Al Senado para enterrarlo

Pablo Cambronero (Cuenca, 1979) es el cabeza de la lista de Ciudadanos por Sevilla al Senado. Es decir, es el candidato a una cámara que su partido quiere eliminar. Policía nacional, licenciado en Derecho, casado y con una hija de dos meses y medio. Dice que la campaña es apasionante, pero también agotadora. Si ya de por sí los primeros meses de paternidad lo son -apasionantes y agotadores, según cuentan los muchos que por ellos han pasado-, suménle una campaña electoral y entenderán que gaste ojeras. Aun así, es un tipo que no pierde la sonrisa y al que se le ve entusiasmado cuando transmite el mensaje de su partido, ese que lo quiere mandar al Senado para que le dé la puntilla.

"El Senado se ha convertido en las últimas legislaturas en una cámara decorativa. Sobra. Y entendemos que cuenta con una dotación presupuestaria importante que puede reinvertirse y repercutir en los ciudadanos. Necesitamos una mayoría y un consenso, pero nuestra propuesta es eliminarlo. Es desolador ver las últimas reuniones, no va ni el presidente. Queremos suprimirlo, pero con las reglas del juego". Y por eso presentan una lista con su nombre al frente.

La intención de Ciudadanos es sustituir la Cámara Alta por una especie de consejo territorial, donde los representantes de las autonomías se reúnan para dirimir los asuntos de cada comunidad. "Muchos dicen que Mas va a tener así toda la representación de Cataluña. Eso no es cierto, puesto que para frenar eso está el Congreso y para ello llevamos también el proyecto de cambio de ley electoral. No se trata de eliminar el Senado porque sí y ya está, sino que Ciudadanos lleva un plan integral de reforma de las instituciones. Queremos cambiar las reglas del juego sencillamente porque no han funcionado".

Habla del proyecto casi sin necesidad de preguntarle. Son muchas charlas por toda la provincia y algún que otro debate en los medios locales. Está percibiendo una campaña electoral distinta, en la que por primera vez se habla de más de propuestas que de deméritos del contrario. "Al menos en los debates a nivel local, hablamos todos de propuestas, y eso es genial, eso nunca se había hecho". Pasión y agotamiento aparte, admite que es un "paso importante" convertirse en la voz de su partido y la responsabilidad que ello conlleva. "De repente pasas de ser alguien que cree mucho en unas ideas y las apoyas a ser quien las transmite".

Cambronero se afilió a Ciudadanos en octubre del año 2014. "Fui con mi mujer a un acto en Madrid en el año 2013. Escuchamos a Juan Carlos Girauta, a Albert Rivera, a Carolina Punset... Y nos convencieron. Primero se afilió mi mujer. Yo fui un tiempo simpatizante y después también me afilié". Dice que los argumentos que le convencieron fueron las continuas alusiones al servicio público y la necesidad de reformarlo.

El candidato al Senado por Ciudadanos conoce de sobra el servicio público, dada su condición de policía nacional, aunque actualmente disfrute de una excedencia para poder concurrir a las elecciones. Ha pasado años patrullando las calles de varias ciudades españolas y, en los últimos años, ha trabajado en los servicios jurídicos de la Unión Federal de Policía (UFP) en Sevilla. "Vengo de la sociedad civil y también la sufro. Vengo de la calle, de patrullar y últimamente en el sindicato. Sufro los problemas de los policías y también de los ciudadanos. Por eso creo que tengo una visión bastante global de los problemas de la sociedad". ¿Y cuál es el principal que aprecia? "Pues que se ha perdido la confianza en los gestores. Cada día salen casos de corrupción, duplicidades, amiguismos...".

A Albert Rivera, con el que estuvo el domingo en Vistalegre y la semana pasada en Fibes, lo ve "poderoso". "Tiene un mensaje estupendo, que llega al público, y además un gran equipo. Mire Inés Arrimadas, que lo está haciendo espectacular en Cataluña, por ejemplo". Dice que detecta ilusión en Sevilla, donde sigue creciendo el número de afiliados a Ciudadanos. ¿Qué pasará el domingo? "Tenemos el referente de Canadá, donde una nueva fuerza ganó pese a que en las encuestas le daban segundo o tercero. Creo que habrá mucha gente que decidirá su voto en el mismo colegio". ¿Y el lunes? "Pues que si no salgo elegido, me vuelvo a mi puesto con toda la ilusión del mundo".