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San Hermenegildo: una restauración tras más de 15 años de espera

La antigua iglesia de San Hermenegildo. / Juan Carlos Vázquez

Luz al final del túnel. Tras más de 15 años de espera, la restauración de la iglesia del antiguo convento de San Hermenegildo, en pleno centro de la ciudad, podrá comenzar antes de final de año. El Ayuntamiento ya ha iniciado el proceso para acometer la primera fase de la rehabilitación de este histórico templo mandado a construir por la Compañía de Jesús en el siglo XVI e impulsado por el propio rey Felipe II. Las primeras intervenciones, con un coste superior a los 850.000 euros, se centrarán en atajar los problemas que afectan a las cubiertas y las fachadas. Los trabajos en su interior para recuperar las interesantísimas yeserías y pinturas quedarán pendientes de una segunda fase. La rehabilitación integral del edificio se calculó hace unos años en más de 1,6 millones de euros.

Es San Hermenegildo uno de esos edificios históricos de Sevilla infrautilizados. Su excepcional ubicación y el valor artístico del propio inmueble lo convierte en una joya muy aprovechable, pero diversos avatares lo han condenado a un cierre prolongado. Tras vincularse al ICAS y servir como sala de exposiciones, llegó el cierre en el año 2006 tras la aparición de unas fisuras en la bóveda. Desde entonces, se ha especulado con su utilización como sede del museo de la Semana Santa de Sevilla, incluso hubo un ensoñación con el posible traslado de una hermandad para establecer en esta antigua iglesia su sede canónica. Su restauración también se vinculó en algún momento a la de la antigua comisaría de la Policía Nacional, en la misma plaza, un extremo que quedó finalmente descartado. El cierre prolongado ha agravado las afecciones del inmueble por lo que el Ayuntamiento tuvo que intervenir de urgencia para evitar males mayores.

La fachada principal de San Hermenegildo. / Juan Carlos Vázquez

Dentro de la estrategia de recuperación del vasto patrimonio municipal, la actual corporación municipal se marcó como objetivo prioritario la recuperación de San Hermenegildo, aunque todavía no cuente con un uso definido de cara al futuro, algo que es vital para su correcto mantenimiento. A lo largo de estos años se han realizado estudios y análisis para su futura rehabilitación. En el año 2012, se realizó un informe sobre el edificio, respecto a sus patologías y a la posibilidad de adaptarlo a espacio escénico, con las medidas correctoras necesarias para mejorar su acústica. En ese momento se aconsejó encargar un estudio patológico a un laboratorio especializado.

Dicho estudio finalmente fue encargado por el actual Servicio de Renovación Urbana y Conservación de la Edificación en el año 2020 y adjudicado a Labrum. Aunque las patologías del edificio afectan a todos los elementos constructivos, el proyecto que ha salido a licitación se centra en la subsanación de los problemas que afectan a las cubiertas, especialmente a las de madera, por la gravedad y urgencia de las patologías de las mismas. También se renovará el saneamiento, dado que se encuentra en mal estado. Por último, y dado que había que restaurar las cornisas, y es necesario el montaje de andamios, se ha incluido la restauración de las fachadas en la intervención.

Vista del antiguo templo desde la calle Jesús del Gran Poder. / Juan Carlos Vázquez

Las patologías detectadas

Gracias a este completo estudio, los técnicos han podido conocer mucho mejor el estado de salud del edificio. Los elementos estructurales verticales están ejecutados con muros de carga de fábrica de ladrillo, predominando los de ladrillos macizos y ladrillo hueco, aunque también se han descubierto en alguna zona muros de tapial. "Del estudio paramental efectuado podemos conocer a partir de las catas realizadas en distintos paños murarios la evolución constructiva de la edificación. En todas ellas se ha retirado el enfoscado de cemento que sella los paramentos y que corresponde a la reforma general realizada en 1959 y las reparaciones de 1980-81 previas a la rehabilitación como primera sede del Parlamento de Andalucía. Bajo estos enfoscados de cemento no se detectan acabados antiguos, por lo que se supone que todo el edificio fue desprovisto de su epidermis primitiva con la consiguiente pérdida de tratamientos pictóricos".

Las patologías principales en los muros, son humedades de ascenso por capilaridad, fisuras con cierto recorrido pero sin llegar a indicar fallos importantes de estructura y/o cimentación, y degradación de los revestimientos según la zona.

Interior de San Hermenegildo. / Juan Carlos Vázquez

En la fachada principal se observan algunas fisuras verticales, sin llegar a marcar un comportamiento anómalo de la cimentación o estructuras, "entendemos que su origen se debe más bien a acciones térmicas y reológicas". Existen algunas zonas con síntomas de humedad en las que había desprendimientos de pintura

subsanados con la reciente intervención de urgencia. En la zona superior sobre la cornisa existe actualmente una red de protección para evitar desprendimientos. En el centro por debajo de esta red una de las piezas de aplacado se encuentra fisurada. En la base de los dos elementos ornamentales de la derecha que representan unos pináculos, hay fisuras.

El módulo abuhardillado de entrada a la cubierta desde la terraza superior presenta importantes fisuras en sus muretes laterales debido a la flexión de los pares sobre los que se apoya. Se ha atirantado en una reciente intervención de urgencia, para evitar los riesgos de vuelco de la fachada del mismo hacia la vía pública.

En la fachada lateral derecha son evidentes los desprendimientos del revestimiento de una balaustrada, en la parte superior en la que existe una red en todo el alero de cubierta. En algunos puntos del primer cuerpo de la fachada, existía humedad y desprendimientos de pintura, subsanados en la reciente intervención.

La impresionante cúpula con sus yeserías. / Juan Carlos Vázquez

En el segundo cuerpo de fachada existen fisuras con dirección generalmente verticalizada, "cuyo origen igualmente consideramos es de acciones térmicas y reológicas". En los dinteles de las ventanas izquierda y derecha y en la zona central de friso entre este segundo cuerpo y el superior existía una importante degradación de los revestimientos subsanados con la reciente intervención.

En la fachada posterior se sigue apreciando alguna fisura vertical, cuyo origen es igual al ya comentado, y

humedades primordialmente en el friso del cuerpo superior. En la parte superior hay colocada una red en todo el alero de la cubierta. En la parte derecha de este friso existe una mayor degradación.

El edificio visto desde la plaza de la Concordia. / Juan Carlos Vázquez

En la fachada lateral izquierda, al igual que en los casos anteriores, había desprendimientos de la pintura en algunas zonas por envejecimiento de la misma. Fueron subsanados con la intervención de urgencia reciente. También se aprecian algunas fisuras con dirección verticalizada, aunque con cierta inclinación en la parte superior izquierda, si bien, se insiste en que las mismas tienen un origen de acciones térmicas y/o reológicas. Los pequeños pináculos sobre los machones del pretil de cubierta se encuentran protegidos con redes. "Desde el punto de vista de daños que puedan dar problema de posibles desprendimientos, que en esta fachada se concentran en el friso que existe entre el primer y segundo cuerpo".

Es importante destacar, abunda el proyecto, "que sólo un picado general de los paramentos con la eliminación

de los enfoscados de cemento podría dar las claves sobre vanos antiguos, reparaciones, encastres o adosamientos diversos y, por lo tanto, discernir con precisión la evolución de las plantas del inmueble desde 1612 hasta 1959".

Una cubierta degradada

Vista aérea de San Hermenegildo. / Juan Carlos Vázquez

La cubierta central se ejecuta íntegramente con estructura de madera mediante cerchas y pares para conformar su geometría octogonal, inspirada en la Sala Capitular de la Catedral de Sevilla. De la inspección de la cubierta de madera a nivel general los resultados de la inspección efectuada han revelado los siguientes aspectos:

"La cubierta de madera ha sufrido procesos patológicos a lo largo de su vida útil que han dado lugar a su degradación. Se ha reforzado en dos intervenciones diferentes: los empotramientos se han fortalecido con refuerzos metálicos revestidos de fábrica y mortero y también se han colocado refuerzos con jabalcones de madera en aquellos pares que han presentado rotura. Si tenemos en cuenta la situación actual en cuanto a deformaciones e intervenciones, se deja entrever el posible proceso de fallo estructural que ha debido sufrir la cubierta".

Se advierte también de pudrición por hongo blanco generalizada, ataque de xilófagos y falta de algunas piezas, presencia de carcoma gruesa, roturas en los encuentros de las cerchas con los tirantes, o fisuras importantes y desprendimientos.

Estado de la mansarda de la fachada principal- / M. G.

Respecto a los interiores, en la planta baja se observan humedades en los paramentos, techos y en la parte inferior de la cúpula. También existen fisuras verticales en la cúpula, y restos de humedades como consecuencia de filtraciones antiguas y actuales.

En la cúpula, tras unas precipitaciones producidas durante los días en los que se realizó el estudio, se pudieron observar (mediante termografía y a simple vista) las filtraciones de agua que provienen de la cubierta de teja (faldón norte), las deformaciones de los faldones han provocado la rotura de tejas y

tablazón y con ello la entrada de agua al interior.

En la planta primera y la entreplanta existen humedades concretadas en los paramentos del cuerpo adosado de forma rectangular, fisuras en paramentos, techos y en el arranque de la cúpula.

Detalle de la decoración de la cúpula. / Juan Carlos Vázquez

En la planta de azotea existen humedades principalmente en los paramentos del cuerpo adosado de planta rectangular, y fisuras en el exterior en el encuentro con la cubierta. En la segunda entreplanta en la zona de fachada existen humedades el paramentos y en la escalera.

Las humedades bajo la cubierta plana, se concentran en gran parte en la zona próxima a las cazoletas de desagüe ya que las mismas se encontraban atascadas, por lo que se debe haber embalsado agua en estas cubiertas, con diferente intensidad generando filtraciones interiores, es por ello que no se puede establecer si los faldones de cubierta son suficientemente estancos.

La bóveda encamonada presenta fisuras como consecuencia de las deformaciones que ha podido sufrir por los empujes de cubierta y deformaciones en los muros. Sí se observa la distribución de las fisuras. En su gran mayoría se concentran hacia el faldón oeste de la cubierta, zona donde se ha producido el fallo estructural

de las cerchas de cubierta. "El descenso y giro de las cerchas de cubierta en este faldón han generado el apoyo de del tirante metálico en la bóveda en mayor o menor medida de las cerchas en función de su descenso, generando cargas adicionales sobre las bóvedas. Junto con la pérdida de resistencia que se produce, el yeso encamonado al humedecerse por las filtraciones ha generado la patología actual de la bóveda".

Detalle del estado de la portada. / M. G.

Una intervención de 12 meses

Uno de los objetivos de la actuación es detener el deterioro que sufre la bóveda encamonada bajo la cubierta a consecuencia de la entrada de aguas, para preservar las pinturas y relieves de gran valor que se encuentran en este elemento. De esta forma, se llevará a cabo el desmontado por completo de toda la cubierta de madera y de las cubriciones y muretes laterales, para colocar nuevos refuerzos metálicos y proceder a su restauración integral. En cuanto al lucernario, Urbanismo ha optado por la sustitución completa de éste al encontrarse muy deteriorado y generar la entrada de aguas a su interior.

La fachada principal de San Hermenegildo. / Juan Carlos Vázquez

Como complemento a la restauración de las cubiertas, se plantea también la ejecución de una nueva red de saneamiento, dado que la actual se encuentra en mal estado. Asimismo, se restaurarán también las cornisas que rematan la antigua iglesia, que serán objeto de una actuación integral. Finalmente, el proyecto de obras incluye la restauración de las fachadas, sobre las que se realizarán básicamente trabajos de limpieza, conservación y reintegración. Durante el proceso se estudiará el nuevo acabado que se le da al edificio para que se aproxime más al original.

La intención es que los trabajos se inicien este mismo año. Su duración está prevista en 12 meses.

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