Sevici pretende poner cámaras en las estaciones más vandalizadas

Los ataques contra las bicis públicas se han convertido en una constante durante las noches de los fines de semana desde que el servicio se amplió en septiembre

Cámaras reventadas y sillines volteados en las bicis públicas de la estación de Eduardo Dato, frente a la Buhaira, este fin de semana.
Cámaras reventadas y sillines volteados en las bicis públicas de la estación de Eduardo Dato, frente a la Buhaira, este fin de semana.
A. S. Ameneiro

04 de noviembre 2008 - 05:03

El aumento de los ataques vandálicos que se está registrando en la ciudad contra las bicicletas públicas de alquiler de Sevilla (Sevici) ha llevado por primera vez a la empresa concesionaria JCDecaux a estudiar seriamente la instalación de cámaras de vigilancia en todas las estaciones que acogen los ciclos, según ha podido saber este periódico.

En principio y siempre que la Delegación del Gobierno lo autorice, esta medida de control se aplicaría en los puntos de alquiler de bicis que son repetidamente blanco de los daños, entre los que figuran los barrios más próximos al Polígono Sur de la ciudad.

Incidentes como los registrados el pasado fin de semana, que se saldó con una treintena de bicis vandalizadas (ruedas reventadas, sillines volteados y cadenas rotas) en estaciones de Nervión (calle Eduardo Dato) y el centro (Feria y Puerta de Jerez), como denunció ayer este periódico, son cada vez más frecuentes durante los fines de semana, en las noches de los viernes y sábados. El lunes por la mañana es el peor día para coger una bici, ya que la reparación ordinaria no funciona los fines de semana (salvo urgencias) y es una constante que decenas de estaciones aparezcan con gran cantidad de vehículos y bornetas inutilizadas.

Y también se da un hecho nuevo: los autores atacan los vehículos con una saña hasta ahora desconocida en el más de un año que lleva funcionando el servicio, desde julio de 2007. Usuarios consultados aseguran que desde hace pocos meses es demasiado habitual que muchas estaciones estén llenas de bicicletas no disponibles y que las que se pueden sacar tengan uno o varios elementos rotos (cadena, regulador del sillín, rueda) que hacen imposible su uso.

El crecimiento del vandalismo contra las bicis públicas de alquiler ha coincidido prácticamente con la ampliación de Sevici en la capital, que en septiembre pasado pasó a 2.000 bicicletas, frente a las 1.600 existentes anteriormente. El problema aparente es que los empleados de talleres de la concesionaria no dan abasto para reparar a corto plazo los vehículos de las más de 200 estaciones repartidas por la ciudad, lo que se traduce en que algunas zonas acojan vehículos sin reparar durante varios días.

En teoría, la concesionaria JCDecaux reparte el trabajo en Sevilla de forma que haya cuatro furgonetas con empleados dedicados a estas tareas de reparaciones, mientras otro equipo de tres supervisores se desplaza en motocicleta a diario por todas las estaciones para comprobar la cantidad de bicis dañadas o que precisen arreglo.

Los ataques vandálicos contra las bicis de alquiler los fines de semana son habituales en las ciudades europeas en las que JCDecaux opera con este mismo servicio que tiene Sevilla, pero la novedad en el caso de la capital sevillana es que no se habían dado ataques tan repetitivos de forma semanal, aunque sí puntuales, como el pinchazo de 214 ruedas en junio pasado. Hasta este verano, el Ayuntamiento de Sevilla estaba tranquilo respecto al porcentaje de vandalismo y así lo dejó claro el concejal de Infraestructuras, Antonio Rodrigo Torrijos, cuando calificó de "imperceptibles" los daños que estaban sufriendo las bicis. Este periódico intentó también ayer, sin éxito, obtener del área de Infraestructuras una versión de los ataques de este fin de semana. El concejal Torrijos tiene previsto valorar este asunto hoy en rueda de prensa.

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