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Cae la banda del Seat León tras 25 robos en Sevilla, Cádiz y Badajoz

La Guardia Civil desmantela uno de los grupos de aluniceros más activos de España

Fernando Pérez Ávila

03 de mayo 2018 - 09:10

La Guardia Civil ha desmantelado la banda del Seat León, una de las organizaciones de aluniceros más activas de España, formada principalmente por jóvenes de Los Pajaritos y Torreblanca. En la operación, denominada Valdivias, han sido detenidas 13 personas, a las que se les imputa al menos 25 robos con fuerza en otros tantos establecimientos de las provincias de Sevilla, Cádiz y Badajoz. Se investiga su participación en decenas de robos de este tipo cometidos en los últimos meses en distintas provincias.

En Sevilla se les ha podido acreditar su participación en un alunizaje ocurrido en el Media Markt de Santa Justa el pasado mes de enero, así como el robo en una empresa de paquetería de Camas y de un estanco en Estepa, entre otros. Se investiga si fueron los que desvalijaron varias perfumerías de la cadena Aromas, que ha sufrido más de treinta robos en el último año.

En total han sido detenidas 13 personas, la mayoría de Los Pajaritos y Torreblanca

Los delincuentes se dedicaban a robar turismos de los modelos Seat León antiguos y Seat Ibiza. Eran capaces de sustraerlos en cuestión de segundos utilizando un clonador de señal de apertura. Con estos vehículos se desplazaban y los utilizaban también para empotrarlos contra los escaparates y persianas de seguridad de los comercios. La banda era tan activa que cometía robos hasta tres veces por semana. Sus principales objetivos eran tiendas de telefonía móvil, perfumerías, estancos y empresas de paquetería. La Guardia Civil ha recuperado diez coches, además de multitud de efectos procedentes de los robos.

La operación la ha dirigido la Guardia Civil de Cádiz, puesto que se inició tras un robo en una tienda de telefonía móvil de Chipiona. Los sospechosos rompieron los cristales del escaparate con mazas. Tras acceder al interior, sustrajeron gran cantidad de material. Los investigadores supieron de la existencia de un grupo criminal afincado en Los Pajaritos y Torreblanca, que se había especializado en el robo de Seat León y Seat Ibiza. Eran tan especialistas en esto que llegaron a robar un coche al día. Se trata de una banda muy parecida a la del BMW, que fue una de las más activas de toda España hasta que cinco de sus miembros sufrieron un accidente en el que murió uno de ellos cuando huían de la Policía en la SE-40.

Captura de un vídeo de seguridad de una tienda de telefonía. / dggc

La Guardia Civil realizó seis entradas y registros simultáneos, que culminaron con la detención en un primer momento de ocho miembros del grupo. En los días siguientes fueron arrestados los otros cinco que faltaban. A todos ellos se les imputan delitos de robos con fuerza, robo o hurto de uso de vehículos y pertenencia a grupo criminal. No se descartan que se practiquen nuevas detenciones, como que tampoco se les imputen más delitos cometidos en los últimos meses.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la unidad orgánica de Policía Judicial de Cádiz, apoyados por guardias civiles del GRS-2 de Montequinto y de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), además de distintos grupos de la Policía Nacional y policías locales de las poblaciones donde los delincuentes cometieron delitos. La investigación judicial del caso la dirige el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

Vigilancias, coches alquilados y dinero rápido gastado pronto

La banda alquilaba turismos a nombre de personas afines a los asaltantes y se desplazaban con ellos por las provincias de Sevilla, Cádiz y Badajoz. Así realizaban una serie de vigilancias sobre sus objetivos. Una vez seleccionado el comercio que iban a desvalijar, estrellaban uno de los cohes robados. Lo hacían dando marcha atrás hasta romper el escaparate o la persiana. En un par de minutos se marchaban del lugar cargados con su botín, que pasaban a los coches alquilados. El vehículo robado lo dejaban luego abandonado en cualquier sitio. Al día siguiente, vendían la mercancía robada a un receptador, que les pagaba en metálico. El ritmo de vida que llevaban era tan frenético que el dinero les duraba pocos días, por lo que tenían que volver a robar para conseguir más. La Guardia Civil destaca que "este frenesí impuso a los investigadores un ritmo impresionante de trabajo, entre seguimientos, gestiones judiciales, labores policiales y miles de kilómetros de desplazamientos para poner freno a estos delincuentes".

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