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SVQ: los secretos de un destino de éxito

El aeropuerto crece por encima de la media nacional y los pasajeros volverán a subir más de un 20%

El número de conexiones ha aumentado un 30% en 4 años

El éxito está en la estrategia público-privada

Montaje sobre una fotografía de la ciudad de Antonio Pizarro.
María José Guzmán

31 de octubre 2019 - 05:00

La hija del Emperador de Japón llegó hace unos meses a Sevilla en un avión de Ryanair, procedente de Roma. La anécdota sirve a los gestores del turismo para demostrar que parte de la fortaleza del destino Sevilla tiene que ver con la mejora de la conectividad de la capital con el resto del mundo. Es un salto que está directamente relacionado con la transformación del sector que han supuesto las denominadas compañías low cost. Una auténtica revolución en los cielos, como reza el título de un libro que se acaba de presentar en Sevilla y que sirvió de base para debatir sobre el caso de éxito que representa la capital hispalense.

El momento dorado que experimenta el turismo no se habría alcanzado sin la mejora y el aumento de las conexiones aéreas y la transformación de aeropuerto de San Pablo, que confirman a Sevilla como un destino de moda frente a ciudades que han sido antes paradigmas, como Barcelona, Venecia o Ámsterdam.

La referencia del 92, cuando la Sevilla de la Expo marcó un antes y un después, ya queda atrás. Y ya hay nuevos listones que se han convertido en ejemplo para otras urbes. Desde 2015 el número de ciudades con las que se conecta Sevilla ha crecido un 30%: ahora son 65 de 16 países, a las que se puede volar con alguna de la veintena de aerolíneas que operan en el aeródromo de San Pablo. “En un reciente encuentro, la secretaria de Estado del Gobierno de Portugal nos dijo que estaba muy pendiente no de lo que pasaba en España o en Andalucía, sino en Sevilla”, comenta el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz.

Siete millones de pasajeros

Es una cifra récord que se batirá este año dado el crecimiento acumulado (21%) sobre los números de 2018, donde ya se llegó a los 6,4 millones

Suena presuntuoso pero refleja el momento actual. ¿Cómo se ha llegado a él? Muñoz lo explica de una manera muy sencilla: “Dejamos de tener una actitud impasible, no esperamos a las aerolíneas, vamos a por ellas, a seducirlas; y no dejamos ni un segundo a la improvisación, por lo que elaboramos un documento estratégico, un plan de prioridades, no podemos estar conectados directamente con todas las ciudades, pero sí con aquellas que tienen hub o permiten otras conexiones de larga distancia, y eso nos ayuda a crecer de manera sostenible”.

Jesús Caballero, el director del aeropuerto sevillano, es también protagonista directo de esta revolución. Su llegada en 2013 coincide con el inicio de una nueva etapa en Sevilla y probablemente en España, donde se ha experimentado también un relevo generacional en AENA que ha permitido adaptar con acierto el modelo de gestión a las nuevas demandas.

Terminal del aeropuerto de San Pablo.

En pocos meses Caballero aprobó un plan de marketing que empezó a dar sus frutos en 2015. Desde entonces Sevilla ha pasado de estar conectada con 47 a 65 ciudades. Pero una de las claves fue que dejó de depender en exceso del marcado nacional, sumido en la crisis económica. Entonces empezó una apuesta por el tráfico internacional que a día de hoy supone prácticamente lo mismo que el doméstico. Otro paso fue diversificar las compañías aéreas, en un momento en el que Ryanair y Vueling copaban el 70% del mercado, y la búsqueda por la especialización en los mercado, por ejemplo easyJet, para Reino Unido. Y también fue clave la irrupción del modelo low cost en aeropuertos regionales para el despegue de Sevilla. “Es un modelo y el bajo coste se vincula erróneamente con turismo de mochila y chancla, para nada ese así, de hecho hay compañías low cost que operan vuelos transoceánicos”, comenta Muñoz.

El resultado es que Sevilla está mejor conectada que nunca y mejor preparada que otras ciudades para afrontar las amenazas que se ciernen sobre el sector, como el Brexit o la crisis mundial. Ya en 2018 San Pablo fue el tercer aeropuerto con mayor crecimiento de España y esta temporada, cuando algunos indicadores empiezan a torcerse en otros sitios, el número de asientos ofertados para esta temporada de invierno aumenta un 6% cuando la media nacional no llega al 1%, se ha estancado. En 2018 el crecimiento de San Pablo fue del 25% y este año el acumulado es del 21%. “Como gestor aeroportuario ofrecemos ventajas porque tenemos tarifas más baratas para las aerolíneas”, comenta Caballero, convencido de que pueden competir con otros hubs aeropuertos intermedios de enlaces intercontinentales). Sevilla atiende a la industria. Ya ha celebrado una cumbre de aerolíneas de bajo coste que celebra el Centro de Aviación de Asia Pacífico (CAPA) y hay previstas otras dos citas.

Todo este camino hacia el éxito, que no es corto, se recorre mejor si todas las administraciones públicas, también el sector privado, van de la mano. Y esta alianza, alabada hoy desde todos los ámbitos, ha hecho posible que aerolíneas que antes ni siquiera atendían la petición de cita ahora quieran sentarse con Sevilla, convertido en un destino muy atractivo. Prueba de ello es que tras muchos años de negociación para lograr una conexión con Nueva York y habiendo cerrado mucho las conversaciones con una aerolínea, ahora son varias las interesadas en el tema.

Tras ese mayor atractivo que presenta Sevilla hay un plan de conectividad muy estudiado que, entre sus pilares, no sólo tiene aumentar las rutas directas e internacionales o incrementar conexiones con los grandes hubs, también ampliar el área de influencia. “Los aviones vienen llenos pero también tienen que volver llenos y no hemos conseguido ser emisores”, explica Antonio Jiménez, gerente de Turismo de Sevilla, consorcio que trabaja intensamente para borrar esta debilidad de una ciudad que tiene muchos más atractivos a hora y media de distancia.

El uso del ‘big data’ abre la puerta a otra revolución

Uno de los retos es la larga distancia. Sevilla aspira a conseguir conexiones con Estados Unidos y Asia-Pacífico. Y en ello se trabaja desde hace muchos años. El tema es complejo. Antes sólo hacían vuelos transoceánicos compañías tradicionales usando aeropuertos hubs, pero ahora lo hacen compañías de bajo coste partiendo de aeropuertos regionales, algo impensable hasta hace poco tiempo y que abre una puerta a la esperanza. Desde Turismo de Sevilla se asegura que la conexión se anunciará en breve (de hecho los trabajos se han intensificado en los últimos meses con la contratación de una consultora de primer nivel, ICF) y que, detrás, vendrán otras. El vuelo Sevilla-Nueva York será un efecto llamada que permitirá a la capital dar otro gran salto en el aire. Cuando lo haga (se confía en el 2021) se encontrará con un aeropuerto ampliado y renovado.

Convencer a las aerolíneas de la oportunidad y rentabilidad de este vuelo transoceánico con Sevilla requiere del uso de herramientas que antes también eran imposibles. Así, el big data y procesos de triangulación de móviles, un proyecto en el que Turismo de Sevilla trabaja con la empresa Orange, están facilitando unos datos que confirman las tesis esgrimidas por la ciudad. Por ejemplo, permiten saber el itinerario que siguen los americanos que llegan como turistas a Sevilla, por ejemplo, en AVE o cuántos días pasan en Sevilla y Andalucía y qué circuito siguen por España. Se estudia, por ejemplo, estos datos en pasajeros que usan conexiones hasta Casablanca, donde tiene base Royal Air Maroc, porque esta ciudad podría ser la entrada de muchos americanos hasta el sur de España. Esta ciudad marroquí está también conectada con Sudáfrica y Sudamérica por lo que está en el ojo de mira de los técnicos turísticos de Sevilla, que no sólo están centrados en las negociaciones con Nueva York. También se están haciendo estudios en otros mercados como Islandia, por ejemplo.

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