Salud ha administrado en Sevilla más de 46.000 vacunas de AstraZeneca
Coronavirus
Los expertos admiten que la paralización de un fármaco "siempre genera desconfianza" pero defienden la importancia de la protección proporcionada a aquellos que ya han recibido una dosis
La paralización de las dosis del fármaco de AstraZeneca supone un importante revés en la campaña de vacunación frente al Covid-19. No obstante, según los expertos, hay que quedarse con lo bueno. "La primera conclusión que sacamos de esta suspensión es que el sistema de farmacovigilancia funciona y que es muy escrupuloso, cauto y conservador a la hora de vigilar estrictamente el comportamiento de las vacunas, dejándola de administrar ante el más mínimo riesgo", explica la vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV), la farmacéutica sevillana Rosario Cáceres.
En Sevilla, este fármaco se empezó a administrar el pasado 24 de febrero entre el personal docente en la primera apuesta por la vacunación masiva en la provincia en las instalaciones del centro deportivo de la Universidad de Sevilla en Los Bermejales. Posteriormente, el 3 de marzo, arrancó el proceso de inmunización en los policías, tanto nacionales como locales, y ya la semana pasada se unieron a estos grupos los guardias civiles. Desde entonces, se han inyectado 46.119 primeras dosis entre el personal de estos colectivos esenciales que, en principio, no tendrían por qué ver peligrar su inmunización total dado que el segundo pinchazo puede retrasarse entre uno y tres meses por lo que habría tiempo suficiente para alcanzar una solución.
"Ahora mismo estamos en un momento en el que puede ocurrir cualquier cosa, que se vuelva administrar con total normalidad porque no haya relación entre los eventos de trombos de senos venosos cerebrales descritos y la vacuna, puede ser que se vuelva a administrar con precaución en pacientes con factores de riesgo a esta posible reacción y puede ocurrir que se termine retirando, como ha pasado anteriormente con muchos medicamentos y también con otras vacunas. Pero lo importante es que los pacientes que ya han recibido una dosis tienen una protección, aunque sea parcial, frente al Covid. En vacunología hay una máxima que es dosis puesta es dosis que cuenta por lo tanto hay que estar tranquilos porque, hoy por hoy, la vacuna es la única herramienta para luchar contra una pandemia que, tenemos que recordar, no ha desaparecido", afirma la farmacéutica.
Es precisamente en esta línea en la que insiste Cáceres para pedir tranquilidad a la población ante unos efectos adversos "muy poco frecuentes". "La amenaza del Covid es hoy infinitamente superior al riesgo que pueda tener una vacuna. No hay que olvidar que uno de cada cinco pacientes de la UCI es un paciente con complicaciones de Covid, que sigue habiendo hospitalizaciones y fallecidos por esta enfermedad y que podemos estar a las puertas de una cuarta ola porque llega el buen tiempo, la gente se relaja y también se relajan las medidas. Tenemos la falsa percepción de que el Covid está desapareciendo, pero nos da muchas reservas una reacción adversa de una vacuna que ha aparecido en una persona entre un millón en España y que ni siquiera está demostrada esa vinculación. La verdad es que hay más motivos para estar tranquilos que para tener miedo", subraya.
No obstante, la farmacéutica no resta importancia a la preocupación lógica entre los vacunados con la droga de AstraZeneca ante la posibilidad de poder desarrollar esos trombos que han llevado a la paralización de su inoculación. "En primer lugar tienen que tener en cuenta que es una incidencia muy poco frecuente y que si han pasado ya más de 14 días desde que se administró la dosis, puede ya olvidarse del asunto porque los casos notificados han sido todos antes de ese periodo. Si sienten dolor de cabeza normal o habitual o justo tras la administración de la vacuna, puede ser una reacción adversa dentro de la normalidad, pero si estos síntomas aparecían a partir del tercer día y se tratara de una cefalea muy intensa que no remite sí habría que consultar con el médico. En principio no se recomienda ningún tipo de actuación a los vacunados ni se les va a hacer un seguimiento especial a cada uno de ellos", afirma.
Para el doctor Ignacio Salamanca de la Cueva, médico en el Grupo IHP Pediatría y experto en vacunas, la clave para no sembrar el pánico está en saber explicar el porqué de la paralización de este fármaco. "Estamos en un momento delicado por la repercusión que pueda tener en la población que se suspenda la administración de una vacuna frente al Covid. Hay que entender que son decisiones que se toman bajo un principio de prudencia y que sacan a relucir el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia y el exhaustivo control de todos los que son vacunados a nivel mundial", manifiesta el facultativo.
Salamanca se muestra "relativamente confiado" de que la inoculación de este fármaco "seguirá adelante" y destaca que ésta es una campaña de vacunación "especial", que merece un análisis amplio, que concluirá con una decisión que se basará en una valoración "beneficio-riesgo". "Hay que analizar que van 17 millones de dosis puestas en Inglaterra y la Unión Europea y que se han descrito 11 casos de este evento más extraño. Lo primero que hay que ver es si esos 11 casos entran dentro de la normalidad en esos 17 millones de vacunados. Hay medicamentos que provocan trombosis como los anticonceptivos, por ejemplo, con millones de dosis puestas y con probabilidades de producir trombos mucho más elevadas que esta vacuna. Y luego está el Covid que sí está demostrado que provoca problemas de coagulación importantes e incluso fenómenos trombóticos en una proporción grandísima. Lo que toca ahora es analizar la causalidad de esos efectos descritos y luego ver la valoración beneficio-riesgo que hacen los expertos", concluye.
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