Dos empresas de centros ‘outlet’ abren a Sevilla la puerta del comercio de lujo

Sevilla, destino de compras

El gobierno municipal hace contactos con Las Rozas Village y con Vía Outlet, nueva propietaria del factory del aeropuerto

Dos turoperadores americanos planifican ya la llegada de los primeros grupos

Una de las calles del complejo de Las Rozas Village.
Una de las calles del complejo de Las Rozas Village.
María José Guzmán

08 de abril 2019 - 00:56

La imagen de Maltha Salf Majid Al Mahrouqi, la subsecretaria del Ministerio de Turismo de Omán, saliendo la semana pasada del factory del aeropuerto cargada de bolsas da la razón a quienes desde el gobierno municipal apuestan por convertir la capital y su entorno en un oportuno destino de compras. Comercios de lujo para un visitante de alto nivel adquisitivo, como la del citado sultanato, que aprovechó su participación en la cumbre mundial del WTTC para llevarse moda.

La cita mundial del lobby turístico ha permitido dibujar una senda clara por la que la ciudad y su área metropolitana pueden caminar en los próximos años para conseguir introducirse en mercados en los que hasta la fecha han estado ausentes. El Ayuntamiento ordena estos días la amplia cartera de contactos que ha hecho con empresas de todo el mundo y que serán clave para dar el salto de calidad que se persigue en el terreno turístico.

Para ello, tiene que trabajar en el siguiente triángulo: compañías aéreas, y en la cumbre ha avanzado en negociaciones con aerolíneas como Emirates o United Airlines, para establecer conexiones directas con Nueva York, Miami o Dubái; cadenas hoteleras del segmento de cinco y seis estrellas, y ahí ha quedado patente el interés de Hilton o la comunidad de establecimientos Ralais & Châteaux, entre otros; y una tercera pata: las compras.

El turista de lujo llegará a Sevilla si hay conexiones, es fundamental, pero también si aquí se garantiza una oferta atractiva. Es la pescadilla que se muerde la cola porque el indicador del comercio de este segmento para decidir aperturas de tiendas tiene que ver con el número de hoteles de cinco estrellas que cuenta la ciudad. Sevilla estaría en buen camino, pues en estos momentos están proyectados varios establecimientos de máxima categoría que permitirán que en unos años la capital cuente con una decena de hoteles de lujo.

El indicador para que una firma de lujo abra nuevas tiendas en una ciudad es el número de hoteles de máxima categoría y Sevilla, en breve, sumará una decena de establecimientos de cinco estrellas

Si Sevilla quiere presentarse como un destino de compras para turistas de alto nivel necesita atraer a las marcas de lujo. Algunas había, pero se han ido marchando en los últimos años dejando desierta la denominada milla de oro de la Plaza Nueva.

En este cometido, el gobierno de Juan Espadas cuenta ya con dos contactos que le ayudarán a introducirse en este mercado. Son dos empresas de outlet de lujo: Las Rozas Village, en Madrid, y Vía Oulet, la que gestiona ahora el factory del aeropuerto, Sevilla Fashion Outlet.

Las Rozas Village, en Madrid.
Las Rozas Village, en Madrid.

El outlet madrileño, que se une a otro similar en las afueras de Barcelona, La Roca Village, tiene poco que ver con el concepto de factory más extendido en Sevilla. Se trata de un complejo comercial que, partiendo de la venta de los excedentes de las grandes firmas de lujo, aglutina toda la oferta en un centro, una especie de poblado, con sus calles y oferta de ocio y restauración. Una nueva experiencia de compra que tiene éxito. Las calles de estos villages reúnen tiendas bien decoradas, de diseño, que se suman a una oferta complementaria premium que emula a los resorts de lujo. Las Rozas es un negocio en alza que recibe cada vez más a turistas de este segmento de lujo: chinos, rusos y ahora también argentinos.

¿Cómo puede ayudar esta empresa a Sevilla? “Por un lado necesitamos atraer a grandes firmas, las que están presentes en otras ciudades, pero también tenemos la oportunidad de ofrecer un producto de lujo que se fabrica aquí, que es exclusivo, una artesanía muy cotizada y que no se puede encontrar en otra parte del mundo”, apunta Antonio Muñoz, delegado de Turismo. Esta artesanía es la que se está comercializado ya en el Alcázar, souvenirs de lujo tipo bolsos de orfebrería o pañuelos de seda que reproducen detalles arquitectónicos del monumento. También la moda flamenca.

La idea es que en dicho complejo se promocionen periódicamente estos productos exclusivos locales, a través de una semana, quincena o mes de Sevilla o alguna iniciativa similar. Y también que dicha empresa sirva de enlace para negociar con las grandes firmas para que éstas puedan conocer e interesarse por la capital. “Se trata de exportar Sevilla al mundo del lujo aprovechando el flujo de turistas de este segmento que pasan ya por centros como Las Rozas, sería un escaparate para nosotros”, comenta Muñoz.

Antonio Muñoz, delegado de Turismo: "Podemos atraer a grandes firmas, pero también ofrecer un producto de lujo exclusivo, una artesanía, orfebrería o moda flamenca que sólo se vende aquí"

No es la única vía para atraer a este visitante. El Ayuntamiento también está en negociaciones con Vía Oulet. Este grupo es un fondo de inversión europeo creado en 2014 para adquirir centros de venta existentes en todo el continente y, aprovechando la experiencia de sus socios operativos, mejorar su rendimiento. Hace dos años que entraron en Sevilla haciéndose con la propiedad del factory del aeropuerto, que reformaron y denominaron Sevilla Fashion Oulet. Una inversión inicial de 13 millones de euros con la que pretendían posicionar a este centro como el único outlet premium de toda Andalucía (es el único que tienen en la comunidad y el segundo de España tras Mallorca Fashion Oulet) y atraer no sólo a compradores locales y nacionales, también extranjeros, sirviéndose de su cercanía con el aeropuerto.

Acceso a Sevilla Fashion Oulet.
Acceso a Sevilla Fashion Oulet.

Junto a estos inversores figura la empresa Value Retail, el grupo británico que opera también en Las Rozas y en La Roca Village y que no aporta dinero, sino el know how, su experiencia de gestión. Actualmente Vía Oulet tiene nueve centros en toda Europa y en Sevilla están en fase de crecimiento pues tienen ya en marcha una segunda ampliación que duplicará la superficie comercial de este complejo, situado en terrenos de La Rinconada, en dos años. Esta operación le permitirá incorporar nuevas marcas y una oferta también de ocio y restauración. Actualmente, el 20% de sus clientes son turistas extranjeros, un porcentaje que hace unos años no superaba el 5%. Estos socios están dispuestos a abrir también las puertas a Sevilla para negociar la instalación de grandes firmas en el centro de Sevilla. Y una de las zonas que toma protagonismo es la de las setas.

Antonio Muñoz y Juan Espadas, junto a Robin Tauck, propietaria de Tauck, y su delegada en España.
Antonio Muñoz y Juan Espadas, junto a Robin Tauck, propietaria de Tauck, y su delegada en España.

A estos dos contactos, se suma el interés mostrado por dos grandes turoperdores americanos cuyo desembarco en el mercado sevillano supondría un gran empujón para esta estrategia municipal. Se trata de Travel Leaders Group y Tauck, especializada en turistas de tercera generación. Éstos son viajeros hiperconectados tecnológicamente, experimentados y buscadores de experiencias, exigentes en cuanto a la responsabilidad social y sostenibilidad de los establecimientos y que demanda, sobre todo, eficiencia.

Estas dos empresas mueven a turistas millonarios a los que poco les importa el precio del servicio si lo que se le ofrece es exclusivo. Tauck, con sede en Connecticut y dirigida por Robin Tauck, empresaria muy concienciada con el medio ambiente, es un operador de visitas guiadas y cruceros por los ríos. Travel Leaders es un grupo muy potente en EEUU, afincado en Nueva York y con más de 52.000 asesores que gestiona el 30% de este tipo de viajes de lujo en Norteamérica. En concreto está compuesto por 6.000 agencias de viajes afiliadas, franquiciadas o de propiedad repartidas por EEUU, Canadá, Reino Unido y México, principalmente. Y ofrece viajes de ocio para empresarios y turistas de alto nivel.

Representantes de estos grupos regresarán en breve a Sevilla para inspeccionar un catálogo de experiencias que está diseñando Turismo. ¿De qué tipo? Cena exclusiva en el mirador de las setas, noche flamenca en la Casa Salinas, desfile de moda flamenca en las Dueñas... Antes de ver las propuestas ya tienen clientes, convencidos de que Sevilla a nadie defrauda.

¿Una nueva milla de oro de la moda en las 'setas'?

Hace doce años, Sevilla bautizó la Plaza Nueva y la Avenida de la Constitución como la milla de oro. Se acababa de acometer la última operación de peatonalización en dicha zona y en ella se habían establecido marcas de lujo como Loewe, Carolina Herrera, Max Mara, Tommy Hilfiger o Victorio & Lucchino, entre otros. Después llegó la crisis y el lujo dejó de ser rentable en la citada milla. Entre 2008 y 2011 cuatro establecimientos abandonaron: Loewe, Tommy Hilfiger, Agua de Sevilla y Victorio & Lucchino. Una huida que ha continuado en los últimos años. En 2013, el 20% de los locales de la Plaza Nueva estaban vacíos. Al margen de la crisis, también influyó en esa fecha la caída del turismo de alto nivel, uno de los factores clave en las ventas. Después la situación tendió a estabilizarse, pero Sevilla no ha logrado todavía posicionarse claramente como un destino de compras. La calle Velázquez, Rioja (a donde regresó Max Mara) y la propia Avenida adelantaron a la Plaza Nueva en los estudios de mercado, siendo más cotizadas.

Ahora que Sevilla vuelve a poner el foco en el turismo de compras de lujo, hay quienes apuestan por desplazar esta milla hasta las setas de la Encarnación. Es verdad que este enclave se ha consolidado como un centro de comercio alternativo; Soho Benita fue una de las iniciativas del sector. No obstante, el fuerte atractivo que tiene el Metropol-Parasol para el turista anima al gobierno municipal a apostar por esta nueva milla. Los últimos estudios realizados a finales de 2018, en los que se les preguntaba a los turistas qué tenían pensado visitar al llegar a la ciudad, ya revelaron que el atractivo de las setassetas era mayor que el de la Catedral. Y la zona comercial era la cuarta preferencia.

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