Ronda policial en el mercadillo del Jueves
calle rioja
Sintonía. Vecinos de Feria y aledaños y el colectivo de 124 vendedores ambulantes celebran la presencia de la Policía Local para desalojar a los ilegales que acampan sin papeles
La de ayer no fue una visita rutinaria. Cuatro agentes de la Policía Local acudieron al mercadillo del Jueves para desalojar a quienes carecen de acreditación y que proceden del desmantelado mercardillo de los domingos en el Charco de la Pava.
Esta visita celebrada por los vendedores autorizados y temida por los ilegales fue una consecuencia inmediata del Observatorio de Seguridad Urbana que se reúne todos los miércoles. El delegado de Seguridad, Juan Carlos Cabrera, se reunió con los vecinos y lo hará con los vendedores. "Están todos en el mismo barco", dice Luis Duarte, director del Casco Antiguo, "los vecinos no están contra el mercadillo, sino contra los excesos y contra los ilegales que ocupan los tránsitos peatonales, los garajes, las zonas de evacuación, llegan de madrugada y hacen sus necesidades".
Duarte recorrió el Jueves con José Antonio Fernández, subdirector del distrito. Manuel Galindo vende en el Jueves desde hace décadas y los domingos en el Charco de la Pava, último destino de un proceso itinerante por la Alameda, Torneo y bajo el puente del Alamillo.
León Urtecho (Tegucigalpa, 1975) estudió Lengua y Literatura Rusa en Moscú y Derecho en Sevilla. Vecino y asiduo del Jueves, es asesor legal de un colectivo de 124 vendedores. Este hondureño se encargó de redactar sus estatutos y de facilitarles mesas, bolsos y toldos y sombrillas para el verano. Para el invierno, Guillermo de la Rosa va provisto de un gorro ruso. "Me lo trajo Miguelito, hijo de un banderillero, cuando fue en 1978 a Tbilissi con el Betis al partido de la Recopa". Cuatro décadas protegiéndose del frío. "Me lo quieren comprar, pero no está a la venta, tiene hasta el ancla de la Marina rusa", dice quien vende "de todo, relojes, teléfonos y un montón de libros de Franco que no quiere nadie".
Urtecho formalizará la petición para que este mercadillo sea declarado patrimonio inmaterial de la ciudad. "Por el Jueves", dice Urtecho, "se han pasado Severo Ochoa (Nobel de Medicina en 1959), Camilo José Cela (Nobel de Literatura en 1989), Juan Eslava Galán, Agustín García Calvo, Juan de Mata Carriazo, que encontró aquí los primeros indicios del tesoro del Carambolo...". Ayer se veía en la calle Feria y sus aledaños a Fernando Amores, arqueólogo con intervenciones en Itálica o la Encarnación, José de León-Castro, ex hermano mayor del Gran Poder y catedrático de Derecho, o Ignacio Meléndez, librero de los Terceros.
Hay sintonía entre vecinos y vendedores ambulantes. Algunos comerciantes sacan sus artículos al mercadillo como el anticuario Antonio González (El Pianillo), o el comercio Dado, esquina con Conde de Torrejón. Javier Baquero se reinventó y de fotógrafo de prensa se convirtió en vendedor de medallas, monedas, sellos y fósiles.
La Policía peinó los límites del Jueves, en Conde de Torrejón y la Plaza de los Maldonados. "Los ilegales molestan a los vecinos, dejan la basura, impiden el paso de los vehículos de emergencia", dice Urtecho en un zoco donde conviven los discos de John Coltrane con las sevillanas del Pali.
Carmen Castreño convocó ayer la comisión de venta ambulante con representantes de Policía Local, Urbanismo, Lipasam y asociaciones del sector.
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