Sevilla se descuelga de las ciudades con los pisos más caros tras la crisis
El precio de la vivienda
Un informe de Tinsa revela que el coste del metro cuadrado en la capital andaluza sólo ha subido 156 euros desde su dato más bajo
Un encarecimiento leve. El precio de la vivienda en Sevilla ha aumentado desde la crisis, pero lejos de la vertiginosa subida registrada en algunas ciudades españolas. La capital andaluza se encuentra dentro de la media nacional en este repunte, lo que rebaja la alarma sobre una posible inflación del sector inmobiliario, como la que se vivió en los años previos a la debacle económica. Esta situación lleva a pensar que el ladrillo remonta el vuelo, aunque lo hace de forma controlada y aún lejos de las cifras que se manejaban en la época de la burbuja, debido, en parte, a que las familias no gozan todavía del poder adquisitivo (y, por tanto, la capacidad de endeudamiento) de entonces.
Barcelona y Madrid siguen a la cabeza del ranking con las viviendas más caras. El informe de la agencia de tasación Tinsa así lo confirma. El estudio se centra en la evolución experimentada en el precio del metro cuadrado desde que obtuvo su valor más barato en la crisis hasta el segundo trimestre de este año. En dicha comparativa la capital catalana es la que se lleva la palma. El segundo trimestre de 2013 registró su dato más bajo. El precio del metro cuadrado residencial se situó en 2.205 euros. Un lustro después esta cantidad ha alcanzado los 3.285 euros. Por tanto, el encarecimiento ha sido de 1.076 euros, o lo que es lo mismo, hay que pagar casi un 50% más por su uso.
El informe destaca el grupo de ciudades en el que el incremento del coste del metro cuadrado ha superado el 15%. Detrás de la Ciudad Condal es Madrid la que consigue la subida más acusada. En la capital de España el precio más reducido se obtuvo entre enero y marzo de 2015, cuando se situó en 1.992 euros. En el segundo trimestre de 2018 ha llegado a los 2.826 euros, esto es, un 42% más para los que quieran hacerse con un piso en Madrid. El resto de las ciudades que integran este grupo también registran subidas considerables, aunque alejadas de tales cifras. Es el caso de Málaga, la tercera que encabeza el ranking de encarecimientos. En la capital de la Costa del Sol el repunte ha rozado el 30%, sin duda, el más importante de Andalucía.
Este grupo lo integran otras siete ciudades: San Sebastián (con un aumento del 26%), Palma de Mallorca (23,7%), Logroño (21,5%), Alicante (20%), Pamplona (19%), Valencia (18,3%) y Vitoria (17,4%). En dicho ranking no se encuentra Sevilla, a la que el informe de Tinsa sólo menciona entre las cuatro urbes que superaron el 10% del encarecimiento. Este segundo listado lo componen Tarragona, con un incremento del 13,3%; Gerona (12,3%), Valladolid (12,2%) y, por último, la ciudad hispalense, con un 11%.
En Sevilla el precio más bajo del metro cuadrado se registró el tercer trimestre de 2016. En aquel momento su coste medio estaba fijado en 1.430 euros. Según el índice de Tinsa, “se tocó suelo”, ya que desde entonces la tendencia ha sido alcista, no ha dejado de crecer. Resulta curioso, comparado con otras ciudades, que el precio más barato se obtuviera en un ejercicio en el que ya se había iniciado la senda de recuperación. La época más severa se dejó atrás. Sin embargo, esta situación no se percibía en el mercado inmobiliario, donde los precios continuaban a la baja. Ello explica que el incremento, a estas alturas, sea aún demasiado leve.
Los datos de la agencia de tasación detallan que el segundo trimestre de este año se cerró con el precio del metro cuadrado fijado en 1.586 euros. Por tanto, desde hace casi dos años sólo ha subido 156 euros, una cifra pírrica si se compara con la evolución experimentada en ciudades como Barcelona, Madrid o Málaga. Se trata, en todo caso, de una mejoría muy controlada y lejana de los acusados incrementos de los años de la burbuja inmobiliaria. Para corroborar esta situación conviene retroceder al dato más alto de la gráfica aportada por Tinsa. Fue a finales de 2007 (en vísperas de la crisis) cuando el metro cuadrado alcanzó el coste más caro: 2.642 euros, es decir, 1.056 euros más que ahora, una diferencia bastante considerable y que, a no ser que las condiciones económicas cambien a corto plazo, hace presagiar que aún se tardará mucho tiempo en retomar tales cifras.
La subida moderada provoca que Sevilla se distancie de las ciudades con las viviendas más caras. Y lo que es más importante, se aleja el fantasma de la especulación del que algunas agencias habían alertado al comprobar ciertos aumentos injustificados en algunos barrios de la capital.
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