San Jerónimo se rebela y frena un tercer tanatorio en el barrio

La rebelión de 400 vecinos de San Jerónimo ha puesto pie en pared el plan del gobierno de Zoido de otorgar 4.600 metros cuadradados de suelo público frente al río a una conocida aseguradora privada para la construcción de un tanatorio con crematorio, con una inversión prevista de 2,8 millones y una concesión a 75 años. El anteproyecto llevaba desde febrero de 2014, recuerda el concejal del PSOE David Guevara, dando vueltas en busca de un emplazamiento donde colocarlo en la ciudad. Se llegó a plantear sin éxito detrás de la Torre Pelli.

Tras la inquietud generada por la primera noticia oficial lanzada el 25 de marzo a la prensa diciendo que iría en el barrio del cementerio, la asociación San Jerónimo-Alamillo movilizó a los vecinos y exigió explicaciones urgentes el pasado miércoles 8 de abril en el Pleno del distrito Norte, donde los vecinos recibieron el anuncio gubernamental de que "no se hará el tanatorio por el rechazo vecinal".

Así lo transmitió el concejal delegado Juan García Camacho (PP) en el Pleno y así se cuenta en los carteles que ayer podían verse colgados en la puerta del colegio Buenavista y en las paredes de las zonas del Patronato y Demo: "Don Juan García Camacho nos transmite que por parte del Ayuntamiento no hay previsto ni se tiene interés, dado el rechazo vecinal, en la construcción de un nuevo tanatorio en San Jerónimo". El asunto parece zanjado, pero la plataforma vecinal que respaldan los grupos municipales de PSOE e IU no baja la guardia.

Ayer, la delegada municipal de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley, dijo que se renuncia al crematorio pero no al tanatorio. "Hay un proyecto privado del que algunas cosas le parecen interesantes a este gobierno y otras no, como el crematorio, por lo que se procede a encargar un estudio de viabilidad", afirmó. El PSOE denuncia que Zoido se va a gastar 6.000 euros en este estudio. IU recuerda que por ley un crematorio debe estar a 100 metros de viviendas y parques infantiles, advierte el candidato de IU Daniel González.

"En el hipotético caso" de que el Ayuntamiento decidiera aprobar un nuevo tanatorio para la ciudad, "todas las características del proyecto, empezando por su ubicación, deberían ser aprobadas por este gobierno. Y desde luego todo se realizaría bajo los más estrictos criterios legales y de salubridad, sin perjudicar la calidad de vida de los sevillanos", dijo Fley.

La asociación resume bien la posición mayoritaria vecinal: no a un tercer tanatorio cuando ya existen los de la SE-30 y Servisa, además del cementerio y la depuradora de aguas residuales que arroja molestos olores. Y menos tan cerca de las viviendas y del principal parque infantil, Campillo, existiendo suelos en el Higuerón Norte. Así se opina en diversas zonas, como Campillo, Demo, la parte vieja de San Jerónimo y la zona del Patronato, donde este periódico realizó entrevistas directas con vecinos. Todos tienen trabajo.

"¿Realmente hace falta toda esta aglomeración de servicios funerarios en la misma zona de Sevilla?¿Tanto ha disminuido la esperanza de vida en esta ciudad en los últimos años vividos de crisis? Hemos pasado de querer crear en esta zona la ciudad del empleo a querer crear la ciudad funeraria, y mientras tanto gran número de vecinos del barrio siguen desempleados", explica la portavoz, Lourdes Moreno. El tanatorio estaba previsto en la calle José Galán Merino junto al edificio CREA de emprendedores y en suelos reservados para equipamiento y servicios públicos para San Jerónimo. Hoy acoge un aparcamiento improvisado en superficie.

Los vecinos piden infraestructuras que atraigan a los sevillanos al barrio: facultades universitarias, instalaciones culturales, deportivas que generen riqueza promoviendo la apertura de negocios en los locales vacíos que tiene Emvisesa aquí. IU insiste en la necesidad de proyectos que mejoren el tejido productivo y las dotaciones sociales de la zona.

En el parque infantil Campillo, junto al solar elegido para el tanatorio, Josefina Sánchez reclama más comercios y negocios que frenen el paro. A pocos metros, Beatriz, junto a su hijo, se muestra contraria a un tanatorio junto a un parque con niños y recuerda los malos olores que soportan con la depuradora de aguas residuales. En el barrio viejo, María Granada reclama talleres de empleo y zonas de ocio para los jóvenes. María José, vecina de la Papachina, dice que ya son suficientes tanatorios en el barrio y pide enclaves de formación y ocio para jóvenes.

Manoli, del barrio viejo de San Jerónimo, rechaza igualmente otra instalación funeraria por "desagradable" y pide zonas de ocio y formación para la juventud. Ana, vecina del tanatorio Servisa, cree que ya es suficiente con los tanatorios que hay y ve necesario más centros comerciales y de hostelería para crear empleo. En Demo, el abuelo Sebastián aboga por "repartir la porquería".