La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
sanidad
Un bebé de 18 meses se recupera en el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona tras un complejo traslado desde el Hospital Virgen del Rocío que requirió de un sistema de oxigenación extracorpórea (ECMO) para mantenerlo con vida durante el trayecto, es decir, conectado en todo momento a una máquina que hacía las funciones de su corazón y pulmones. De este modo, los profesionales pueden mantener una circulación de la sangre y una oxigenación adecuada en el cuerpo del paciente hasta que se practica el trasplante o se decide otro tratamiento.
Detrás de este esfuerzo titánico, un equipo de profesionales conformado por una médica y un enfermero intensivistas pediátricos y un perfusionista del hospital sevillano, desde donde se hizo el traslado, así como de una técnica de emergencias sanitarias de Sevilla. A ellos se sumaron profesionales del 061, que se encargaron de la gestión de toda la operativa necesaria para garantizar el traslado terrestre y aéreo, con el apoyo de la Guardia Civil.
La derivación del lactante de 18 meses se realizó el jueves 24 de agosto y comenzó con su transporte terrestre desde la UCI Pediátrica del Virgen del Rocío hacia el aeropuerto de Sevilla en una UVI móvil atendida por un equipo de cinco especialistas integrado por profesionales del hospital sevillano y el Centro de Emergencias Sanitarias 061, en colaboración con la Guardia Civil. Allí les esperaba un avión medicalizado, facilitado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), donde el equipo sanitario continuó manteniendo y vigilando las constantes vitales del pequeño y el correcto funcionamiento del sistema ECMO, para evitar posibles complicaciones hasta su aterrizaje en el aeropuerto de Barcelona, dos horas más tarde.
Tres unidades móviles del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña aguardaban la llegada y se encargaron de la asistencia y traslado hasta el Vall d’Hebron junto a los profesionales del Virgen del Rocío. El SEM recibió la petición de traslado por parte del SAS y gestionó la asistencia desde la Central de Coordinación Sanitaria (CECOS) a través de la mesa de Interhospitalario, junto con la coordinación del pediatra de críticos. El dispositivo estuvo formado por profesionales del SEM pediátrico del hospital Sant Joan de Déu (pediatra de intensivos, técnico y enfermera especializados en paciente crítico pediátrico), y también contó con una unidad colectiva y un técnico de logística del SEM que trasladaron al equipo médico andaluz que realizó el ECMO.
En la actualidad, el menor se encuentra atendido en la UCI Pediátrica donde continuará con los cuidados específicos que precisa y será valorado como candidato a un posible trasplante pulmonar en este hospital, de referencia para esta técnica, motivo del traslado desde la UCI del Virgen del Rocío a la del Hospital Vall d’Hebron.
La complejidad de esta asistencia viene dada porque el menor ha necesitado viajar conectado en todo momento al soporte con membrana de oxigenación extracorpórea (ECMO). Esto es un sistema de soporte que funciona a modo de corazón y pulmón artificial, ya que sustituye temporalmente las funciones de estos órganos cuando fallan.
En concreto, en este caso el paciente ha sido movilizado con este complejo sistema en todo momento. Es decir, desde la UCI pediátrica del Hospital Infantil, en la UVI móvil del 061, durante el vuelo medicalizado, en la UVI móvil del SEM y hasta su llegada a la UCI del hospital Vall d’Hebron.
El traslado de un paciente por vía aérea con esta técnica requiere, por tanto, de una gran especialización, planificación y, sobre todo de una estrecha colaboración entre los diferentes servicios y profesionales implicados más allá del lugar de residencia del paciente.
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