El SAS busca en la Universidad más espacio para el Hospital Macarena

El gerente de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío, Manuel Romero, mira hacia la Universidad de Sevilla para tratar de buscar más espacio para la asistencia hospitalaria en la zona norte de la ciudad. Ante el progresivo envejecimiento de la población y el aumento de los enfermos crónicos pluripatológicos, el Hospital Virgen Macarena se han quedado pequeño, un problema que se refleja en las escenas de saturación, casi cíclicas, que se repiten en áreas sensibles como son las Urgencias.

"El hospital ha quedado estrangulado por la propia ciudad", explica el doctor Romero, quien pudo comprobar el pasado verano, antes de asumir la dirección gerencia a principios de septiembre, las necesidades de ampliar el espacio hospitalario ante el creciente volumen asistencial: "Este verano, cuando me nombraron responsable de la Unidad Intercentros de Digestivo, estudié planta por planta el hospital. El personal de endoscopia me explicó que necesitaba espacio para la recuperación de los pacientes y busqué sitio para ellos como responsable de la unidad. Y comprobé que es muy complicado", recuerda el doctor Romero.

Ante la falta de inversión para proyectos sanitarios previstos desde hace ya más de una década, como la construcción del CARE Murillo o la reforma del antiguo Hospital Militar, el crecimiento para aliviar la presión asistencial en el área del Macarena está, en medio plazo, en su entorno más inmediato, en la Universidad de Sevilla.

En principio el proyecto que baraja el máximo responsable del hospital universitario es contar con espacio en la Facultad de Medicina para trasladar todos los despachos destinados a gestiones administrativas ubicados, de momento, en el edificio central.

El área que deje libre el servicio de administración en el Macarena podría, de este modo, destinarse a la asistencia sanitaria. Para lograr un acuerdo con la Universidad de Sevilla, el director gerente mantiene una agenda de encuentros con responsables de la institución académica y con el Ayuntamiento, para tratar de ampliar la zona asistencial.

La paralización de las grandes obras ha frenado en seco, en el último lustro, la esperada ampliación de las instalaciones hospitalarias en la ciudad. Uno de los proyectos que más demora sufre es el Hospital Vigil de Quiñones, el antiguo Militar, que permanece sin fecha para salir del coma. El traspaso del Ministerio de Defensa al SAS se materializó en 2004 y desde la Junta de Andalucía se prometió entonces una reforma integral para la recuperación y modernización de este coloso. La crisis y los recortes en los fondos destinados a las infraestructururas sanitarias pararon sine díe un proyecto que aspiraba a crear unidades de referencia para servicios muy especializados como es la atención a lesionados medulares o la recuperación de afectados por infartos o anginas de pecho.

Otro de los proyectos hospitalarios parados sine díe en la ciudad es el CARE Murillo que, en principio, iba a ocupar el solar que dejó el antiguo Equipo Quirúrgico. Tras un incendio, el Equipo Quirúrgico fue derribado en 2008 y desde entonces el solar se ha convertido en cobijo de indigentes. El SAS llegó a redactar un proyecto para este CARE pero la falta de fondos para invertir en edificios sanitarios lo ha dejado, de momento, en el abandono. La ubicación de este centro, a medio camino entre los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena, es estratégica para aliviar las Urgencias de ambos centros de referencia.

Tras años de crisis y de recortes en Sanidad, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, avanzó hace poco más de una semana que los presupuestos de 2016 mejorarán la partida destinada a Salud. Díaz afirmó concretamente que la Junta será "especialmente sensible" con Sanidad. Mientras llegan los fondos para los grandes proyectos hospitalarios previstos desde hace años, los gestores se afanan por buscar otras opciones que solucionen, a medio plazo, las crecientes necesidades asistenciales.