La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Tribunales
La junta de jueces de Instrucción de Sevilla, que está integrada por 21 magistrados, ha expresado este jueves por unanimidad su "profundo malestar" y el "absoluto rechazo" por las recientes declaraciones de la magistrada de la Audiencia Provincial Mercedes Alaya, en las que ha criticado con vehemencia la labor de sus compañeros.
Tras la reunión de la junta de jueces, que ha durado apenas diez minutos y en la que han participado directamente o por delegación todos los magistrados menos uno, el decanato de los juzgados ha emitido un escueto comunicado, en el que comienza recordando que esta misma junta de jueces de Instrucción "en su momento salió en defensa de injustificados ataques contra la persona de la magistrada Mercedes Alaya", y a renglón seguido muestra su "profundo malestar" por los comentarios vertidos recientemente por la que fuera en su día instructora de las macrocausas de los ERE, los cursos de formación o Mercasevilla.
La junta de jueces lamenta los comentarios que Alaya ha realizado con respecto a sus "compañeros magistrados que realizaron funciones de refuerzo en el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla".
Los jueces no se refieren únicamente a las manifestaciones realizada ahora por la instructora, sino a las que hizo con anterioridad con motivo de impartir alguna conferencia, de ahí que lamenten expresamente las declaraciones que "ha realizado públicamente en ocasiones anteriores respecto a la magistrada actualmente titular de ese juzgado de Instrucción número 6", en alusión a la juez María Núñez Bolaños.
La junta de jueces lamenta que "se ponga en entredicho, sin motivo alguno, la capacidad y profesionalidad de estos compañeros"
Por último, los jueces de Sevilla consideran que a través de estos comentarios "se pone en entredicho sin motivo alguno, la capacidad y profesionalidad de estos compañeros, y con los que esta junta manifiesta su más absoluto rechazo".
En sus últimas declaraciones, Alaya arremetía no sólo contra sus antiguos compañeros de instrucción, sino que criticaba a los órganos superiores como la Audiencia de Sevilla, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) o el Consejo General del Poder Judicial(CGPJ).
Alaya aseguraba además que no quería aceptar ninguna ayuda de los jueces de refuerzo porque la misma era “a cambio de presiones internas del TSJA” y añadió que era habitual que uno de los magistrados de refuerzo cuando llegaba la una de la tarde le decía que se iba a almorzar con su mujer o a recoger a sus hijas del colegio. Además, cuando le nombraron a este juez de refuerzo es cuando, según Alaya, el juzgado estuvo “más retrasado que nunca” en la tramitación de los asuntos ordinarios.
El juez decano de Sevilla, Francisco Guerrero, convocó la junta de jueces de hoy para tratar de forma exclusiva las manifestaciones de Alaya.
La ambición de Mercedes Alaya por mantener a toda costa la instrucción de las tres macrocausas cuando ya no era la juez natural para investigarlas y las duras críticas a la preparación e independencia de su sucesora, María Núñez Bolaños, fueron determinantes para que el TSJA decidiera en octubre de 2015 apartarla de la instrucción de estas investigaciones, revocando su acuerdo inicial en el que entregaba a Alaya la instrucción del caso de los ERE fraudulentos y el delito societario de Mercasevilla.
Sin embargo, Alaya ha asegurado en sus recientes declaraciones que fueron el partido socialista y el PP los que la “quitaron” del juzgado para que “no investigara los cursos de formación” porque, según la antigua titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, habían visto “cosas asombrosas”.
La magistrada Mercedes Alaya pronunció una conferencia en Valencia en diciembre pasado, coincidiendo con la segunda sesión del juicio por el denominado "procedimiento específico" de los ERE, donde se despachó a gusto al exponer públicamente sus impresiones sobre la futura sentencia del caso de los ERE. Alaya dijo que el fallo le genera “una incertidumbre fea”, no en alusión a la sentencia que deben poner los magistrados de la Audiencia de Sevilla, sus compañeros, sino por la que pueda dictarse en la instancia superior.
Alaya, que tuvo un desliz al afirmar que la sentencia de los ERE sería revisada ante el TSJA -cuando en realidad es el Tribunal Supremo el órgano que deberá resolver los previsibles recursos- dijo que un tercio de los miembros del TSJA han sido elegidos por el Parlamento andaluz y el presidente de este organismo “también es un cargo discrecional”.
En su conferencia en la ciudad de la Justicia de Valencia, Alaya también lamentó que se hicieran públicas sus críticas a la juez María Núñez Bolaños, tal y como adelantó este periódico, cuando informó de que Alaya cuestionaba la supuesta "estrecha relación" de Bolaños con el entonces consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera. "Al no tener independencia judicial, pese a haber sido una carta secreta y con un destinatario -el entonces presidente del CGPJ-, se dio con intereses políticos a todos los medios de comunicación", añadió.
"Yo no critiqué a esa señora -en alusión a Bolaños-; yo manifesté mis dudas personales a quien tenía que manifestarlas, no al público en general", concluyó entonces Alaya.
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