Sanz estudia usar las cámaras del centro de Sevilla para incrementar la seguridad

José Luis Sanz no pondrá en marcha el llamado Plan Respira, una medida del anterior gobierno socialista para restringir el tráfico en el Casco Antiguo y Triana. Los motivos esgrimidos son la falta de transportes públicos y aparcamientos, lo que evitará convertir esas dos zonas de la ciudad en un “parque temático” para turistas. El nuevo alcalde plantea utilizar las cámaras que ya se han instalado en varios puntos para incrementar la seguridad en el casco histórico. El popular sostiene que “en otras capitales españolas se ha invertido mucho en zonas de videovigilancia. Aquí en Sevilla, evidentemente, las únicas cámaras que tenemos son las que se han instalado ahora para multar si entramos en el centro”.

En total son 65 las cámaras que controlarán los accesos: 50 en el Casco Antiguo y 15 en Triana. Los dispositivos que ya se pueden ver en la mayoría de las ubicaciones son de dos tipos. Hay cámaras de contexto, que sirven para controlar el entorno y el tráfico, y que también ejercen una función de vigilancia; y otra específica que es la que se encarga de leer las matrículas. Ambas cuentan con todos los permisos para poder realizar esta función, tanto del Gobierno como en materia de Protección de Datos. Junto a las instalaciones hay unas placas de aviso y dónde se pueden dirigir los afectados para ejercer su derecho a la Protección de Datos. Sólo una persona del centro de gestión tiene autorización para exportar las imágenes en el caso de que fuera necesario.

El control que tenía previsto llevar a cabo el Ayuntamiento no sólo era pasivo o automatizado. La idea era que sirviese para gestionar la movilidad en su más amplio contexto de forma efectiva y real. Las posibilidades que ofrece el software y la información detallada que da el programa de gestión son muy relevantes. Se puede consultar las entradas o salidas globales, en cada una de las zonas controladas, por fecha, por matrícula, tipo de vehículo... En un vistazo, la pantalla te permite conocer cuáles son los movimientos en tiempo real con detalles de la matrícula del vehículo, el lugar por donde ha entrado o salido, la etiqueta ambiental del vehículo, la velocidad de la vía, el tipo de vehículo, su comportamiento: si es habitual o recurrente o esporádico, y, por supuesto, la imagen del mismo. Las posibilidades de consulta son casi infinitas.

Desde que se inició el periodo instalación el pasado mes de noviembre, las cámaras registraron hasta finales de enero más de 6,2 millones de movimientos. Al día, entre entradas y salidas, suele haber entre 90.000 y 100.000. La cámara que apuntó más accesos fue la de la Puerta de Carmona: 8.019. Y la que tuvo más salidas fue la de San Laureano: 7.179. El análisis de varios días revela que la hora en la que se producen más movimientos son las ocho de la mañana.

Los objetivos del Plan Respira eran evitar el desplazamiento de vehículos buscando aparcamientos o para atravesar el conjunto histórico, ordenar la carga y descarga, proteger el valor cultural y patrimonial de la zona, consolidar la prioridad peatonal, ciclista de y vehículos de movilidad personal, reducir el número de vehículos, impulsar y favorecer el uso del transporte público, generar áreas peatonales más habitables y saludables y facilitar el aparcamiento de residentes y personas autorizadas.

El sistema se ha implantado en la zona de tráfico restringido del Casco Antiguo comprendida entre Paseo de las Delicias, Paseo de Colón, Reyes Católicos, Marqués de Paradas, San Laureano, Torneo, Resolana, Parlamento Andaluz, Muñoz León, Ronda de Capuchinos, María Auxiliadora, Recaredo, Menéndez y Pelayo, Avenida del Cid, Palos de la Frontera y Avenida de Roma. En el caso de Triana, el área iba a quedar configurada por las siguientes calles entre el Puente de Isabel II y el Puente de San Telmo: Betis, Pureza, Rodrigo Triana, Pelay Correa y sus vías transversales.