La Semana Santa más blindada de la historia

El Ayuntamiento monta un 'Gran Hermano' tecnológico para resolver cualquier incidente antes de que pueda propagarse por efecto del pánico

La Semana Santa más blindada de la historia
Dos policías locales en las Setas, el Viernes de Dolores.
F. Pérez Ávila · A. Ochoa

25 de marzo 2018 - 00:51

MÁS de un centenar de cámaras de videovigilancia, aplicaciones de telefonía móvil desde las que se informará a la población en caso de incidentes, altavoces para lanzar mensajes tranquilizadores, luces regulables para iluminar una calle en cuestión de segundos en caso de tumulto, seguimiento instantáneo de la ubicación de las cruces de guía y cada paso mediante GPS, planes de autoprotecciónen las hermandades, jefes de seguridad propios... La lista de medidas de seguridad que se implantarán en esta Semana Santa podría ocupar esta página al completo y faltaría espacio. La de 2018 será la Semana Santa más blindada de la Historia.

Según un estudio de aforo, el Amor sólo podrá ser visto por 89.000 personas

No pueden negarse los esfuerzos del Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno por intentar impedir disturbios como los de la Madrugada del año pasado, en las que hubo más de un centenar de heridos por distintas avalanchas que destrozaron los cortejos de las seis hermandades que procesionaban aquella noche. La investigación de aquellos sucesos determinó el origen en una pelea en la calle Arfe que generó una oleada de pánico que se transmitió en cuestión de segundos por todo el centro de la ciudad. No ocurrió nada. No había ninguna amenaza real, pero cientos de personas corrieron despavoridas, sin dirección fija, en busca de un lugar en el que encontrar refugio o protección.

Plan de seguridad de Semana Santa
Plan de seguridad de Semana Santa / FUENTE: Plan general de Movilidad, Ayuntamiento de Sevilla. GRÁFICO: Dpto. de Infografía

La psicosis, el miedo a un atentado terrorista, existe, y es difícil controlar la reacción de un público atemorizado. El Centro de Coordinación Operativa ha montado este año una especie de Gran Hermano, un ojo que todo lo ve para poder cortar cualquier posible avalancha, estampida o disturbio antes de que se propague. El cerebro de ese Gran Hermano estará en el salón Comedor del Ayuntamiento de Sevilla, donde cada día trabajarán entre 20 y 30 personas, atentas a una pantalla en la que podrán ver las imágenes de todas las cámaras de videovigilancia y seguir en un mapa de la ciudad la señal GPS que envíen los localizadores colocados en las cruces de guía y los pasos. Podrán también, accionando un botón, regular las luces de las calles, pasando de una iluminación tenue para brindar algo de recogimiento a una cofradía a una potente luz blanca con la que llamar a la calma.

Se podrá pasar en unos segundos de una iluminación propia del siglo XVIII a una luz blanca con el 120% de luminosidad. La Policía controlará también el sistema de mensajería a través de altavoces. Tanto las luces regulables como la megafonía serán medidas extremas, que sólo se apliquen en casos de verdadera necesidad y urgencia. Esta plataforma de gestión inteligente ha sido diseñada por la multinacional norteamericana Cisco y, tras varias pruebas, empieza a funcionar hoy.

Los responsables del dispositivo de seguridad han hecho estudios del público que cabe en cada calle, tomando como referencia el dato de cuatro personas por metro cuadrado. Se han medido las principales calles del centro, dejando un espacio libre para el paso y las personas que componen el cortejo. Así, por ejemplo, según este estudio, la cofradía del Amor sólo podrá ser vista, como máximo, por 89.000 personas. La plaza del Salvador y las Setas de la Encarnación son los dos espacios abiertos que tienen un mayor aforo dentro del casco histórico de la ciudad.

Este centro de coordinación fue mostrado el viernes a los periodistas por el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; el director de Emergencias del Ayuntamiento, Rafael Pérez; y el responsable de Cisco en España, Antonio Conde. Los informadores pudieron comprobar cómo el personal del Cecop puede conocer en tiempo real la situación y así poder gestionar los recursos disponibles, o enviar a una patrulla de la Policía o una ambulancia por una u otra calle sabiendo si en una hay más afluencia de público que en otra. Será una experiencia piloto en cuestiones de seguridad para eventos masivos, tras el antes y el después de la Madrugada de 2017.

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