La rigurosidad del secretario que incomoda al alcalde de Sevilla
El Macero
Sanz apuesta por nombrar a un segundo secretario tras la postura de Flores sobre dos proyectos: el estadio Benito Villamarín y el uso residencial de los suelos de Tablada
Sanz defiende el nombramiento de un segundo secretario para evitar “los cuellos de botella”
La rigurosidad del secretario municipal incomoda al alcalde de Sevilla. No han sido pocos los roces que han tenido ambos desde la toma de posesión del gobierno popular hace cuatro meses. Entre los temas más espinosos destacan dos proyectos por encima del resto: el futuro estadio Benito Villamarín y el uso residencial de los suelos de Tablada. A José Luis Sanz se le ha agotado la paciencia, y ya tiene preparada la documentación para crear la plaza de un segundo secretario de libre designación que relegará a Luis Enrique Flores a un papel secundario como fedatario.
La intención del Real Betis es que la ampliación del estadio y los nuevos equipamientos se levanten sobre un suelo de titularidad municipal. Se trata de la explanada de Preferencia que el club utiliza desde hace varios años como aparcamiento en superficie. En la documentación se expone que se tratará de “una dotación de espacios públicos de calidad, con una plaza principal con áreas verdes y peatonales, con zonas de ocio y paseo; y se crearán servicios y equipamientos, como nuevas plazas de aparcamiento subterráneo y espacios comerciales”.
El desacuerdo entre el alcalde y el secretario vino al buscarse una solución jurídica antes de la redacción de un proyecto de ejecución que permita licitar las obras antes del próximo verano. Flores siempre ha defendido que esa parcela debe ser cedida al Real Betis a precio de mercado. Sanz no contempla ese escenario, y el club ha planteado en varias ocasiones en los últimos años una permuta de suelos a coste cero. El secretario nunca ha dado su brazo a torcer. Ya tenemos el primer lío montado.
Existe un convenio urbanístico preparatorio del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 en el que el Real Betis obtiene la calificación urbanística de deportivo privado singular con la posibilidad de destinar el 30% de la edificabilidad a usos coadyuvantes (hotel, comercial, oficinas) y también obtendría mediante permuta la parcela municipal junto al estadio y Heliópolis. Teóricamente, por este convenio la ciudad gana un estadio finalizado de alta calidad y un proyecto arquitectónico unitario en las dos parcelas afectadas en el proyecto. A cambio, el Ayuntamiento obtendría mediante una permuta un local de 3.000 metros cuadrados dentro del complejo que se edificase para usos de interés público.
Hasta la fecha, ese convenio ha tenido numerosas vicisitudes para su ejecución derivadas de la complejidad jurídica del planteamiento. Existe un borrador de respuesta en el que básicamente se concluye que el convenio se encuentra cumplido en lo puramente urbanístico (calificación y edificabilidades) y detalla la inviabilidad de la permuta prevista. Posturas opuestas entre Sanz y Flores.
El segundo desencuentro ha sido por Tablada. El alcalde insiste en su idea de que sea un importante pulmón de la ciudad, pero que incluya uso residencial. El popular mantiene su objetivo de que la extensa dehesa junto al río contenga viviendas, lo que la convertiría en una de las áreas de inversión más importantes de la capital andaluza. Si se toman al pie de la letra sus últimas declaraciones, queda claro que para Sanz Tablada no será el gran parque periurbano planteado por su antecesor en el cargo, Antonio Muñoz. Se convertirá en una gran zona verde, pero con otros usos, como el residencial.
El anterior alcalde socialista desglosó en noviembre del año pasado un informe de los Servicios Jurídicos Municipales que defiende el uso de estos suelos como parque metropolitano y público. El referido estudio fue encargado después de que en marzo de 2022 Muñoz se reuniera con la plataforma Mesa Ciudadana por Tablada para que la dehesa sea una gran zona verde y pública. El encuentro acabó con un acuerdo para elaborar una hoja de ruta que contemplaba como primer paso la elaboración de un informe jurídico, que fue coordinado por el propio secretario. En este estudio se realizó un análisis urbanístico y jurídico de la situación del suelo, así como de las posibilidades de actuación de la administración local. En él se evidenciaba que las 380 hectáreas de Tablada se mantienen como propiedad privada y protegida por el PGOU como suelo no urbanizable de especial protección. Por lo que Sanz quiere construir viviendas en unos terrenos que Flores considera no edificables.
Estas dos posiciones del secretario han llevado al alcalde a tomar otro camino, y para ello “no va a desperdiciar ni una sola herramienta de las que ofrece la Ley de Grandes Capitales para que el Ayuntamiento de Sevilla sea un cuello de botella”. Mañana sabremos si Sevilla contará con un segundo secretario cuyo sueldo será de 128.675 euros, un buen pico más que el actual. Todo apunta al nombre de Antonio Díaz Arroyo, ex secretario del Ayuntamiento de Tomares y actual del Consistorio de Marbella. Dentro del mundillo de los fedatarios es un secreto a voces.
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