Río Grande, los mejores arroces de Triana

El escritor italiano Fabrizio Caramagna dijo que “algunos lugares son un enigma, otros una explicación” y eso le sucede al Restaurante Río Grande que abre sus puertas a los comensales que quieran disfrutar de una gastronomía de quilates y unas vistas celestiales de Sevilla al encontrarse en uno de los lugares más prestigiosos de la ciudad.

Desde la orilla trianera del río Guadalquivir, Río Grande oculta un maravilloso secreto con sus instalaciones de ensueño. Podrán disfrutar de una agradable velada en sus salones panorámicos como el salón Guadalquivir, “tradición y luz”, el Reina Sofía o resguardarse del calor primaveral de la capital andaluza y dar un poco de tregua al Real de la Feria en su inigualable terraza con vistas a los principales monumentos de la ciudad como la Torre del Oro, la Real Maestranza de Caballería o la Giralda y la Catedral.

De las manos de Fran Trigo, chef de Río Grande, salen creaciones a la altura de muy pocos fogones de esto del arte culinario, todas reunidas en una carta que innova constantemente y que cambia cada año, con nuevas recetas y ejemplificando a la perfección la manera de pensar y de sentir de este templo de la gastronomía sevillana.

Aunque existen especialidades como la ensalada de espinacas baby, naranjas, pipas y cremoso de queso de cabra con brotes, el steak tartar de ternera gallega con avoe dulce en polvo, yema de huevo y alcaparras, el caviar de río frío o postres tan refrescantes como la piña colada sólida, el Restaurante Río Grande se erige como uno de los maestros arroceros más sublimes de la capital andaluza. Perderán la razón con la paella de verduras de temporada que se oferta en “los jueves de paella saludable”, el arroz caldoso con bogavantes, la paella con lomo bajo o el arroz negro y chipirones con glasé de albahaca y gambas que consiguen transmitir la esencia de los sabores más puros de la gastronomía tradicional sevillana.

Sin lugar a dudas, Río Grande es un lienzo donde Sevilla alcanza su máxima expresión. Es un marco incomparable. Es la fusión entre la belleza y el sabor. En defintiva, un lugar que como los cuadros, perdurará en la memoria de aquel que quiera disfrutar de todo lo bueno que esta tierra ofrece.