Redes sociales: pasatiempo favorito de los españoles

El uso de las redes sociales en España no deja de crecer al tiempo que Andalucía sigue siendo una de las comunidades más activas en este mundo virtual. Plataformas como Facebook, Instagram o Twitter se han convertido en uno de los pasatiempos preferidos por los españoles.

Otras formas de pasar el tiempo

Atrás quedaron otras formas de pasar el tiempo como alquilar pelis o videojuegos, escuchar música a través de un Walkman Aiwa -autoreverse-, jugar al escondite o con un balón reglamentario de cuero en la plaza del barrio, disfrutar de un reloj Casio con calculadora, intercambiar estampitas de fútbol, Tazos o los Toi (cromos de Bollycao), llevarse horas buscando a Wally, aprender mecanografía con una Olivetti, intentar ganar a tus hermanos o amigos en el Simon eléctrico o perder minutos en el Teletexto para leer las últimas noticias.

Eran otros tiempos, ni mejores ni peores, donde nos divertíamos de otra manera. Ahora la tecnología encarcela gran parte de nuestras horas haciéndonos creer que todo gira alrededor de un aparato hiperconectado que nunca se despega de nuestro lado. ¿Sabía que España es uno de los países donde más pronto se cambia de smartphone?

Hoy con un móvil podemos -como antaño, pero de distinta manera- ver una película cuando nos apetezca a través de un servicio de streaming (Netflix, HBO, etc.), escuchar música (Spotify, Youtube, etc.), jugar al escondite o fútbol virtualmente y mil recreaciones en línea más, conocer la hora y hacer cálculos matemáticos en cuestión de segundos, intercambiar artículos comprando y vendiendo (Wallapop), aprender a mecanografiar con algún curso online, jugar al Simon a través de una aplicación móvil (App) o pasar horas leyendo noticias en cualquier medio de comunicación que deseemos.

Indudablemente hemos avanzado, pero ahora todo pasa por la red. Para lo bueno y para lo malo.

¿El pasado siempre fue mejor?

A medida que nos hacemos mayor tendemos a pensar -en la mayoría de los casos- que cualquier tiempo pasado fue mejor. Que si Internet es el ‘demonio’, que si el móvil está destruyendo las comunicaciones personales, que si WhatsApp nos vuelve esclavos de nosotros mismos, que si las redes sociales nos privan de libertad…

Lejos de que pueda o no haber razón en algunas opiniones, lo que sí parece repetirse a lo largo de la historia es que la nostalgia siempre funciona.

La psiquiatría afirma que nos gusta recordar momentos que en nuestra memoria tenemos idealizados, por lo que nuestro presente siempre nos resultará más cómodo de criticar que nuestro pasado.

Una camiseta de Naranjito o una fotografía en la que jugábamos en la calle lograrán inclinarnos hacia lo que hemos vivido frente a lo que estamos viviendo. Y es que, según los expertos, cuando nos ponemos nostálgicos recordamos un pasado idealizado donde desprendemos las emociones negativas. Es decir, filtramos para quedarnos con lo bueno del ayer.

Juzgamos con crueldad las redes sociales al igual que nuestros abuelos o padres lo hacían con la televisión o videojuegos cuando pasábamos demasiado tiempo con ellos. Antes y ahora a la televisión se le conocía y conoce como la ‘caja tonta’ por hipnotizarnos durante horas frente a una pantalla y en ocasiones con programaciones triviales. Ni antes se vivía mejor ni ahora tendemos al caos. La vida es cíclica, diría el sabio. Y todo se repite, solo que con distintos actores. Así que aprendamos a relativizar.

Principal hobby

Y en este proceso de cambio y años han aparecido las redes sociales, acaparando todo el protagonismo y convirtiéndose en uno de nuestros principales hobbies: uno de cada cinco españoles dedica más de tres semanas al año conectado a Facebook, Twitter o Instagram.

Esta es una de las conclusiones que ha llegado un reciente estudio llevado a cabo por el servicio de creación de páginas webs Hubside con la colaboración de IPSOS.

Como refleja el informe, uno de cada cinco españoles dedica al menos 1,5 horas diarias a estas nuevas formas de comunicación, que es lo mismo que 22,5 días al año.

De media, los españoles tienen un total de 3,7 perfiles en distintas redes sociales, pero tan solo publican en el 1,73 de ellas.

La mayoría utilizan sus redes para ver contenido en vez de compartirlo. El motivo de esta falta de publicación de contenidos se debe a la sobreexposición de la privacidad en las redes, según afirma el 63% de los encuestados.

El trabajo señala también que las redes sociales muestran una imagen distorsionada de la realidad (50%) además de los riesgos que suponen la exposición de los más jóvenes al 'grooming' o la sextorsión (47%).

Varios de los encuestados reconocieron que el motivo por el que no compartían tanto contenido en las redes sociales se debe a que en un 52,9% considera que es información personal que si se publica deja de serlo. Mientras que el 36,4% defiende que hay mejores formas de compartir contenidos en el mundo digital.