estudios, ya que la configuración actual de la etapa no responde a lo que necesitan", refiere el director de La Salle Felipe Benito. "Una de las medidas que contribuirían a responder a este tipo de situaciones es la mayor dotación de recursos humanos a los centros, lo que permite atender con garantías las diferentes capacidades del alumnado o, en otro sentido, la reducción del número de escolares por aula, es decir, la bajada de la ratio", defiende ese profesional, que alerta que de no aplicarse estas medidas, "el alumnado desmotivado en el aula puede acarrear consecuencias negativas para el proceso de enseñanza-aprendizaje del resto".

La directora de los Padres Blancos, Cristina Gómez, considera que la ampliación de la educación obligatoria hasta los 18 años carece de sentido. "En el sistema actual existen otras opciones de diversificación desde edades más tempranas", explica Gómez, quien incide en que "hay cuestiones sociales que provocan un mayor abandono escolar, y es ahí donde debemos emplear todos los esfuerzos".

"Es una visión reduccionista que sólo daría una respuesta parcial"

Una de las opiniones que debe tenerse en cuenta en este debate es el de los profesionales que trabajan en la educación superior. Tal es el caso de Cosette Franco, doctora en Ciencias Sociales y directora de la Asociación Albores, enfocada a la atención temprana de la salud mental en menores. Ejerce de profesora en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Para esta especialista, intentar reducir la alta tasa de abandono escolar con la ampliación de la educación obligatoria hasta los 18 años constituye "una visión reduccionista que sólo nos dará una respuesta parcial a esta realidad".

Según Cosette Franco, lo primero que ha de analizarse en este asunto son las causas que empujan a los jóvenes a dejar los estudios. "Detrás de esta decisión pueden estar la ausencia de proyectos de vida que establezcan objetivos a medio y largo plazo, el saber a qué quieren dedicarse en un mercado laboral cada vez más ambiguo. Son factores que provocan una constante incertidumbre", detalla esta experta.

En este planteamiento también ha de observarse el compromiso de las familias, en las que la conciliación resulta con frecuencia compleja. Esta falta de tiempo para estar con los hijos se suple en muchas ocasiones con una "sobreprotección" hacia unos menores que cada vez más presentan problemas relacionados con la salud mental, que provocan una baja autoestima.

Ante dicho panorama, Franco plantea varias preguntas sobre el actual sistema educativo: ¿Qué tipo de metodologías se aplican en las aulas?, ¿realmente fomentan el aprendizaje crítico y motivador?, ¿cómo se evalúa ese aprendizaje?, ¿los centros cuentan con recursos suficientes para atender las necesidades del alumnado actual?, ¿existe realmente una oferta educativa universal? Y lo más importante, ¿qué alternativas existen para el alumnado diverso, entendiéndose por tal "a todo el alumnado"?

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