Los Reyes Magos visitan la cárcel: La ilusión tras las rejas
Solidaridad
La Fundación La Caixa cumple 25 años organizando este acto en el que se entregan regalos a los reclusos del centro penitenciario
Diez navidades son las que lleva pasando Juan Francisco Gámez en el centro penitenciario Sevilla I. Entró en prisión un 12 de diciembre. No se le olvidarán nunca aquellas fiestas. Fueron las más tristes de su vida. Pasada una década, sigue sin acostumbrarse a vivir entre estos muros, aunque el tiempo lo ha hecho todo “más llevadero”. Cada año, por estas fechas, recibe la visita de sus Majestades de Oriente, que vienen, con antelación, a dejar unos presentes a los reclusos. Se trata de una iniciativa puesta en marcha –hace un cuarto de siglo– por Caixabank y Fundación La Caixa, en colaboración con la Pastoral Penitenciaria y la Fundación Padre Leonardo.
Este año la bolsa ha venido repleta de artículos para el invierno: calcetines, una braga térmica para el cuello, guantes, toalla, una agenda de 2020, mantecados y golosinas. En total, se han repartido 1.500 paquetes entre los reclusos de los tres módulos de Sevilla I y los internos del Psiquiátrico Penitenciario.
Los Reyes Magos están encarnados este año por el director de Cope Sevilla, Joaquín López-Sáez, como Melchor; el consejero delegado de Martín Casillas, Antonio Martín, como Gaspar; y el director comercial de Banca Empresas de Caixabank en Andalucía Occidental, Guillermo Martín, como Baltasar.
El auditorio está repleto en el acto de entrega. El toque musical lo pone una charanga que interpreta villancicos que levanta de los asientos a buena parte del público, que se pone a bailar al ritmo de reggaeton. Se aplaude y se canta al unísono. La fiesta adquiere tintes de cotillón. De adelanto de Nochevieja. La meteorología inusual de estas fiestas suma otro ingrediente: el vestuario tan peculiar que los beneficiarios de las bolsas lucen en esta jornada. Hay quien viene en pantalón corto y exhibiendo tatuajes y musculatura adquirida durante su condena.
"Fomentar la inclusión social"
La sonrisa que se les dibuja en el rostro al recibir la bolsa es común a todos. No están acostumbrados a muchos regalos. Y menos de quienes no son familiares. “El objetivo es devolver la ilusión a las personas privadas de libertad y fomentar, así, su inclusión social”, refiere María Jesús Catalá, directora territorial de Caixabank en Andalucía Occidental, quien destaca la “implicación” de numerosas personas para llevar a cabo iniciativas como ésta. “No sólo se involucran este día, sino todo el año”, refiere la responsable de la entidad bancaria, que añade que la Fundación La Caixa es la entidad con más voluntarios de España. “Sólo en Sevilla cuenta con más de 800”, apostilla.
Uno de los principales voluntarios que participa en la causa es Juan Reguera, quien fuera director territorial de Caixabank durante seis años y sobrino del Padre Leonardo. Se encarga de coordinar los actos penitenciarios que organiza la fundación. Entre estas actividades, además de los Reyes Magos, se incluyen la orquesta participativa en colaboración con la ROSS, un concurso de cultura y los talleres de economía y carpintería, que se desarrollan mediante acuerdos, a través del programa Incorpora, con distintas empresas. De esta forma, se contribuye a una rápida inserción laboral cuando los reclusos recuperan la libertad. También se preparan actividades externas, como las visitas al Caixafórum o rutas de senderismo.
Sus Majestades de Oriente van de un módulo a otro llevando los presentes. Los acompañan siempre la charanga y los miembros de la Fundación Padre Leonardo y la Pastoral Penitenciaria. Todos se detienen ante Juan Francisco Gámez para felicitarlo por sus declaraciones en el programa en directo que acaba de emitir la cadena Cope. Este joven de 35 años reconoce que durante la década en prisión ha mejorado la relación con su familia. “He sido padrino de mi sobrino y ya llevo 17 años con mi novia”, recalca con orgullo este trianero.
Los tres Reyes Magos también lo felicitan. “Enhorabuena por tus palabras”, le dice Baltasar. En su intervención este joven ha recordado todo lo vivido desde que ingresó en prisión en la víspera de la Navidad de 2010. “En esta época del año hay más compañerismo entre los internos”, asegura Gámez, quien detalla que su paso por la cárcel le ha permitido cambiar la conducta. “He hecho terapia. Ya no soy una persona agresiva ni intolerante”, añade.
A Gámez le quedan aún siete años de prisión, pero confía en obtener la libertad condicional en tres. Ya disfruta de algunos permisos, como el que tuvo a principios de diciembre, cuando acudió al centro de Sevilla a comprar Lotería de Navidad. “Estaba tan lleno de gente que me volví de inmediato”, recuerda. Uno de sus logros en la cárcel ha sido el formativo, pues está en tercero de Filosofía. Ha aprobado 24 asignaturas. Cuando deje atrás las rejas trabajará en una empresa dedicada al “marketing olfativo”. Cuenta con un precontrato. A los Reyes Magos le pide “salud” para toda su familia, convencido de que la libertad “ya le llegará”.
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