Regalar un retrato a lápiz es una sorpresa original que gustará a la persona agasajada

Las artes plásticas y la pintura siempre han tenido al ser humano como principal fuente de inspiración. De hecho, antes de la invención de la fotografía la única forma de que alguien quedase inmortalizado era a través de los retratos. A esa labor de retratar, los grandes pinceles de la historia del arte, han dedicado gran parte de su obra: desde Velazquez, a Van Eyck, pasando por Da Vinci, Goya o Zurbarán. Además, a cada uno de ellos les influyó el movimiento artístico en el que les tocó trabajar infiriendo en la impronta y en las particularidades de sus trabajos.

Sin embargo, actualmente la sociedad es muy visual, las redes sociales, la realidad aumentada, las IA y una fotografía cada vez más minuciosa y resolutiva hacen que las personas tengan el ojo muy adaptado a ver imágenes. Sin embargo, hay algo que ninguna tecnología puede igualar, ni superar, ni siquiera alcanzar, que es captar la realidad, el sentimiento y los recuerdos de un momento. Es ahí donde contratar retratos por encargo puede alcanzar un grado enorme de satisfacción en quién los recibe como regalo.

Generalmente, los artistas que se dedican a pintar utilizan diferentes técnicas, pero los que se especializan en retratos, cada vez más, se han decantado por el hiperrealismo.

¿Qué es el hiperrealismo y qué aporta al retrato?

En esencia, se puede describir el hiperrealismo como una modalidad o movimiento de la pintura que surge en el segundo tercio del pasado S. XX a través del cual los pintores que se adentran en su técnica tienen la pretensión de visibilizar su gran habilidad respecto al detalle. Consiguen un efecto muy parecido al de la fotografía, de hecho, se inspira en ella para hacer realidad cada obra. En este caso, cada pincelada cuenta y cada trazo es necesario para alcanzar el éxito.

Entonces, ¿si está la fotografía por qué razón hacer un retrato hiperrealista? La respuesta es bien sencilla, por su originalidad, por ser una pieza única y exclusiva, ya que la fotografía se puede copiar hasta el infinito. Pero, sobre todo, porque mejora incluso el plano, la expresión o el entorno que rodea a la escena, dando, por tanto, más personalidad que la original.

Todo ello, lleva a pensar que un retrato hiperrealista de una persona o grupo de personas, de la mascota o los abuelos de la familia se convierte en un regalo especial, único e irrepetible para quién lo recibe. Para ello, hay sitios web donde artistas de gran renombre y con un portafolios muy amplio ofrece sus servicios con el objetivo de alcanzar el máximo grado de satisfacción del cliente.

• Un regalo especial para una ocasión especial

La premisa de un pintor o dibujante hiperrealista que se precie es dar a cada cliente un producto exclusivo para sorprender a la persona agasajada con el mismo tanto como la intención de regalarlo lleve implícita. En ese sentido, la celebración de unas bodas de oro, aquel momento especial con el mejor amigo, una graduación o recordar a una mascota para siempre suelen ser encargos habituales. En ellos, el artista tiene que captar, no solo el momento, las figuras y las facciones, sino dotar al dibujo de alma, mejorar esa imagen y personalizar al máximo el encargo.

Ventajas de solicitar el encargo en retratos a lápiz

En la mayoría de este tipo de encargos tan concretos, especiales y en los que el cliente pone una gran expectativa, se suelen hacer los pagos o parte de él por adelantado. Sin embargo, en retratos a lápiz consideran que, en todo caso, un cliente tiene el derecho a estar plenamente satisfecho, es por eso que no se pide ninguna señal económica antes de comenzar el retrato. ¿Cuándo se paga? Pues existe una sola opción, cuando el cliente está plenamente satisfecho. Esa es una garantía para ambas partes y denota, muy abiertamente, la seguridad de estos profesionales en sus resultados finales.

Además, incluso antes de realizar el envío al domicilio el dibujante mostrará su obra a través de WhatsApp con la consiguiente evaluación del trabajo y, en tal caso, proceder al posterior envío del original. ¿Es un riesgo?, sí. ¿Es una garantía?, sin lugar a dudas.

Otra de las ventajas se centra en la calidad del producto y en el precio que se paga por él. Por supuesto, es un trabajo artesanal, meticuloso y personalizado y eso conlleva tener que poner precio a esa exclusividad, pero, al mismo tiempo, tener en cuenta al cliente y, es por ello que establecer un precio razonable también ayuda a la experiencia de adquisición de este regalo tan especial.

• Así se procede a la hora de encargar un retrato a lápiz

En primer lugar, hay que saber quién es la persona a la que se quiere sorprender. Eso ayuda a estudiar sus gustos, a saber en qué momentos lo ha acompañado la felicidad y cuál puede ser la escena más entrañable e ideal. Dar con esa fotografía especial es fundamental, ya que se convertirá en la base del retrato a lápiz. En este momento, el cliente debe indicar qué mejoras quieren que se incorporen, dar respuestas positivas a esa petición también forma parte de las destrezas del artista.

Después hay que determinar para qué evento y con qué fin se quiere hacer el regalo. Para aclarar, si se quiere para un cumpleaños, una boda, un aniversario, tras el fallecimiento de una persona. Es importante, porque la manera de presentarlo también lo es. De ahí que el artista debe conocer ese tipo de detalles, hecho que mejorará, más si cabe, su servicio.

Por último hay que tener muy en cuenta los plazos de ejecución y de entrega. Por regla general suelen oscilar entre los 4 y los 10 días. En el caso de retrato a lápiz existe el compromiso de envío gratuito en toda la península ibérica y baleares. Sin embargo, también es posible encargarlo internacionalmente. Tienen un lacrado especial y personal del artista.

En definitiva, decantarse por regalar un retrato hiperrealista a lápiz hecho a mano por un gran artista y recibirlo a domicilio puede ser el mejor presente que una persona pueda soñar.