Rumbo a China

La hazaña aún está por cumplir, pero en el libro de bitácora del galeón Andalucía ya está registrado el nombre de Sevilla. No sólo sobre el papel deja huella esta nave, réplica de los galeones españoles que gestaron las más significativas rutas comerciales durante el siglo XVII. Las aguas del Guadalquivir y los cientos de ciudadanos que ayer quisieron ver, por última vez, surcar a este gigante en su río depararon una bellísima estampa en la emotiva despedida en el Muelle de las Delicias.

Rumbo a la Exposición Universal de Shanghai, la embarcación soltó sus amarres del puerto sevillano tras la celebración de un acto que bien rememoró las partidas de los grandes barcos comerciales de hace dos siglos. Repique de campanas de la Giralda y música (de la Banda Municipal de Gines) que, sin embargo, se vieron solapadas por el rumor del gentío que se agolpó en el muelle para despedir a la tripulación, que no dudó un instante, una vez a bordo, en encaramarse a lo más alto de sus mástiles para decir adiós a los que allí se encontraban.

Antes de que el galeón zarpase, el periodista Rafael Cremades presentó la partida oficial de la nave de la ciudad. No faltaron a la cita representantes del mundo del mundo empresarial y social de la ciudad. Junto al galeón Andalucía, el presidente de la Fundación Nao Victoria (responsable del proyecto), Juan Salas Tornero; el presidente de la CEA (Confederación de Empresarios de Andalucía), Santiago Herrero; el presidente del CES (Consejo Económico y Social de Andalucía), Joaquín Galán; el organista y canónigo José Enrique Ayarra; el vicepresidente del Tribunal Constitucional, Guillermo Jiménez Sánchez, y Gloria Rubio, mujer de Juan Salas, entre otros.

El galeón Andalucía pasó por el puente levadizo de las Delicias sobre las 18:30 rumbo a Cádiz, su primera escala antes de navegar hacia Málaga. Después, abandonará las aguas españolas y pasará por puertos como el de Malta y Haifa (Israel) hasta llegar a Shanghai, entre finales de junio y principios de julio. 15.000 millas surcarán en tres meses con el objetivo de representar a España y Andalucía a través de este pabellón flotante que cuenta con la garantía de una tripulación joven, pero experta, dispuesta a vivir se peculiar proeza.