Sangre de Marta en el chaquetón de Miguel

Los peritos del laboratorio de la Policía Científica que declararon ayer en el juicio explicaron que entre las 194 muestras analizadas sólo hallaron restos de sangre de Marta del Castillo en el chaquetón que llevaba aquella noche el asesino confeso, Miguel Carcaño.

Los expertos indicaron que se detectaron tres manchas en el chaquetón del asesino confeso, en una de las cuales se comprobó la coincidencia con el perfil genético de la joven desaparecida.

Los policías que participaron en la recogida de muestras habían detectado muchos restos de sangre mediante las pruebas realizadas con las sustancias reactivas como el luminol y la bencidina, pero los peritos explicaron ayer que todas las muestras que recibieron eran de las que se consideran como "críticas", que pueden llevar muy poca cantidad de ADN, por lo que los resultados obtenido con esas sustancias sólo pueden considerarse como "pruebas indiciarias de que pudieran tratarse de sangre" pero en los análisis "no se evidenció la presencia de sangre", aunque eso no significa que la hubiera o no.

Los expertos explicaron que puede que no se concretase que eran restos de sangre porque se llevara a cabo la limpieza del escenario del crimen. "Una limpieza enérgica podría conseguir incluso eliminar completamente [los restos de sangre] y hay productos de limpieza que degradan el ADN", señaló uno de los peritos, que también precisó que los restos de sangre "son los que más perduran".

Los expertos señalaron sobre la mezcla de los perfiles genéticos de Francisco Javier García Marín, el Cuco, y de Marta del Castillo bajo una mesa de ordenador que por su "experiencia profesional de 27 años lo lógico es que esa mezcla se haya producido de manera simultánea, aunque no se puede demostrar científicamente". Esa mezcla de ADN es considerada por las acusaciones como una prueba vital de la participación del menor en el asesinato y violación de Marta del Castillo y daría credibilidad a la declaración de Miguel Carcaño del 17 de marzo de 2009, en la que reconoció que ambos mataron y violaron a la joven, situando precisamente en la zona donde fue hallada la muestra el punto exacto en el que acabaron con su vida.

En la empuñadura de la silla de ruedas, las pruebas arrojaron una mezcla de los ADN de Miguel Carcaño y Marta del Castillo, así como en una mesa de la habitación del asesino y en el tensiómetro que supuestamente empleó Miguel para comprobar que la joven había fallecido. Esa mezcla, según los expertos, debía ser "relativamente reciente" a pesar de que no sea posible determinar su antigüedad desde el punto de vista científico porque influyen muchos factores.

Los peritos también corroboraron las muestras de ADN de María García que se hallaron en una cinta adhesiva transparente, la de Javier Delgado y María García en un cable de alargadera, o la de Miguel y María en un rollo de esparadrapo.

En la sesión de ayer también compareció ante el tribunal un perito lofoscópico -experto en huellas- que reiteró la presencia de una huella dactilar del Cuco en una botella de ron intervenida en el piso de León XIII. Aunque este perito no pudo determinar la data de esa huella sí explicó que si la botella ha estado guardada en un mueble puede aguantar un máximo de entre uno y tres meses.