Sevilla se despoja de sus castillos
Desde el año 2006 el Ayuntamiento ha ido cediendo la propiedad de la mayoría de las fortalezas que conservaba a su nombre por un privilegio otorgado hace más de 800 años.
De Alfonso a Alfredo. Del Sabio a Sánchez Monteseirín. De un monarca medieval a un alcalde socialista del siglo XXI. De diez castillos a sólo cuatro. Sevilla se ha ido desprendiendo durante los últimos seis años de la mayoría de las fortalezas de su propiedad que tenía diseminadas por distintas localidades de las provincias de Sevilla, Huelva y Badajoz. A pesar del desconocimiento general -político incluso-, el Ayuntamiento hispalense era el propietario de un vasto patrimonio medieval que ha perdurado durante 800 años. Desde que en el siglo XIII Alfonso X El Sabio y Sancho IV El Bravo dieran en propiedad al Concejo de Sevilla un conjunto de castillos distribuidos por lo que entonces era el Reino de Sevilla, y que tenían una función principal: defenderse de las incursiones provenientes de Portugal.
Durante ocho siglos esta situación no ha cambiado, a pesar de los diferentes regímenes políticos que en todo este tiempo se han sucedido en España. Hasta 2006, el alcalde de Sevilla, entonces Sánchez Monteseirín, lo era también de los castillos de las localidades de Alanís de la Sierra, Alcalá de Guadaíra, Constantina y Utrera, dentro de la provincia de Sevilla; de los de Almonaster la Real, Aroche, Cortegana, Encinasola y Cumbres Mayores, en Huelva; y del de Fregenal de la Sierra, en Badajoz. Sevilla no contaba sólo con una gran fortaleza, como es el Alcázar. Disponía de otras diez por diversos territorios.
Pero la situación ahora es distinta. Sevilla se ha ido desprendiendo en los últimos años de la propiedad de estos castillos que suponen la mayor seña de identidad de las localidades donde se encuentran. Desde hace varias décadas, todas estas poblaciones han venido solicitando al Consistorio hispalense, de manera más o menos amistosa, la cesión de su fortaleza. Por un lado, porque es su mayor símbolo. Por otro, porque desde Sevilla no tenían la obligación (ni la intención) de mantenerlos, por lo que el estado de conservación, en muchos casos, era muy precario y desde estos pueblos tampoco podían hacer nada por evitarlo al carecer de fuerza legal. Actualmente, Juan Ignacio Zoido, como alcalde de Sevilla, es el responsable de los castillos de Utrera, Almonaster la Real, Encinasola y Fregenal de la Sierra, que es, curiosamente, su localidad de nacimiento. El resto de fortalezas se han cedido, atendiéndose así las demandas de las localidades.
El primero en ser traspasado, en 2006, fue el de Cortegana. Como reconoció el primer edil corteganés en aquel momento, Antonio Marín (IU), fue determinante la coalición PSOE e Izquierda Unida que gobernaba en el Ayuntamiento sevillano. Sánchez Monteseirín y Marín firmaron el convenio por el que se cedía la titularidad el 1 de agosto de 2006 tras más de 800 años. La primera vez que se había pedido el cambio fue en 1984, por lo que el camino había sido largo e infructuoso hasta ese momento. El alcalde receptor no pudo reprimir su alegría en unas declaraciones que recogió la agencia Efe: "Cortegana se siente hoy dueña de su edificio más emblemático que tantos años ha cuidado y durante tanto tiempo ha defendido".
Cortegana abrió el camino para que un año después se produjeran tres nuevas cesiones en Alcalá de Guadaíra, Aroche y Constantina. El caso de Alcalá era significativo, ya que desde 1995, y por espacio de 40 años, existía un convenio de uso del castillo entre ambas administraciones. En marzo de 2007, la Junta de Gobierno de Sevilla aprobó la mutación demanial -una figura jurídica que no implicaba un cambio de calificación, por lo que se mantenía el dominio público del bien- de las fortalezas de Alcalá y Aroche. En el caso de la localidad sevillana, la entrega oficial tuvo lugar el 10 de abril en el propio recinto. En el de Aroche, las negociaciones duraron seis meses. Comenzaron tras la cesión del castillo de Cortegana. Pasado el verano de 2007, el 11 de octubre, y por la vía de urgencia, Sevilla acuerda ceder al municipio de Constantina la titularidad del castillo medieval que domina esta localidad de la Sierra Norte.
Tras estas tres cesiones, en el año 2008 el Consistorio sevillano siguió con los cambios de titularidad de los castillos que poseía desde 1293 en virtud de las donaciones hechas a la ciudad por los reyes Alfonso X y Sancho IV a través de dos privilegios. En agosto, Sevilla dio luz verde a la redacción de un convenio con la localidad onubense de Cumbres Mayores para la cesión de su castillo-fortaleza. La última de la cesiones tuvo lugar en el año 2009. Tras muchas gestiones desde el año 2007, el 12 de octubre el Ayuntamiento de Alanís de la Sierra consigue la titularidad de su castillo. Este Consistorio de la localidad serrana ya ha dotado al espacio de numerosos usos. "Hemos creado un proyecto para utilizar como espacio escénico el castillo y la ermita de San Juan para que las escuelas de teatro puedan ensayar", explica Arturo Fernández, concejal de Cultura.
A pesar de todas estas cesiones llevadas a buen puerto, el Ayuntamiento de Sevilla todavía posee la titularidad de otros cuatro castillos. Uno es el de Utrera. En este caso existe, como pasaba con Alcalá, un convenio de uso del edificio desde 1987. En el caso de Encinasola, no se ha pedido la cesión porque no se pueden hacer cargo del edificio, según resume el alcalde, Ángel Méndez: "Está en estado ruinoso y se debería arreglar porque puede caerse encima de algunas casas. Nosotros no podemos hacernos cargo de la ruina." El conjunto de castillo y mezquita de Almonaster la Real sigue perteneciendo a Sevilla, aunque se ha pedido su cesión sin éxito en varias ocasiones. Algo parecido ocurre con el castillo templario de la localidad pacense de Fregenal de la Sierra, donde estaban tratando de demostrar jurídicamente que su magnífica fortaleza de siete torres es de su propiedad, aunque desde el Ayuntamiento no quisieron precisar cuál era la realidad actual.
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