San Hermenegildo, una década de cierre

El ICAS debate este mes sobre el futuro de este antiguo templo, cuya restauración y acondicionamiento para usos culturales requiere de una inversión de dos millones de euros.

San Hermenegildo, una década de cierre
San Hermenegildo, una década de cierre
Diego J. Geniz

15 de abril 2016 - 05:03

Una joya renacentista cerrada a cal y canto. Fue en 2006 cuando los técnicos de Edificios Municipales del Ayuntamiento hispalense decidieron clausurar la Sala de San Hermenegildo ante la aparición de varias fisuras en la bóveda. Desde entonces, este antiguo templo -propiedad del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)- ha permanecido cerrado, lo que ha agravado su estado de deterioro hasta el punto de que sus cubiertas se han convertido en un auténtico palomar. El edificio cuenta con un informe de la Gerencia de Urbanismo que cifra en casi dos millones de euros la intervención necesaria para su reapertura y uso con fin cultural. Un estudio que servirá de base al debate que se celebrará este mes sobre el futuro de San Hermenegildo.

El referido informe se realizó en 2012 a petición del ICAS. Los técnicos de la Gerencia consideraban necesaria la restauración de la cubierta de madera y de la bóveda, la renovación del lucernario, la instalación de una rampa y un elevador que facilite la accesibilidad a las personas con movilidad reducida, una nueva instalación eléctrica, la revisión del sistema de climatización, dispositivos de seguridad, el saneamiento de las cornisas, el pintado de las fachadas e interiores y la limpieza y consolidación de los elementos de piedra que hay en las fachadas. Toda esta operación supone una inversión de 1,6 millones de euros.

A esta cantidad hay que sumar los 300.000 euros que conlleva acondicionar el edificio al uso cultural. Para ello, se consultó con una empresa especializada en equipamiento escénico y audiovisual. El análisis de esta compañía desveló que la acústica de la sala no es buena, por lo que para actos musicales se requieren elementos provisionales que no distorsionen los valores arquitectónicos del antiguo templo. También serían necesarios equipamientos escénicos desmontables, que han de ser guardados fuera del edificio, al carecer de espacio suficiente para almacenarlos.

Por último, el informe incide en la necesidad de otro estudio previo -por parte de una empresa especializada- que analice la evolución de las fisuras, el estado de la madera y del forjado. Con todos estos datos, se redactará el proyecto de rehabilitación definitivo.

El informe del ICAS, según señalan fuentes municipales, ha permanecido guardado en el cajón desde 2012. Durante el mantado de Zoido no se comenzó ningún procedimiento administrativo. Con el cambio del gobierno local, la nueva dirección del ente cultural se ha encontrado con un edificio de gran belleza, que, situado en pleno centro de la ciudad, se encuentra en un estado muy deteriorado. A su conservación deficitaria hay que añadir los restringidos usos culturales que puede albergar, en función del estudio de la Gerencia.

Esta problemática se tratará en las jornadas que el ICAS celebrará en primavera para elaborar el plan director de la cultura de la ciudad. San Hermenegildo protagonizará uno de los asuntos de estos debates, cuyos participantes se decidirán las próximas semanas. Llegados a este punto, los expertos han de calibrar si el uso cultural es el más adecuado y, de ser así, las opciones posibles. Si el ICAS se decanta por esta finalidad, habrá de pedir asesoramiento a la Gerencia para contar con el proyecto de rehabilitación y adecuación definitivo.

Una decisión que, al menos, despejará el futuro de un edificio sumido en el más absoluto ostracismo desde que en 2006 se clausuró. Y ello, pese a su importancia arquitectónica y su valor histórico. No en vano, perteneció al convento fundado en 1580 por la Compañía de Jesús, del cual sólo se conserva la iglesia. Aunque fue Juan Bautista Villalpando el que diseñó su traza original, en 1614 el jesuita Pedro Sánchez la transformó por completo al inspirarse en las líneas renacentistas de la Sala Capitular de la Catedral. De ahí la forma elíptica de su sala principal y la bóveda ovalada que la cubre. De ella parten doce nervios radiales, que se abren cuando apoyan en los muros de carga. Entre los nervios se insertan ventanas con lunetos, enmarcados por yeserías atribuidas a Francisco Herrera El Viejo. La fachada principal -que mira hacia la Plaza del Duque- está atribuida a Alonso de Vandelvira, referente de la arquitectura renacentista en España.

Debido a su céntrica ubicación y a su valor patrimonial, San Hermenegildo ha albergado múltiples usos desde que fue desacralizado. En el siglo XIX sirvió de cuartel de Artillería y a principios de los 80 acogió el primer Parlamento andaluz. Una vez en manos del ICAS, ha sido sede de muchas exposiciones. Las últimas las organizó la Fundación Cajasur. El Jueves Santo de 2004 salió de este antiguo templo la cofradía de Pasión tras el cierre del Salvador. Sus hermanos, en cabildo extraordinario, lo descartaron como nueva sede canónica de la corporación. En 2008, el Parlamento y el Consejo de Cofradías mostaron su interés por su cesión. La cámara andaluza pretendía instalar en él un museo sobre la autonomía, mientras que el Consejo quiso tener aquí su sede y el museo permanente de la Semana Santa. Los diez años de cierre han frustrado los deseos de tales pretendientes.

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