San Lorenzo: un barrio en el mundo

calle rioja

Identidad. Ramón Cañizares llenó el Espacio Santa Clara, donde mucha gente se quedó fuera, en la presentación del libro sobre su barrio y en el que vivieron Bécquer y Velázquez

Francisco Correal

09 de marzo 2017 - 02:35

El barrio de San Lorenzo ya tiene su libro. "Es el libro que a mí me hubiera gustado escribir y que estoy seguro de que a todos ustedes les gustará leer". Eso dijo José María Miura, prologuista, en la presentación de San Lorenzo. Un barrio en la historia de Sevilla, que ha escrito y editado Ramón Cañizares Japón. Nada más revolucionario que la conservación. "Un barrio", dijo Miura, "es una comunidad que habita un espacio y lo modifica en la medida en que lo hace suyo".

En ese sentido, el San Lorenzo de Cañizares es como la Santa María de Onetti, una historia viva, dinámica, que el autor dedica a sus padres, que le dieron la oportunidad de nacer y vivir en ese barrio en el que se ha sumergido con vocación de entomólogo para desentrañar sus raíces, tan unidas a su porvenir. Antes, el autor se fotografió junto a la torre de don Fadrique.

J. M. Miura: "Es el libro que me hubiera gustado escribir y que les va a gustar leer"

Ya quisieran muchos escritores que acudiera a la presentación de uno de sus libros la gente que se quedó fuera en el Espacio Santa Clara donde se presentó la obra. Y eso que a la misma hora terminaba de jugar el Betis, empezaba el Barça y hasta el París Saint-Germain, un equipo de fútbol con nombre de barrio.

El libro lo abre y lo cierra con palabras de Rafael Montesinos. "No sé por qué, cuando imagino a Bécquer en Sevilla le veo siempre en su barrio". El que imaginaba era Montesinos, poeta vecino de este barrio, de la calle Santa Clara donde nació el 30 de septiembre de 1920. El barrio de otros escritores como Francisco de Rioja, Arias Montano, Joaquín Romero Murube, Rafael Laffón o Fernando Ortiz. También residieron en él Rafael de Cózar y Eslava Galán, mosqueteros del club Dumas de Pérez-Reverte.

El barrio donde vivieron Velázquez, Pacheco, Martínez Montañés, Santiago Martínez o Leonardo de Figueroa. Cañizares Japón es el archivero de la hermandad de la Soledad de San Lorenzo, a la que le dedicó el libro que le presentó Álvaro Pastor -presente en el acto- en la Maestranza, titulado La hermandad de la Soledad. Devoción, Nobleza e Identidad en Sevilla (1549-2006) (Almuzara).

En proyecto tan ímprobo, el autor no podía estar solo. En la presentación, que presidió Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores -con Amidea Navarro, su predecesora, entre el público- le acompañaron los patrocinadores: Espacio Eslava, Abacería de San Lorenzo y Bodega San Lorenzo. También estaban Paco Reyes, párroco de la iglesia que lleva el nombre del barrio, o viceversa, y el que le precedió en esa misión, Juan Manuel García Junco, que en tiempos ejerció Marcelo Spínola, que da nombre a una calle en la que vivió Joaquín Romero Murube y donde residen Ventura Rico, de la Orquesta Barroca, y Pepe Mel, novelista que no pudo acudir a la presentación porque estaba en Coruña entrenando al equipo que se enfrentaba a su Betis.

José María Miura incluye este estudio pormenorizado sobre el barrio de San Lorenzo en lo que la historiografía llama Historia Local. "En nombre de la globalidad se procura desdibujar la identidad". La monserga de la aldea global no pasó de globo aldeano con un cosmopolitismo huero. Del barrio al mundo, como el viaje de Bucarelli, virrey en México que da nombre y apellido a un palacio en la calle Santa Clara con Hombre de Piedra.

Cañizares repasa los edificios religiosos, los civiles, las hermandades, el tiempo y el espacio del barrio. Ofrece una cronología, amplia bibliografía y hasta un censo del microcosmos de la historia viva de cañas y barrio.

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