La Plaza Nueva de Sevilla tendrá un nuevo hotel en el antiguo edificio Generali
Cambios de uso en el Casco Antiguo
El fondo de inversión inglés Shaftesbury, propietario del inmueble, ha elevado una consulta a Urbanismo para empezar los trámites
Firmas sevillanas como O’Kean y Shaw tendrán que mudarse
La Plaza Nueva contará con un nuevo hotel a medio plazo. El segundo establecimiento de estas características en tan céntrico enclave (donde ya se encuentra desde hace décadas el Hotel Inglaterra) se abrirá en el edificio en el que hasta hace un lustro se encontraba la empresa de seguros Generali y cuyo propietario actual es el fondo de inversiones inglés Shaftesbury. El proyecto supone el abandono de la planta inferior de comercios sevillanos que llevan más de medio siglo en sus locales, como la tienda de sastrería masculina O’Kean o la joyería Shaw. Este último negocio ya ha encontrado otro establecimiento en la misma zona.
El año que mañana empieza puede ser también el de la despedida de firmas sevillanas en uno de los enclaves donde el comercio más ha cambiado la última década. Y todo debido a la apertura de un nuevo hotel en la Plaza Nueva, que se instalará en el edificio del que la compañía de seguros Generali fue dueña hasta 2016. A finales de ese ejercicio el fondo de capital británico Shaftesbury Asset Management se hizo con esta emblemática construcción por 20 millones de euros, en una operación asesorada por la consultora CBRE.
El inmueble, en el número 13 de la Plaza Nueva y situado entre las calles Jaén y Tetuán (el eje comercial más importante de Sevilla), cuenta con una superficie de 6.438 metros cuadrados, de los que actualmente el 72% están destinados a oficinas en sus cuatro plantas en altura y un 27% a tiendas en su planta baja y a almacenes en el sótano.
Se trata de uno de los edificios más importantes de este céntrico enclave. Se levantó en plena posguerra, curiosamente, en un solar donde antes había existido otro establecimiento hotelero: el Hotel Royal. El primer dueño fue la aseguradora Vitalicio, que a comienzos de la década de los 90 pasó a formar parte de la italiana Generali, que se desprendió de este activo en 2016.
Fuentes municipales han confirmado a Diario de Sevilla que la Gerencia de Urbanismo ha recibido una consulta por parte del actual propietario del edificio para instalar un hotel. Todo indica que sea de cuatro o cinco estrellas, debido al emplazamiento en el que se encuentra y a la importancia del inmueble, diseñado por el arquitecto José Galnares Sagastizábal y con pinturas en su fachada de Juan Miguel Sánchez.
También confirman el cambio de uso del edificio los propietarios de los negocios que llevan décadas instalados en su planta baja. Uno de ellos es Francisco O’Kean, la cuarta generación al frente de la firma a la que da nombre su apellido. Una enseña sevillana, especializada en sastrería masculina, que fundó su bisabuelo en los años 20 del pasado siglo y que abrió la tienda de la Plaza Nueva en 1957. Es el comercio más antiguo del edificio Generali y al que sólo supera en longevidad en esta céntrica plaza el Hotel Inglaterra.
O’Kean se encuentra ahora “en conversaciones”con el fondo de inversión inglés para llegar a un acuerdo sobre la continuidad en el edificio. La voluntad del propietario es firme: “los negocios actuales deberán abandonarlo para darle uso turístico”. Aunque este propósito debe salvar la fecha en la que expiran los contratos de arrendamiento, que en el caso de la tienda de ropa masculina acaba en 2026. El último en incorporarse a sus locales fue Durán Joyeros, mientas que la Joyería Shaw, que se estableció en dicho edificio a los pocos años de que O’kean abriera, ya ha encontrado otro inmueble a pocos metros del actual.
Se trata de un local situado en el número 9 de la Plaza Nueva, junto al que albergó hasta hace pocos años el bar de copas Capitol, que mantiene también su presencia en el mismo enclave. Un cartel anuncia la próxima apertura de esta joyería en su nueva ubicación. Según Francisco O’Kean, el acuerdo con los arrendatarios se cerrará en pocas semanas, pues la intención del fondo de inversión es que el nuevo proyecto comience a tramitarse cuanto antes. Por ahora, en Urbanismo sólo existe una consulta y no se ha abierto ningún expediente.
Los cambios de piel de un enclave histórico
Si hay una plaza en Sevilla donde el tejido comercial más haya cambiado la última década, ésa es, sin duda, la Plaza Nueva. Antes de la crisis económica de 2008 las más prestigiosas firmas de moda se disputaban sus locales. Estar en este enclave era señal de prestigio, pues estaba llamado a ser la milla de oro del comercio. En aquel momento se podía comprar en Victorio y Lucchino, Agua de Sevilla y Carolina Herrera.
Pero llegó la debacle financiera y puso patas arriba estos planes. La Plaza Nueva no fue ajena a la burbuja hostelera que sufría la ciudad y sus aceras también comenzaron a poblarse de bares de copas, cuya presencia los últimos años también ha menguado.
El último cambio del que ha sido testigo este enclave es de la llegada de entidades bancarias. Primero fue la Banca March, luego AndBank y ahora Deutsche Bank, que se instalará en el número 6 de la plaza, en un edificio que en su día ya acogió las oficinas del Banco Urquijo y del Sabadell. Se le conoce como la Casa Longoria por haber sido encargada por Miguel García de Longoria al arquitecto valenciano Vicente Traver y Tomás. A esta presencia del sector financiero se sumará los próximos años la del hotelero, ya que, por ahora, el único referente al respecto en la Plaza Nueva es el emblemático Hotel Inglaterra.
La instalación del nuevo establecimiento turístico en el antiguo edificio Generali supondrá que firmas autóctonas como 0’Kean y Shaw abandonen sus locales, donde llevan más de medio siglo. Shaw ya ha movido ficha y la enseña catalana Tous lo ha hecho recientemente, tras dar a conocer este periódico que abrirá una tienda no muy lejos de allí, en el número 10 de la calle O’Donnell.
La Plaza Nueva, por tanto, se suma al fenómeno imperante en la capital andaluza, donde raro es el mes que no se anuncie la apertura de un nuevo hotel o la compra o cambio de un edificio para tal fin. Proyectos orientados al turismo que, con la presencia de franquicias y multinacionales, provocan que el centro no tenga hueco para el comercio local.
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