Salgado no descarta "medidas adicionales" contra el déficit
La vicepresidenta económica considera "realistas" las cuentas del Gobierno pero deja la puerta abierta a nuevos recortes · Rajoy carga contra el PNV y CC y asegura que la clase media es la gran damnificada
El debate presupuestario resultó enjundioso. Con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, disfrutando de una plácida jornada parlamentaria, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, protagonizaron intervenciones iniciales de carril y réplicas cargadas de intención, sal, pimienta y, sobre todo, mucho retrovisor con algún que otro torpedo de profundidad. La socialista calificó de los Presupuestos de "realistas" y dejó claro que si fuera necesario el Gobierno tomaría "alguna actuación adicional para cumplir el objetivo del déficit". Y el popular descalificó la política económica del Ejecutivo y aseguró que los Presupuestos perjudican a la clase media.
Más allá de este cara a cara que se presumía desigual -finalmente no fue así-, el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el PNV y Coalición Canaria (CC) -más la abstención del diputado de UPN-, que permitirá a Rodríguez Zapatero tumbar las cinco enmiendas de devolución presentadas por el PP, CiU, ERC/ICV, BNG y UPyD, sacar adelante los Presupuestos y finiquitar la legislatura, ha hecho saltar por los aires el pacto de Gobierno que populares y nacionalistas canarios mantenían en las Islas Canarias.
En el arranque del debate presupuestario en sí, Salgado no se salió del guión: defensa cerrada de unas cuentas marcadas por la austeridad para combatir el déficit público, de las reformas estructurales puestas en marcha y de las políticas sociales de apoyo a quienes peor lo están pasando con la crisis económica.
"Este esfuerzo de austeridad, junto con el amplio abanico de reformas estructurales que estamos impulsando, reformas incluidas ya en la estrategia de economía sostenible que presentamos en diciembre del año 2009, permiten unos Presupuestos que nos proporcionan el entorno adecuado para lograr una reactivación más equilibrada y más sostenible", resumió la vicepresidenta económica.
A pesar del cariz restrictivo de las cuentas, Salgado anunció que España alcanzará en 2011 el crecimiento de la zona euro y lo superará en 2013, y certificó la recuperación de la confianza de los inversores en la economía española.
La vicepresidenta económica defendió que las cuentas públicas para 2011 son "realistas" y las que "España necesita". "Son unos Presupuestos solidarios, con énfasis en el gasto social; son unos Presupuestos muy exigentes con los gestores, puesto que con recursos menores que en años anteriores van a mantener la calidad de los servicios públicos y va a seguir impulsando la competitividad de nuestra economía", sentenció Salgado.
Sin embargo, la máxima responsable económica del Gobierno dejó claro que, en el marco de una economía mundial todavía sujeta a "una elevada incertidumbre", si "llegara a ser necesaria alguna actuación adicional (porque fallaran las previsiones macroeconómicas) para cumplir el objetivo de déficit, el Gobierno la adoptaría sin vacilar, tal como lo ha hecho en 2010".
Acto seguido subió a la tribuna de oradores Rajoy, que arrancó asegurando que los Presupuestos del Gobierno sólo aportan "más paro, más deuda, más impuestos, más recortes sociales y menos inversiones". Y, de inmediato, se dirigió directamente a los diputados del PNV y de CC: "¿Pero cómo se entiende que, lo que a todo el mundo le parece mal, cuente con la bendición de algún otro grupo de esta Cámara? ¿Acaso imaginan, señores diputados del PNV, que en el País Vasco no se van a sufrir las consecuencias? ¿Y en Canarias, señores de Coalición Canaria, un 91% (de aumento del paro en los dos últimos años). No se entiende, señorías, no se entiende. ¿Tanto han recibido a cambio?". A su juicio, este doble respaldo servirá para seguir "alargando el otoño de la decadencia" de Rodríguez Zapatero.
Para el líder de la oposición, los Presupuestos para 2011 no son los de la "recuperación", sino "los de la resignación, los del paro, los del debilitamiento de la protección social, los del aumento de los impuestos, los de la falta de estímulo a la actividad productiva, los del castigo a las clases medias y, lo más sangrante de todo, los del hachazo a quienes ya no tienen con qué defenderse: los pensionistas".
En la réplica, en contra de las previsiones -en el último cara a cara con Rajoy salió malparada- Salgado contrarrestó, con creces, algunas de las líneas argumentales del presidente popular, sobre todo cuando puso el retrovisor y le llamó "torpe" por criticar los acuerdos con nacionalistas cuando Aznar pactó en 1996 con CiU y el PNV.
Rajoy salió como pudo del atolladero, acusando a la vicepresidenta económica de traer la réplica escrita, y dando una larga cambiada: "Pero, oiga, yo he venido aquí a hablar de lo que toca hablar hoy, la política económica del Gobierno, sus resultados y los Presupuestos". En su caso, con eso vale: la crisis está dando buena cuenta del Gobierno.
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