Saraos, politburó y algo de política
Los anuncios en la última intervención de Zoido eclipsan el debate
Dos horas de confrontación política y menos de tres minutos para las novedades del próximo curso político. El debate sobre el estado de la ciudad sirvió principalmente para que el gobierno repitiera los logros señalados en mayo al cumplirse los dos años de mandato, para que la oposición volviera a recordarle al equipo liderado por Zoido las asignaturas supensas en materia de empleo y vivienda y para rescatar un término -politburó- que parecía olvidado tras la caída del telón de acero y que puso en valor (paradojas de la política) el portavoz del PP, Juan Bueno.
En la bancada popular tomaron la palabra el alcalde y el portavoz del partido. El primero lo hizo dos veces, una en un tono bastante conciliador y reproduciendo el balance de la primera mitad del mandato que dio a conocer hace dos meses. Ninguna novedad al respecto: el 60% de los objetivos marcados en campaña están cumplidos. El gobierno vuelve a ver la botella más llena que vacía. Especial mención al incremento presupuestario en atención social, a la creación de la marca Sevilla (antes de que el término lo pusiera de moda el Ejecutivo de Rajoy), la batalla contra la prostitución y la botellona así como las puesta en valor del patrimonio municipal en espacios como Santa Clara, el Palacio de los Marqueses de La Algaba o el propio Consistorio.
No faltó -es ya todo un clásico- la mención a la "herencia recibida" del anterior mandato, un pasado al que se refirió por los "escándalos" que aún perviven de aquella época en el presente. No sería la única vez que se aludiría a estos casos que llenan las páginas de tribunales. El nombre de Domingo Enrique Castaño, el que fuera asesor de Alfredo Sánchez Monteseirín, salió a relucir en varias ocasiones cuando Juan Bueno tomó la palabra en un discurso mucho más provocador en el que recordó la "insistencia" del PSOE por "colocar" a Castaño en la Fundación De Sevilla -ya disuelta- tras los comicios de 2011.
Bueno se mostró especialmente crítico con la oposición, a la que llegó a acusar de "estar cada vez más alejada de la realidad", una carencia que reprochó especialmente al portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, del que dijo que su actividad política se limita a "ir de su casa al Ayuntamiento y del Ayuntamiento al politburó", palabra que dejó con la boca abierta a la mitad de los asistentes mientras que la otra mitad aplaudía el empleo de una palabra que recordaba la época bolchevique. Público, por cierto, integrado principalmente por personal de los distritos y departamentos municipales.
Previamente desde la bancada contraria se había puesto de relieve el incumplimiento de las promesas de Zoido. El portavoz socialista mostró el programa electoral del PP para recordarle los 90.000 sevillanos que habían "prestado" el voto al centro-derecha en 2011 y que ahora se sentían "defraudados" en materias como el empleo y la vivienda.
A ello Espadas unió la continua "confrontación" con la Junta por la falta de financiación en los talleres de empleo, una exigencia que "no percibía" por parte del gobierno local al Ejecutivo central, "al que se ha plegado en toda la política de ajustes pese a que prometió que gobernaría Sevilla sin ideología".
A la falta de medidas en empleo y vivienda el portavoz de IU sumó la "privatización" de los servicios como una de las tres "p" con las que definió el mandato popular y a las que añadió el paro y la parálisis. Torrijos definió a Zoido como el alcalde de la BBC: bodas, bautizos y comuniones, "más preocupado por aparecer en los saraos sociales que en solucionar los problemas".
Toda la confrontación pasó a un segundo plano cuando el regidor hispalense sacó su artillería pesada en su última intervención al anunciar la bajada de impuestos, un golpe de efecto que hizo olvidar lo anterior. O casi todo. Lo del politburó es digno de anales.
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