El SAS traslada varios equipos del Hospital Militar a Granada

El PP considera este "desmantelamiento" una prueba del "nulo compromiso" en materia de sanidad de Susana Díaz con Sevilla

Las obras del antiguo hospital Vigil de Quiñones se paralizaron en 2011.
Las obras del antiguo hospital Vigil de Quiñones se paralizaron en 2011.
C. D.

24 de septiembre 2014 - 05:03

Una avería en el Hospital Virgen de las Nieves. Ésta es la excusa que da la Consejería de Igualdad, Salud y Servicios Sociales para explicar por qué el lunes varios camiones trasladaron los equipos frigoríficos del antiguo hospital Vigil de Quiñones, aún sin colocar desde que llegaron en 2007, a Granada. Un "desmantelamiento", que, según las palabras de Rafael Salas y Patricia del Pozo, los parlamentarios andaluces del PP por Sevilla, supone "un claro ejemplo del nulo compromiso de Susana Díaz con la provincia de Sevilla en materia de sanidad".

En 2006, la Junta de Andalucía inició las obras de adecuación y ampliación del Hospital Militar, cedido dos años antes por el Ministerio de Defensa a la Junta de Andalucía. Sin embargo, en 2011, la empresa adjudicataria, Corsan-Coviam, paralizó las actuaciones por problemas de pago de la Junta, quedando desde entonces el edificio a su suerte.

Ahora, tras una avería en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, el Servicio Andaluz de Salud ha decidido destinar parte de la maquinaria que en Sevilla no se utiliza para solventar los problemas del centro hospitalario granadino. "Esto se ha hecho con el propósito de reducir gastos", apuntan desde la delegación provincial de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. No hay dinero suficiente en la hucha autonómica, por ello "se da más prioridad a los proyectos en marcha que a las obras que aún no han comenzado o están sin concluir". Así, en lugar de adquirir equipos nuevos, se sustituyen por otros.

En esta línea, los parlamentarios del Partido Popular señalan que "la falsa apuesta por la sanidad de la provincia" de Susana Díaz "se traduce en desvestir a un santo para vestir a otro": "Le quitan a los sevillanos unos equipamientos sanitarios para instalarlos en Granada. Esta forma de gestionar no es de recibo y los sevillanos no pueden tolerar este despropósito", manifiesta Rafael Salas.

El alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, por su parte, también critica esta decisión: "Es el colmo que la Junta se lleve la maquinaria del hospital militar con las necesidades que hay en los centros de salud de la capital. La Administración andaluza, apunta, "da la espalda, una vez más, a los sevillanos, como ocurre con otros tantos servicios".

La Junta de Andalucía reconoce la falta de presupuesto para continuar con unas obras que, en un primer momento iban a costar 23,6 millones de euros. Presupuesto que se disparó hasta los 35 millones en 2009 y hasta los 55 millones en 2011, año en que las actuaciones se paralizaron definitivamente. "El Hospital Militar es el símbolo de la nefasta gestión de los socialistas y una muestra más del desprecio a los sevillanos: años reclamando la propiedad del hospital para dejarlo morir". La Junta responde que las obras continuarán cuando haya disponibilidad presupuestaria.

A pesar de que el centro lleva cuatro años en el olvido, la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales aseguró a principios de este año que no venderá el hospital ni solicitará al Ayuntamiento de Sevilla el cambio de uso del Vigil de Quiñones, algo que, según el convenio que la Junta firmó con el Ministerio de Defensa podía hacer tras diez años, tiempo que ya ha transcurrido.

"Lamentablemente, el Hospital Militar es un caso más de las carencias en materia sanitaria de la provincia de Sevilla, una política de recortes y penurias", señala el popular Rafael Salas. "Como por ejemplo, las 162 habitaciones de tres camas en el Virgen Macarena, el cierre de más de 800 camas en los hospitales Virgen Macarena, Virgen del Rocío y Valme; dos UVI móviles menos que el pasado año; y centros de salud por construir como en Almadén, Espartinas o Gudalcanal", recuerdan los populares, al mismo tiempo que suman "los recortes brutales en personal sanitario, con 1.700 trabajadores menos".

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