Segundo varapalo a la Hispalense en un ranking mundial en un mes

Segundo varapalo en menos de un mes. La Universidad de Sevilla vuelve a perder posiciones en un ranking internacional sobre las mejores instituciones académicas. En esta ocasión, el descenso se ha producido en la clasificación general QS (World University Rankings), donde la Hispalense cae al menos 50 puestos en un año. Ésta es una de las tres clasificaciones internacionales con más difusión y relevancia mundial junto al ARWU, también conocido como ranking de Shanghái, y el ranking Times Higher Education (THE).

En el baremo de 2016, la Hispalense se sitúa entre los puestos 601-650, mientras que el pasado año se encontraba en la franja 501-550. Esto supone un descenso de entre 50 y 150 puestos. Se trata del peor dato de los últimos cuatro años.

A mediados de agosto, la Hispalense también se quedó fuera del top de las 500 mejores universidades internacionales, según el Ranking Académico de las Universidades del Mundo (ARWU), que publicó el Centro de las Universidades de Primera Categoría de la Universidad de Shanghái. La institución sevillana se reincorporó el pasado año a este listado tras salir de él en 2009. Entonces, la universidad achacó esta situación a un cambio en los parámetros de evaluación, como el sistema de cómputo de los profesores de cada universidad, bajando la ratio con respecto al número de alumnos.

Tras los datos de Shanghái, el rector de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, lamentó los resultados y realizó un ejercicio de autocrítica. Sin embargo, en esta ocasión, y a pesar de descender al menos 50 puestos con respecto al pasado año, la Hispalense se ha limitado a señalar en un comunicado que "la Universidad de Sevilla se mantiene como una institución de referente nacional e internacional, según el último informe del ranking QS".

La institución académica, además, matiza que éste es un ranking de los denominados "sintéticos, donde la información que caracteriza a las universidades se sintetiza en una única puntuación global". Según la Universidad, "es un ranking que parcialmente relativiza en base al tamaño de las instituciones, sólo el 50% de los indicadores está normalizado".

Al igual que ocurrió tras conocer el informe de Shanghái, el Partido Popular de Sevilla pedirá explicaciones en el Parlamento por este nuevo descenso al consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano.

El presidente del PP de Sevilla, Juan Bueno, lamentó ayer esta situación. "Es evidente que la falta de inversión y gestión es clave en este asunto y exigimos que la Junta de Andalucía actúe en consecuencia para evitar que la Universidad de Sevilla siga perdiendo excelencia". Al igual que señaló en agosto, Bueno cree que "la Junta de Andalucía tiene que poner en marcha un plan para que la Universidad de Sevilla recupere los puestos perdidos en el próximo año porque esta pérdida de puestos en el Ranking QS va en detrimento de los estudiantes".

"Están saltando todas las alarmas y desde la administración autonómica, responsable directa de la Universidad de Sevilla, se deben poner todas las medidas posibles para evitar que la excelencia y calidad de esta universidad se vea en entredicho", subrayó el presidente del PP de Sevilla. "La pérdida de valor que está sufriendo la Universidad de Sevilla es consecuencia de la falta de una apuesta seria y eficaz por la investigación, tal y como así lo denuncian los propios investigadores y científicos, y la falta un proyecto para la excelencia de esta universidad que aspire a aumentar su prestigio y la calidad de la enseñanza".

El ranking QS evalúa a las universidades utilizando seis indicadores que valoran el impacto de la investigación, la calidad de la enseñanza, la internacionalización, la reputación académica mundial y la reputación para empresas contratantes de sus alumnos.

La primera universidad española aparece este año en el puesto número 160. Se trata de la Universidad de Barcelona. La Universidad de Granada (501-550) y la de Sevilla son las únicas andaluzas que aparecen en esta clasificación.

Uno de los hándicaps que impide a la Hispalense, y a las universidades españolas en general, ganar peso en las clasificaciones mundiales es la ausencia de premios Nobel entre sus alumnos y profesores, además de autores altamente citados.

Para mejorar el posicionamiento de la Hispalense, el rector anunció, tras ganar las elecciones en diciembre, la puesta en marcha de una serie de medidas concretas, como el fomento de un plan propio de investigación y un plan de captación y contratación de talento. Pero, tras conocer los últimos dos rankings internacionales, parece que estas medias aún no están dando resultados.