SOS verde en San Luis
Una exposición de zapatos con plantas y flores en San Luis 70 reivindica una calle con árboles y bancos.
Una hilera de zapatos llenos de vida vegetal, con flores y plantas, ha salido a la calle San Luis 70 y se adentra hasta el espacio de creación artesanal y viviendas Rompemoldes, para reivindicar la urgencia de aumentar la vegetación y los árboles en esta parte de la ciudad, recién reurbanizada por el Ayuntamiento de Sevilla y pendiente de su apertura oficial. Y que se dé prioridad al peatón frente al coche.
La iniciativa del jardín móvil en zapatos parte de la paisajista Lilian Weikert y el arquitecto Jaime Gastalver, que gestionan el proyecto La Plasita de arquitectura, paisajismo y gastrosofía, con sede en el edificio Rompemoldes, que abre sus puertas a la visita de los ciudadanos.
A finales de esta misma semana, los 200 zapatos de este jardín itinerante, que lleva por nombre La planta de los pies, se colocarán frente a la iglesia de San Luis como protesta simbólica ante la intención del Consistorio de colocar una banda de aparcamientos justo delante del monumento. Sobre el nuevo pavimento de adoquín plano de San Luis puede verse claramente delimitada la banda del futuro aparcamiento frente a la iglesia, que es el ejemplo más notable de estilo barroco que hay en la ciudad.
La queja es parte del acto ciudadano que organizará la plataforma vecinal que reclama desde hace meses al Ayuntamiento árboles y bancos para sentarse en esta calle recién reurbanizada. El acto es una fiesta de inauguración de la nueva la calle, posiblemente el viernes 21, aunque está por confirmar la fecha exacta.
Ocho entidades integran la plataforma crítica: la asociación vecinal del Casco Norte La Revuelta; la asociación de artesanos San Luis 70, Rompemoldes; la Plataforma de Amigos de la Iglesia de San Luis de los Franceses; la asamblea ciclista A Contramano; Vía Andalucía; Ecologistas en Acción; y las AMPA Alberto Lista del IES San Isidoro y Somos Escuela del CEIP Huerta de Santa Marina.
Lilian lamenta que los árboles parece que empiezan a molestar en el centro y se queja de esta pérdida. Explica que hace dos años empezaron a recoger zapatos viejos o rotos por la calle y por el vecindario hasta lograr más de 200 ejemplares. "La reacción de la gente está siendo muy buena. Hay niños que han visto los zapatos y han dicho ¡mamá los zapatos están vivos!", cuenta Lilian.
Jaime Gastalvert agrega que, por un lado, quieren que los zapatos tengan "una vía artística política" que está en todos los trabajos que realizan. Y añade que "no es sólo una cuestión estética o plástica, sino que detrás hay un pensamiento sobre la pérdida del espacio público, sobre los parques y su uso con vallas, sobre el caminar como práctica estética, sobre el poder del peatón sobre el coche". Con esa filosofía sacaron los zapatos a la calle San Luis para llamar la atención de modo artístico sobre estas cuestiones.
Lilian y Jaime planean que cada dos semanas el jardín de La planta de los pies amanezca "colocado" diseñado de un modo diverso en el patio de Rompemoldes. E incluso organizar un fin de semana una acción colectiva donde cada participante lleve unos 15 zapatos plantados en una caja y los coloquemos en diversos puntos de la ciudad. A esta parte de la exposición la llamarán un Vía Hortum a modo de vía crucis.
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